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DERECHOS


09jun11


Resuelven el procesamiento del Teniente de Fragata Julio Alberto Poch por participar en los "vuelos de la muerte"


Poder Judicial de la Nación

///nos Aires, 9 de junio de 2011.-

AUTOS Y VISTOS:

Para resolver en las presentes actuaciones identificadas bajo el nē 14.217/03 "Escuela de Mecánica de la Armada s/ delito de acción pública" del registro de este Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nē 12, a mi cargo, Secretaría nē 23 y nuevamente respecto de la situación procesal de JULIO ALBERTO POCH (identificado con D.N.I. nē 10.391.673, de nacionalidad argentina y neerlandesa, nacido el 20 de febrero de 1952 en Capital Federal, de estado civil casado, hijo de Julio Raúl y de Luz Stella Del Valle Vergara, de profesión Teniente de Fragata Retirado de la Armada Argentina, domicilio real en Westdijk 12, Zuidschermer, Holanda; con patrocinio letrado del Dr. Gerardo Ibáñez, con domicilio constituido en Azcuenaga 1517, piso 4ē, depto. "I" de esta ciudad);

Y CONSIDERANDO:

I- CUESTIONES PRELIMINARES.

Tal como se efectuó en los resolutorios anteriores, en forma previa a desarrollar puntualmente cada caso en particular, habrá de incluirse un relato extraido de los testimonios de alguno de los sobrevivientes del centro clandestino de detención de la Escuela de Mecánica de la Armada que además de exponer los sucesos que los damnificaron puntualmente, ofrecieron un detalle respecto del funcionamiento interno del Grupo de Tareas 3.3. y del sistema de eliminación física de víctimas denominado "vuelos de la muerte", utilizado en la última dictadura militar del país como una metodología para deshacerse de las personas que anteriormente habían sido privadas ilegítimamente de su libertad por personal de la Armada Argentina.-

En el mes de noviembre de 1981, Amalia Larralde, quien sobrevivió a su clandestino secuestro en la E.S.M.A., escribió a la División Derechos Humanos de Ginebra, Suiza "La doctrina de aniquilamiento expresada en la Orden de Batalla del 24 de marzo de 1976" emanada de los Comandantes en Jefe de las Tres Armas y del Estado Mayor Conjunto establecía la "destrucción física de las organizaciones (populares) mediante la eliminación física de sus miembros". A partir de esta se encara la represión ilegal instrumentándose en la "lucha clandestina". Esta era justificada argumentando que en la medida que la lucha era contra un enemigo "que no usaba uniforme, no ocupaba espacio físico diferenciado y se encontraba dentro del mismo cuerpo social", el estado de derecho que reglaba los delitos contra Nación, no les permitía controlarlo. Es así que fundamentaban la utilización de la lucha clandestina la que le permitía utilizar su herramienta principal: "la tortura" ilimitadamente. Esta represión fue organizada y centralizada por los altos mandos de las FFAA, teniendo por un lado la faceta legal del control de la gestión estatal y por otro, secretamente los G.T. El exterminio era justificado bajo la siguiente argumentación: Por un lado aducían que la detención de los reprimidos en una cárcel legal serviría solamente para afirmar sus ideas, lo cual sería mucho más grave el día que recuperaran su libertad. Por otro lado la represión clandestina con la posterior desaparición de la gente, serviría para que no se supiera como ésta había sucedido, no se conocería a los culpables y se mantendría en el anonimato. En tercer lugar el exterminio y la desaparición favorecían la propagación del terror en el conjunto de la población. Y como último aducían a la falta de infraestructura para la cantidad de gente secuestrada..." (Ver fs. 323/324 del Cuaderno de Prueba inc. nē 50 de esta causa anexo de la declaración de Amalia María Larralde del 2 de noviembre de 2004 en la Embajada Argentina en París, República de Francia).-

Alberto Eduardo Girondo también ofreció en su testimonio (ver Legajo 63, III Prueba Documental, carpetas de color verde) un análisis relacionado con el funcionamiento del Grupo de Tareas 3.3. "...En las entrevistas particulares con los detenidos en el centro de secuestrados de la ESMA, los oficiales de marina, como una forma de demostrar su omnipotencia, fueron volcando una serie de datos acerca de la metodología y la doctrina represiva que ellos y otras fuerzas implementaban. En mi caso es a partir de conversaciones mantenidas con los capitanes Acosta y Perrén y los tenientes Rolón, Pernía y Astiz fundamentalmente, que he podido reunir la información que excede mi conocimiento directo y que en este punto permite remontarse en la historia del Grupo de Tareas, anterior a mi secuestro (...) el GT de la ESMA es creado por decisión directa del Almirante Massera (...) el objetivo fue la formación de un grupo que operara en la Capital Federal y Gran Buenos Aires jurisdicción del Ier. Cuerpo de Ejército y que estuviera constituido por gente de confianza y bajo el mando directo del Comandante en Jefe. Se encomienda entonces la formación del grupo al entonces director de la ESMA, principal asentamiento de la Marina en Buenos Aires, Capitan de Navío R.J. Chamorro. Sus primeros componentes son entre otros los Capitanes de Fragata Menéndez, Acosta y Perrén y el Teniente de Navío Pernía. Formalmente el GT estaba situado bajo la jurisdicción del Servicio de Inteligencia de la Marina (SIM), y sus funciones se limitaban a la de un grupo operativo, quedando la tarea de inteligencia a cargo de los primeros. Pero en la práctica esto no tuvo lugar (...) a fines del año 1976, el SIM forma su grupo operativo también con base en la ESMA. Pero su acción no alcanzó nunca la efectividad y amplitud del GT 3.3.2. que fue acumulando un poder en el interior del arma que excedió en mucho el que le confería su función específica (...) Organización y estructura del GT 3.3.2. Cuando se constituye el GT, el CN Chamorro delega el comando del mismo en el Subdirector de la ESMA CF Menéndez que, al ser herido en un tiroteo durante un operativo es reemplazado por el CF Vildoza (...) Por debajo del comando se divide en tres sectores: Inteligencia, Operaciones y Logística. Inteligencia. Era el encargado de la ubicación y señalamiento de los "blancos", es decir, de los futuros secuestros, basándose en diversas fuentes así como en los elementos obtenidos mediante la tortura de los prisioneros. Los oficiales de Inteligencia tenían a su cargo a los prisioneros a lo largo de la estadía de estos en la ESMA. Ellos eran los responsables de los interrogatorios, intervenían en la decisión de los traslados, intervenían en las operaciones de secuestro, algunas veces comandándolas. Los integrantes de este grupo cuyos nombres recuerdo fueron: los Tenientes Antonio Pernía "Trueno", García Velazco, a. "Dante", Alberto González Menotti a. "Gato", Schelling a. "Mariano", Juan Carlos Rolón a. "Juan" (...) las finanzas del GT estaban a cargo de oficiales de confianza de Acosta, como los tenientes Spinelli, Radizzi, Savio "Norberto" "Alemán"..."-

Otras víctimas que sobrevivieron a su paso por la Escuela de Mecánica de la Armada ofrecieron su testimonio relacionado con el funcionamiento del Grupo de Tareas 3.3 con pase operativa en la Escuela de Mecánica de la Armada, y a continuación se transcriben las partes de interés para esta causa:

En el Legajo que lleva doble numeración 16 y 32 correspondiente a Andrés Ramón Castillo y Graciela Daleo, a fs. 4 se inicia un testimonio que comienza "Sobre el campo de concentración clandestino de la Escuela de Mecánica de la Armada Argentina". En él, los testigos manifestaron que "...La técnica de la desaparición de las personas cumple con varios objetivos: los militantes populares, trabajadores, sindicalistas, profesionales, educadores, políticos, cualquiera que sea visualizado como peligroso por las Fuerzas Armadas usurpadoras, es "chupado", "sacado de circulación", en forma inmediata, sin necesidad de acumular pruebas en su contra, ni de rendir cuentas a ningún juez de esta acción. Simplemente el desaparecido se "esfuma", ingresa en un cono de sombra, donde nadie puede acceder, ni volver a saber de su existencia...". Más adelante expresó Andrés R. Castillo que cuando ya se encontraba en la E.S.M.A. "... Dentro del cuarto me encontré en presencia de dos oficiales de la Armada, los cuales más adelante identificaría como Capitán de Corbeta Jorge Eduardo Acosta alias "Tigre" "Santiago" "Aníbal", y el teniente de navío García Velazco alias "Dante" (...) Mientras estaba en el sótano, oía continuamente los gritos de las nuevas víctimas que el G.T. 3.3/2 secuestraba casi cotidianamente. A veces llegaban a traer 3 y 4 personas por día. Cuando comenzaban los interrogatorios, los oficiales ordenaban a los guardias que se encontraban en el pasillo que pusieran música con volumen alto, para lo cual había un tocadiscos en la mesa...".-

Agregaron los testigos que su conocimiento sobre los orígenes del Grupo de Tareas 3.3/2 fueron obtenidos de las conversaciones mantenidas con el Capitán de Corbeta D’Imperio que utilizaba habitualmente el nombre de "Abdala" "...el Servicio de Informaciones Navales (SIN) habría manifestado que la Armada no estaba en condiciones de cumplir el objetivo asignado, ya que su capacidad operativa no se adecuaba a la envergadura de la tarea, y la organización Montoneros se encontraba distribuida en todo el país, no así las fuerzas de la Marina. Según el informante, el Almirante Massera decidió entonces encomendar a personal de su confianza, entre los que se encontraba el Capitán de Navío Rubén Jacinto Chamorro - ascendido luego a contraalmirante-, director de la ESMA, al capitán de corbeta Menéndez, al capitán de corbeta Acosta y a otros más la organización de un grupo que dedicara su accionar al aniquilamiento de Montoneros (...) CADENA DE MANDOS DEL GRUPO DE TAREAS 3.3/2. El Almirante Emilio E. Massera, Comandante en Jefe de la Armada hasta septiembre de 1978, y miembro de la Junta Militar que usurpó el poder en la Argentina el 24 de marzo de 1976, fue la instancia máxima de conducción de la tarea represiva llevada adelante por la Marina... ESTRUCTURA INTERNA DEL GRUPO DE TAREAS 3.3/2. El GT 3.3/2 se estructuró, de acuerdo a las funciones que debían cumplir sus miembros, en tres sectores: INTELIGENCIA, OPERACIONES y LOGÍSTICA. INTELIGENCIA. (...) Tenía a su cargo la realización efectiva de los interrogatorios y torturas de los secuestrados llevados a la ESMA por los grupos operativos, y el análisis minucioso de todos los papeles, apuntes y cualquier otro material que se hallara en poder de sus víctimas en el momento del secuestro o "chupe". En la realización de esta tarea contaban con el concurso de suboficiales de la Marina, Prefectura y Servicio Penitenciario (...) Otra función de Inteligencia era la de decidir, bajo la conducción del Contraalmirante Chamorro, qué secuestrados debían ser incluidos en los sucesivos traslados. Tenían a su cargo también el contacto con los secuestrados que iban quedando en la ESMA sin ser trasladados (...) OPERACIONES. Este grupo llevaba adelante la planificación y ejecución de los secuestros, robos de automóviles, saqueos de viviendas, etc. Operaban en base a los datos obtenidos mediante la tortura, y/o del análisis que Inteligencia hacía de los materiales obtenidos en operaciones anteriores. Muchos secuestros se hicieron durante los "paseos" que sistemáticamente realizaban por la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, en los cuales participaba un "marcador", prisionero que accedía a colaborar con los marinos señalando a sus antiguos compañeros. La planificación de las operaciones se hacía en el salón "Dorado" ubicado en la Planta Baja del Casino de Oficiales. Analizados los datos sobre el "blanco", se asignaban las funciones a cada miembro del grupo: "ir al cuerpo", "dar el alto", "disparar las armas", "hacer la contención", "dispersar a los curiosos", "disimularse en las casas y comercios adyacentes al lugar donde se haría el secuestro", etc. (...) En el grupo OPERATIVO participaban oficiales y suboficiales de la Armada. Algunos de ellos estaban asignados en esta función con carácter permanente y otros en calidad de "rotativos". Permanecían en la ESMA o en otos campos de concentración de la Marina: Mar del Plata, Bahía Blanca, por períodos aproximados de dos meses. Eso garantizaba que la totalidad del arma, en todos sus niveles y en todos sus miembros participara en la lucha represiva (...) Miembros de la Policía Federal, Prefectura Nacional Marítima, Servicio Penitenciario y algunos miembros del Ejército integraron también los grupos operativos. (...) LOGISTICA. En este sector estaban los oficiales y suboficiales de la Marina que tenían a su cargo el desarrollo y mantenimiento de la infraestructura del GT 3.3/2. Esto abarcaba desde la conservación y modificación de las instalaciones del edificio, como así también la administración de los fondos y bienes obtenidos como botín de guerra, resultado del robo sistemático y exhaustivo que ejecutaron con las pertenencias de los secuestrados y de las organizaciones populares a las que reprimieron (...) El resto del personal afectado al GT 3.3/2 eran suboficiales de la Armada. Su función era la de custodia de los secuestrados, traslado de las comidas desde la cocina hasta el sótano o a la "capucha", vigilancia de los desplazamientos de los prisioneros al baño, y participación como operativos en secuestros y "paseos". El suboficial a cargo de las guardias recibía el nombre de "Pedro" (luego fue cambiado por el de "Pablo"), y debía su denominación a que estaba encargado de portar las llaves de los grilletes. El "Pedro" tenía como auxiliar a un "ayudante de Pedro" (luego "Pablito"), y bajo su mando una dotación de "Verdes". Tanto el ayudante como los "verdes" eran alumnos de la ESMA ...".-

Del mismo modo Martín Tomás Gras en el Legajo que lleva los números 71 y 18, ha ofrecido sus conclusiones relacionadas con los hechos que se conocen como "terrorismo de Estado" en el período comprendido entre los años 1976 y 1983.-

Así, este testigo ha expresado que "El testimoniante ha podido comprobar personalmente que las Fuerzas Armadas argentinas dieron el golpe militar del 24 de marzo de 1976 (...) para asumir el control de la totalidad del aparato del Estado y ponerlo al servicio de una política de exterminio de los activistas de las organizaciones populares, tanto políticos como sindicales, estudiantiles y de los distintos estratos de las sociedad que expresaran adhesión a proyectos de transformación social, calificados por las Fuerzas Armadas como "contrarios al ser nacional y al orden social natural...". Ha dicho que el método utilizado ha sido la lucha clandestina y que la represión revestía carácter institucional pues se utilizó toda la estructura del Estado, fuera de los marcos legales en función de la orden y decisión superior de los mandos militares. Específicamente y respecto de Grupo de Tareas 3.3 cuya creación ha apoyado decididamente el Almirante Massera tuvo por pretexto contar con un grupo defensivo de la unidad, aunque en realidad, su objetivo era obtener su propia cuota de poder. "...Los mandos superiores de la Marina y Massera en particular, otorgan gran importancia a la creación de este Grupo de Tareas, el cual encomiendan a partir de su reconocimiento por el Batallón 601 de Inteligencia que ejercía la jefatura represiva de la zona, la labor de incrementar la presencia de la Armada en el poder a través del terrorismo de Estado (…) En el primer aspecto, la dotación inicial se incrementa notablemente. A la decena de oficiales "fundadores" se suma ahora los oficiales "rotativos" en un número aproximado de veinte, más una dotación permanente de la Policía Federal, otra de la Prefectura Marítima -dependiente institucionalmente de la Armaday otra del Servicio Penitenciario Federal (...) desde el punto de vista jerárquico organizativo, el G.T. es el brazo ejecutor del SIN ... pero en la práctica, el GT realiza sus propias tareas de inteligencia prescindiendo del Servicio, convirtiéndose paulatinamente en un sector de dependencia directa de Massera, agudizándose las contradicciones políticas con el SIN, cuya jefatura no era considerada "masserista". Como Anexo "A" (fs. 25 y sstes del legajo antes citado) acompañó un listado de oficiales de la Armada que integraron el Grupo de Tareas: Vildoza alias "Gastón" Jefe del GT; Jorge Eduardo Acosta alias "Tigre", "Santiago" "Aníbal" Jefe de Inteligencia del GT hasta fines de 1978; Jorge Perren alias "Puma" "Octavio", "Morris", Jefe de Operaciones del GT en los períodos marzo de 1976 marzo de 1977 y hombre de confianza de Acosta. Antonio Pernía "Rata" "Trueno" "Martín", activo miembro de los grupos operativos en los que descollaba; Alberto González (Menotti o Navarro segundo apellido) "Gato" o "Luis" oficial de Inteligencia; Alfredo Astiz "Rubio" "Angel" "Cuervo" "Gonzalo" "Alberto Escudero" Oficial de operaciones que junto con Pernía descollaban en funciones militares y participó en varias operaciones de infiltración; Radizzi "Ruger" "Gabriel", oficial de Logística; Savio "Halcón" "Norberto" oficial de logística; Juan Carlos Rolón "Niño", "Juan" oficial de inteligencia; "Fibra" Teniente de Navío RIOJA, oficial, feroz interrogador, entre otros.-

Al mismo tiempo, Martín Tomás Gras indicó que "…el instrumento central de esra forma no convencional de lucha, era la tortura, aplicada en forma irrestricta e ilimitada en el tiempo. Sostenían los marinos que la guerra moderna ha demostrado que la tortura es el único instrumento apto para obtener los resultados buscados, citando como ejemplo los casos de Argelia y Guatemala (…) No hay otra forma de identificar a este enemigo oculto - decían- si no es mediante la información obtenida por la tortura, y ésta, para ser eficaz, debe ser ilimitada (…) al asumir la lucha clandestina, se obtiene ventaja sobre el enemigo y además se persuade con el terror…" (Ver Legajo Conadep 8029 de Gras, Martín Tomás).-

Con las transcripciones incluidas se entiende que se encuentra probada la estructura orgánica del Grupo de Tareas 3.3 y su dependencia de la cadena de mando. En su oportunidad, la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal al pronunciarse respecto de las situaciones procesales de aquellos que debió juzgar por otros hechos ocurridos en el mismo período, tuvo por acreditado que la Unidad de Tareas 3.3.2. (U.T. 3.3.2), que funcionaba dentro de la E.S.M.A.,estaba encargada de realizar tareas ofensivas encubiertas en la lucha contra la subversión. Que esa UT 3.3.2 dependiente del G.T. 3.3. estaba a cargo del Director de la Escuela y dependió del Comandante de la Fuerza de Tareas 3 quien, a su vez, estaba subordinado al Comandante de Operaciones Navales que, a los efectos de la lucha, respondía al Comandante en Jefe de la Armada.

En la causa 13/84, también quedó debidamente acreditado que los comandantes en Jefe de la Armada, Emilio Massera y Armando Lambruschini, ordenaron un modo de combatir el terrorismo, consistente en aprehender sospechosos, mantenerlos clandestinamente en cautiverio bajo condiciones inhumanas de vida, someterlos a tormentos con el propósito de obtener información para, por fin, ponerlos a disposición de la Justicia o del Poder Ejecutivo de la Nación, o bien eliminarlos físicamente.-

Reiteradamente ha señalado este Tribunal, y fue además indicado por la Sala II de la Cámara del Fuero en diversos pronunciamientos que tanto en el marco de esta causa nē 14.217/03 como en las otras que son conexas, que en la Escuela de Mecánica de la Armada funcionó un centro clandestino de detención donde las personas allí alojadas eran ilegalmente detenidas -en la mayoría de los casos por el Grupo de Tareas 3.3.2, que actuaba autónomamente en el ámbito jurisdiccional que se había reservado la Armada para sí en sus propias unidades-, alojadas en el lugar y custodiadas por personal de esa Fuerza, siendo sometidas a condiciones inhumanas de vida, interrogatorios, y tormentos, algunos de ellos seguidos de muerte.-

Algunos fueron liberados, otros fueron puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y, muchos, "trasladados", término que equivalía a su eliminación llevada a cabo entre otros métodos por aquél denominado "vuelos de la muerte", continuando desaparecidos al presente.

Resultan coincidentes de los dichos brindados por quienes permanecieron cautivos dentro de ese centro clandestino, en cuanto a que el Grupo de Tareas 3.3.2 se dividía en tres sectores: inteligencia, operación y logística.

La actividad central del sector inteligencia, radicaba en realizar tareas de investigación e interrogar a los detenidos, aunque también podían participar en operativos destinados a detener personas determinadas. El sector operativo, llevaba adelante los secuestros, y el patrullaje de las calles. Esta sección se encontraba dividida en miembros permanentes y rotativos. El grupo de logística era el que se dedicaba a la administración de los bienes que eran apropiados a los secuestrados.-

Ha quedado acreditado también que los responsables militares de cada una de las Fuerzas Armadas, con la ayuda de las Fuerzas de Seguridad, Servicios de Inteligencia y apoyo de grupos de civiles, tomaron la decisión no sólo de derrocar al gobierno constitucional mediante un golpe de Estado -que se materializó el 24 de marzo de 1976- sino también de diseñar, desarrollar y ejecutar un plan criminal sistemático de secuestro, tortura, desaparición y, finalmente, eliminación física de toda aquella parte de la ciudadanía que reputaban sospechosa de ser "subversiva", entendiendo por tal las que por sus actividades, relaciones, adscripción política o forma de pensar resultaban en apariencia incompatibles con su proyecto político y social. La selección de quiénes tendrían la consideración de ‘subversivos’ se hacía en función de su adscripción a determinadas actividades y sectores sea políticos o ideológicos, étnicos y/o religiosos.

En el lapso temporal comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983, las Fuerzas Armadas argentinas usurparon ilegalmente el gobierno y pusieron en marcha el denominado "Proceso de Reorganización Nacional" en el que se implementó la "Lucha contra la subversión", cuya finalidad era la "…aniquilación…" de personas opositoras a la concepción de Nación sostenida por aquellos militares, y a las que se identificaría como opuestas a la "Civilización Occidental y Cristiana". Tales designios se exponían y detallaban extensamente en el denominado Plan General del Ejército, que desarrollaba el Plan de Seguridad Nacional, y que se definía en la Orden Secreta de Febrero de 1976, en la que se contenía la doctrina y las acciones concretas para tomar por la fuerza el poder político e imponer el terror generalizado a través de la tortura masiva y la eliminación física o desaparición forzada de miles de personas que se opusieran a las doctrinas emanadas de la cúpula militar.-

Ese modo de proceder implicaba la "derogación" de las normas legales en vigor y respondía a planes aprobados y ordenados a sus respectivas fuerzas por los Comandantes militares, según las disposiciones de las Juntas Militares. Ello desembocó en una represión generalizada y en un estado de absoluto terror en la población.

Los diferentes reglamentos fueron analizados anteriormente y en ellos se "... evidencian el funcionamiento concreto de esa estructura represiva. Son la exteriorización más clara de un acuerdo criminal, el testimonio escrito de un plan sistemático, organizado, fríamente concebido y ejecutado contra gran parte de la sociedad civil, que incluyó el secuestro, el terrorismo, la tortura, el sabotaje y la muerte…".

Por ello, no puede resultar justificable desde punto de vista alguno, la afirmación efectuada por algunos miltares en el sentido de que actuaron cumpliendo con las órdenes que recibieran las cuales estaban legalizadas por encontrarse sustentadas en las normas reglamentarias, puesto que a modo de ejemplo, el "Reglamento de operación sicológica" autoriza expresamente para ese tipo de acción la compulsión física, las torturas, las amenazas, los chantajes, el seguimiento físico, los secuestros, los raptos, el terrorismo y los desmanes.-

Ha señalado el Superior que el contenido material de los reglamentos analizados impone a los subordinados la obligación de revisar la orden que de allí nazca, toda vez que por ser intrínsecamente antijurídica no tiene carácter vinculante para quien dice estar sujeto a su cumplimiento. Dicho control que no debe ser sólo formal ya que si bien el cumplimiento de las órdenes es un presupuesto esencial para la existencia de cualquier organización estatal -dado que resulta impensable el funcionamiento de un sistema de jerarquías administrativas en el que los inferiores controlen permanentemente las órdenes de los superiores a fin de decidir si deben o no cumplirlas- no es menos cierto que admitir la obediencia de un mandato que resulta palmariamente contrario los principios más básicos del Estado de Derecho resultaría muy peligroso por su contenido autoritario.-

Esta intención de fundamentar normativamente crímenes que lesionaron derechos humanos fundamentales, no sólo obliga a descartar la justificación que intentaron argumentar sino que permite afirmar que, por repugnar la conciencia universal, esas reglas debieron ser desobedecidas por los imputados, sin que quepa admitir ninguna forma de actuar erróneo - vencible o invencible- o imposibilidad en advertir la ilegalidad de la acción ordenada (Fallos 5:181, citado en CCCFed., Sala I, "Calzada, Oscar Hugo", rta el 08/07/1988, del voto del Dr. Archimbal).-

La obediencia debida, entonces, no puede ser invocada como eximente de la responsabilidad penal en la comisión de crímenes contra la humanidad. Es decir, no existe exención de responsabilidad penal frente a los delitos de esa índole cometidos como consecuencia del cumplimiento de órdenes de un superior jerárquico.

No puede admitirse la falta de conciencia de la ilicitud de las muertes , detenciones ilegales, torturas, etc, en tiempos de paz toda vez que es evidente que los imputados prefirieron cumplirlas al haber aceptado su papel en el contexto general de la "lucha contra la subversión" iniciada por las fuerzas armadas y de seguridad a las que pertenecían.

Dentro de ese marco, y en virtud de las tareas desarrolladas por los encausados en el centro clandestino de detención en cuestión, la participación necesaria deviene evidente a los fines de este decisorio, por cuanto quienes allí prestaban funciones conocían acabadamente que el lugar se destinaba al alojamiento de personas privadas ilegalmente de su libertad y que a las mismas se las mantenía encapuchadas, atadas, sin higiene ni alimentos suficientes, hacinadas, extremos éstos claramente visibles para los que allí prestaban funciones en procura de los fines ya indicados y que fueran sostenidos por los responsables de las áreas antes citadas, coadyuvando a la ejecución de las órdenes ilegales impartidas por los entonces Comandantes en Jefe de la Armada en cuanto al modo de combatir el terrorismo.-

La aplicación de tormentos y los vejámenes a los que los detenidos fueron sometidos -tales como paso de corriente eléctrica, submarino, etc.-, resultaban, también, ampliamente conocidos, por cuanto además de prestar funciones que se vinculaban a la continuidad de tal situación, mal puede sostenerse no haber observado ello sino que, además, tampoco puede esgrimirse no haber oído los quejidos de los heridos y los gritos de quienes eran torturados.-

El último eslabón de la cadena que comenzaba con las tareas de inteligencia respecto de la participación de personas en actividades calificadas como "terroristas", su posterior detención, su privación ilegítima de libertad en condiciones inhumanas de vida, su mantenimiento en dichas condiciones y la aplicación de tormentos para obtener información; lo que en su conjunto y en forma sistemática, había sido pergeñado en el marco de la denominada "lucha contra la subversión", se hallaba conformado por la eliminación de las víctimas, siendo uno de los métodos instituidos con ese fin, el de los denominados "vuelos de la muerte".

Esta metodología para deshacerse de las víctimas sin dejar rastros, consistía en arrojar a las mismas desde aeronaves en pleno vuelo, al Río de la Plata o al Mar Territorial Argentino, con el objeto de que no existiera evidencia alguna de la privación de libertad y los tormentos a las que habían sido sometidos por el Grupo de Tareas señalado, tornándose de esta manera imposible conocer el destino final que se les dio a las mismas.

Esas personas eran "trasladadas" –denominación otorgada a su eliminación- desde el centro ilegal de detención que funcionaba en las instalaciones de la Escuela de Mecánica de la Armada, en camiones o camionetas, hasta distintos aeropuertos o bases militares que contaban con pistas de aterrizaje, y se las ingresaba a las aeronaves desde las cuales posteriormente eran arrojadas a las aguas aún con vida, habiendo sido previamente sedadas mediante la aplicación de una sustancia conocida como "Pentotal" o "Pentonaval".

Esos "traslados" eran realizados en forma semanal, aunque excepcionalmente se efectuaban en mas ocasiones, seleccionando los oficiales del grupo de tareas, los detenidos a los que se les daría ese fin.

Tal sistema de eliminación de las víctimas fue debidamente incluido en el Informe de la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de las Personas "Nunca Más", bajo el título "El Traslado" al analizar el Centro Clandestino de Detención que funcionó en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (Nunca Más/ CONADEP. 9ª. Ed. Buenos Aires: EUDEBA, 1985, páginas 136/137).

En dicho informe se transcribieron los dichos de Norma Susana Burgos en el Legajo Nē 1293 quien manifesto: "En un traslado que se realizó en febrero-marzo de 1977 se llevaron a un hombre llamado "Tincho". Lo bajan al sótano, le aplican la vacuna y un rato después comienza a sentirse sin fuerzas y mareado. Oye como los demás vomitan e incluso se desmayan y son sacados a la rastra. Una vez, después de un traslado a unas compañeras les lamó la atención encontrar en el piso del sótano marcas de zapatos de goma arrastrados (evidentemente ese día no habían realizado bien la habitual limpieza). A Tincho lo sacaron con los demás por una puerta a la derecha de la entrada principal del sótano. Lo subieron a un camión y lo llevaron a un lugar que supone que puede ser Aeroparque de la ciudad de Buenos Aires. Lo obligaron a subir las escalerillas de un avión y arriba le preguntaron su nombre y su número y evidentemente al haberse equivocado de persona lo bajaron y lo regresaron al tercer piso de la E.S.M.A.".

A su vez, se incluyó en el informe lo declarado por Carlos Muñoz en el Legajo 704: "El sistema que usaban para asesinar a la gente secuestrada nosotros nunca lo pudimos comprobar acabadamente. Sabíamos, sin embargo, que los subían inconscientes a un avión y los tiraban al mar. Incluso en la sección de documentación descubrí un libro donde –muy sugestivo- estaba desarrollado todo el proceso que seguía un cadáver cuando se descomponía abajo del mar".

También luce en el Legajo CONADEP 7190 la declaración de Alberto Eduardo Girondo quien refirió que "según me informaron otros prisioneros, ciertos oficiales miembros del GT, les habrían "confiado" que a los detenidos "trasladados" se les aplicaba una inyección de pentotal y que luego de cargarlos dormidos en un avión, se los tiraba al mar".

Otro sobreviviente, Martín Tomás Gras, dio su testimonio en el Legajo CONADEP 8029, brindando un detalle pormenorizado de cómo se desarrollaba este método de eliminación de víctimas, refiriendo que "Todos los días miércoles, excepcionalmente los jueves, se realizaban los "traslados". En un principio era creencia generalizada entre los prisioneros que sobrevivían que los traslados se realizaban a otros campos de trabajo presuntamente utilizados en el sur del país. En realidad, el traslado conducía a la muerte. Los trasladados eran designados por los oficiales de Inteligencia en una reunión que se realizaba todos los martes por la noche".

"Hasta el momento de la selección nadie sabía cual era su destino: la vida o la muerte. Los días de traslado se adoptaban medidas severas de seguridad y se aislaba el sótano. Los prisioneros debían permanecer en sus celdas en silencio. Aproximadamente a las 17 horas de cada miércoles se procedía a designar a quienes serían trasladados, que eran conducidos uno por uno hacia la enfermería, en la situación que estuviese, vestido o semidesnudo, con frío o con calor".

"En la enfermería se aplicaba a los prisioneros una inyección que era presentada como una medida de salud preventiva ya que "…campo que serán conducidos no son buenas las condiciones higiénicas". Aparentemente, se aplicaba un soporífero, posiblemente pentotal. Una vez adormecidos, los prisioneros eran llevados a un camión que se dirigía hacia el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires, cercano a la ESMA, donde eran subidos a un Fokker de la Escuadrilla Multipropósito de la Aviación Naval, que volaba mar adentro, hacia el sur, a una zona precisa donde la Corriente del Golfo "Gulf Strean", aseguraba la desaparición de los cadáveres. Los prisioneros eran arrojados con vida desde los aviones. Seguramente la muerte se producía por tres razones básicas: ante la brusca diferencia de presión, por el golpe contra el agua o por inmersión".

En el mismo sentido y en forma concordante con los dichos de la víctima enunciada precedentemente, luce la presentación de Ricardo Héctor Coquet en el Legajo CONADEP/SDH 2675, en la cual indicó: "Traslados: eran la eliminación física masiva. Cada miércoles por la tarde, los jueves excepcionalmente, se apersonaba un "Pedro" en "capucha", e informaba que los casos que nombrada debían incorporarse junto a su tabique. Se los llevaba al medio del pasillo y se los hacía tomar manos con hombro, en un trencito de aproximadamente 40 (cuarenta) personas. Se los bajaba a "cuatro" y en enfermería se les aplicaba una inyección de Pentotal (Pentonaval, le llamaba Acosta), diciendo a los trasladables que iban a un campo de recuperación en el sur, cerca de Rawson y que la inyección era por seguridad, porque iban en tandas grandes. Una vez adormecidos, se los desvestía y se los cargaba en camionetas y camiones cubiertos con lonas y se los llevaba a Aeroparque, donde eran introducidos en aviones militares. En el océano eran tirados vivos a los tiburones. En una oportunidad, Juan Carlos Fotea, alias "Angosto", cabo de la Policía Federal, me comentó que era "rayante" ver el desfile aéreo de tantos jóvenes que eran tirados vivos desde los aviones. Me dijo: "estamos tirando una generación al mar".

Asimismo, han prestado declaración testimonial ante estos estrados, varios sobrevientes del centro clandestino de detención que funcionó en el predio de la Escuela de Mecánica de la Armada, quienes dieron cuenta de este sistema denominado "vuelos de la muerte".

En efecto, con fecha 15 de junio de 2.004, compareció NILDA NOEMI ACTIS GORETTA, quien dijo "…Este era el procedimiento que se hacía en los traslados masivos. Les aplicaban esta inyección, venían los traslados, los vuelos de la muerte y demás". Nunca presenció un "operativo" relacionado con la aplicación masiva de Pentonaval, pero conocía cuál era el procedimiento por comentarios. Puntualmente recuerda que en una oportunidad a un secuestrado lo inyectaron y lo subieron a un camión para trasladarlo. Pero parece que se habían equivocado de persona, así que lo volvieron a traer a la E.S.M.A. y allí fue cuando contó todo lo que le pasó. Dice que posteriormente a este mismo muchacho lo volvieron a trasladar y aún permanece desaparecido. Quiere explicar que en el sótano estaba la enfermería que contaba con dos camas y dos vitrinas con medicamentos que terminaban todos con "naval" y algunos otros insumos. Al principio, cuando la dicente recién fue secuestrada, sabe que se mandó a cerrar las vitrinas con candado puesto que entre los marinos, a modo de broma decían cosas tales como "A ver si esta se la inyecta sola" como aludiendo tal vez, a que se quisiera suicidar. No puede precisar, entonces, si había Pentonaval permanentemente en la enfermería, pero el hecho que relata le resulta significativo de que pudiera existir ese producto en la ESMA...".

Con fecha 30 de marzo de 2.005 declaró MARTA REMEDIOS ALVAREZ, quien manifestó: "…La única que no vuelve fue Inés y después fue el "Tigre" a los camarotes y cuando se le preguntó informó que había sido trasladada a una granja en el sur. Que en esa época ya sabía que los traslados era que los tiraban al mar. Que se enteró de esto por infidencias de los "verdes", que eran aspirantes a suboficiales y que en su mayoría tenían menos de 18 años y eran del interior - se ponían a llorar diciendo que " ... ellos no habían matado a nadie y que no habían tirado a nadie al mar ...Que escucho decir a Sergio Yon, Radice y Astiz decir que todos los oficiales debían participar en los vuelos de traslado de los detenidos y que Acosta siempre decía que " ... toda la Armada va a tener que poner los dedos ..." refiriéndose a las detenciones, torturas y vuelos de la muerte...".

A estos testimonios, se suma la declaración testimonial de fecha 1 de agosto de 2.005 de JUAN CARLOS ROSSI, quien refirió "...Que en ESMA pudo ver a la Hermana Domon, no recordando si la pudo ver en el sótano o en capucha...Que no sabe el destino dado a este grupo, pero que si puede informar que se hizo un traslado especial siendo que los oficiales manifestaban que las habían "fondeado"...". Sobre los traslados y los "vuelos de la muerte" refirió "que los mismos rutinariamente se realizaban los días miércoles. Los días martes se reunían todos lo oficiales y ejercían su derecho a no traslado, ya que en la lógica de ESMA todos los detenidos debían ser traslados por lo que en la reunían de oficiales lo que se decidía era quienes no serian trasladados. Los días miércoles temprano eran sacados de capucha aquellos que no serían trasladados. Posteriormente llegaba un suboficial con el listado donde se indicaba el número de los que serían traslados. En estos momentos se producía un clima de gran violencia, de muchos nervios, con una carga de adrenalina muy grande ya que a la persona que indicaban como futuro trasladado era tomado en forma muy impulsiva por los "verdes". Que al nombrado no lo dejaban agarrar sus pocas pertenencias sino que era separado medio desnudo. Que era bajado al sótano por los verdes, a la parte de enfermería. Una vez allí eran inyectados por el enfermero. El argumento para la colocación de la inyección era para evitar epidemias en el "campo de detención" al que serían llevados. Los futuros trasladados se desmayaban y muchos vomitaban. Que como compañero de capucha tuvo a "tincho" el que a su vez había sido como suboficial de marina destinado en ESMA. Que el traslado de "tincho" fue ordenado cuando todavía se encontraba pendiente el interrogatorio por parte del SIN, por ello a los responsables del traslado le es ordenado que los devuelvan a la ESMA. Que "tincho" una persona muy corpulenta le contó que luego de la inyección que le dieran en enfermería se sintió muy mareado, pero que no se durmió. Que el sótano tenía una rampa con puerta lateral y que según "tincho" allí se ponía un camión y se subía la gente mareada al mismo. Que luego el camión dió una vuelta por ESMA y luego fue dirigido a la parte militar del Aeroparque metropolitano. Que "tincho" le dijo que cuando lo estaban por subir a un avión fokker "pedro bolita" que estaba a cargo del traslado le dijo que lo debían devolver a ESMA. Que "tincho" también le dijo que le comentó a "pedro bolita" que él quería ser trasladado al sur y el suboficial a cargo del traslado le contesto "vos no sabes de lo que te salvaste". Que "tincho" luego de ser dejado nuevamente en capucha duerme por mas de un día. Que lo relatado ocurrió en el primer semestre del año 1977. Que a partir de aqui los detenidos en ESMA empiezan a tomar conciencia de la posibilidad de un exterminio masivo de todos los detenidos. Agrega que Silvina Labayru siempre le pedia a Astiz que la ponga en la lista de traslados, ya que así, según su creencia, podría salir de la ESMA con destino al sur, entonces Astiz le dijo que los traslados significaban la muerte, que nunca pida un traslado...".

También declaró con fecha 28 septiembre de 2006 LILIANA MARCELA PELLEGRINO, manifestando: "...el 18 de noviembre de 1978 fue secuestrada junto con su hijo Rodolfo Lordkipanidse de 24 días de edad y su primo Cristian Colombo...también supe que el altillo, era una suerte de "preludio" al "traslado" donde los prisioneros destinados a eso eran los próximos...En cuanto a los vuelos de la muerte explica que lo que supo sobre ellos se lo contó Carlos y por lo que en tal sentido le dijo "Tito": que te anestesian y te tiran de los aviones en el Atlántico y que ellos (los secuestradores) tenían una famosa broma que vas a ir a parar a la "O" de Atlántico y lo dicho lo hiló con lo que le comentó Lidia y con todas las personas que salieron con ella en el mismo momento y habían tenido el mismo final...".

Con fecha 10 de abril de 2007 prestó testimonial Beatriz Elisa Tokar quien aportó un escrito en el cual detalla su cautiverio en la ESMA, enunciando en el mismo que "los días miércoles –hubo excepciones- los guardias leían una lista de números que correspondían a cada prisionero. A los nombrados los bajaban al sótano formando un "trencito", allí se les aplicaba una inyección para adormilarlos, y luego eran sacados por una puerta metálica que solo se abría en esas oportunidades directamente hasta el playón donde eran cargados en camiones, llevados hasta la zona militar delAeroparque. Allí los subían a los aviones navales que luego los arrojaban vivos al mar".

Asimismo, el 30 de octubre de 2008 compareció DANIEL ALDO MERIALDO, quien al preguntársele qué sabía o conocía respecto de los llamados "vuelos de la muerte" respondió: "que lo único que vio que le impresionó muchísimo fue lo del Grupo Villaflor. El dicente los había visto a todos juntos en un lugar en "capucha" y un día, cuando los bajaron al sótano, no los vio más, y solo vio ropa. También le conoció la versión de un desaparecido "Tincho" que lo habrían llevado "por equivocación" y le habían inyectado algo que lo hizo dormir mucho tiempo. También recuerda que como amenaza era común escuchar el "te vas para arriba" pero no sabe si era en alusión a que te subían a un avión y te mataban, no lo puede asegurar. También recuerda -casi con certeza de que lo oyó en ESMA- que "colores" Del Cerro hablaba que era el campo de paracaidismo de Campo de Mayo pasaban cosas raras; y no puede decir si era porque enterraban gente en el lugar o si porque desde allí despegaban aviones".

También se cuenta con el testimonio brindado por Carlos Alberto Zorzoli, con fecha 25 de septiembre del corriente año en el expediente nro. 3227/02 quien relata la información relativa a los "vuelos de la muerte" que le brindó Ricardo Rubén Ormello, manifestando ese testigo: "yo fui cesanteado en el año 1976 de Aerolíneas Argentinas por problemas políticogremiales, cuando desarrollaba tareas de mecánico mayor. En el año 1984 hay una especie de amnistía para casos como el mío y en consecuencia fui reintegrado a la empresa. Ingreso a trabajar en los hangares de Aeroparque como personal técnico aeronáutico 4. Cuando regreso de esos años me encuentro con que en el sector de trabajo había una notable cantidad de gente que había pertenecido a distintas fuerzas armadas. Concretamente, la mayoría eran de la armada y algunos de aeronáutica…En ocasiones en las que nos juntábamos en el hangar a tomar mate algunos compañeros que habían trabajado en la ESMA o en Ezeiza contaban historias pasadas. Un día, en el año 1985, no tengo precisión exacta de la fecha, pero sí hay un hecho que da precisión del caso, que es que se llevó a Ezeiza a reparar un Focker F28 en el hangar 2 de Ezeiza. Fue el primer Focker que se llevó a hacer una recorrida a Ezeiza, porque hasta entonces esto se hacía siempre en Aeroparque. El grupo que se conformó para ir a hacer esas tareas a Ezeiza, se integraba por el Jefe de turno, de nombre Eduardo Medici, quien ya se retiró de la empresa pero trabajó allí hasta los años noventa, cuando empezaron los retiros voluntarios. También estaba este muchacho Ormello a quien se lo conocía con el apodo de "el colorado Ormello". Su nombre completo es Ricardo Rubén Ormello. Este sujeto para mi era una persona absolutamente desconocida. Sabía que había pertenecido a la Armada. Medici me dijo que él le haría contar a Ormello la historia que ahora yo voy a relatar, puesto que ya la había contando con anterioridad. Entonces Medici le dice a Ormello en medio de una rueda de compañeros de trabajo lo siguiente: "Dale colorado, contate el asunto de cuando tirabas gente al agua" y sin mayores preámbulos el tipo empezó a contar. Y lo que contaba yo lo recuerdo casi textualmente. Era que él se desempeñaba en la Armada en el hangar 1 de Ezeiza, lugar pegado al que nos encontrábamos nosotros, esto en la época en que él era dotación de la Armada. Así, Ormello relataba que en la plataforma de la zona de ellos, estacionaban un avión DC3 y llegaba un colectivo en el que venía gente semi desnuda con la cabeza tapada. El colectivo arrimaba al portón del avión - que aclara el testigo que ese portón se hallaba a solo un metro del piso-, en donde se hallaba parado ‘un tordo’, los iban bajando atontados, los sentaban en el umbral del portón del avión. El médico les aplicaba ‘un geringazo de Pentotal’- no ‘pentonaval’, aclara-, y se dormían". El trabajo que relataba Ormello que le correspondía a él y a otro sujeto a quien nunca mencionó, era el de llevar a esos sujetos al interior del avión. Una vez que estaba toda la carga humana completa salía el avión. El decía que volaban alrededor de una hora y media para el lado de la costa y cuando el piloto del avión daba la orden acerca del lugar en el que tenían que tirar a esta gente, lo que Ormello hacía era acercar a los cuerpos hasta la puerta y arrojarlos desde el aire al vacío. La anécdota que Ormello contaba graciosamente era que una vez había llegado una gorda que le colgaban las carnes y que cuando salieron a volar e iban tirando a la gente, el suponía que no le había hecho efecto la dosis que le daba el doctor y esta mujer se despertó o se despabiló y como ese tipo de avión tiene un parante, se agarró con las dos manos de parante y quedó con la mitad del cuerpo afuera y agarrada de ese parante. Entonces Ormello decía que tenían miedo de arrimarse demasiado a la puerta. Contó que "con los borceguíes le tuvimos que hacer mierda las manos a patadas hasta que la gorda se fue a la mierda…".

Manifestó este testigo que Ormello en ningún momento mencionó de dónde venían o quienes eran las personas que eran arrojadas desde el avión, solamente dijo que se trataba de "los subversivos que traían" y que iban trasladadas en un colectivo de línea. Además dejó aclarado que esa actividad la hizo mas de una vez pero no refirió si la misma ocurría con cierta periodicidad y respecto de "los Electra", explicó que se trata del otro tipo de aviones que eran utilizados por la Armada para estos vuelos y que si bien él no los vio, se sabe que eran aviones que salían siempre de Aeroparque y de distintos lugares, como Bahía Blanca, Punta Indio, y Palomar con esos fines.

En el expediente antes reseñado, luce a fs. 957/965 un informe del Equipo Argentino de Antropología Forense al cual se anexó un listado de distintos hallazgos de cadáveres en las costas de la República Oriental del Uruguay, en el cual se menciona que en algunos de los casos los cuerpos tenían las manos y pies atados.

En relación a las aeronaves utilizadas para llevar a cabo éstos "vuelos", además de los aviones que se mencionaron, existen probanzas de que fueron usados helicópteros para esos fines y en tal sentido, obra a fs. 276/302 de la causa nro. 3227/02 copias certificadas de la causa nro. 761 del registro de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal correspondientes al Legajo 96 de Lisandro Cubas y Rosario Quiroga; de las que surge el testimonio de Rubén José Castellano quien se desempeñó en la Escuela de Mecánica de la Armada hasta fines del año 1978, quien relató que recordaba que solían aterrizar en el patio de la escuela helicópteros de transporte en donde eran cargados detenidos encapuchados y llevados en dicho transporte. Que en la Escuela se comentaba que esos detenidos eran llevados a "bucear", lo que significaba que se los iba a tirar al rio. Que estando de guardia en el patio de armas vió cargar gente en helicópteros cuatro veces. Que antes de que llegaran los helicópteros era despejado el patio de armas y no se permitía el ingreso de ninguna persona, incluso los alumnos que estaban en las aulas mientras estaban los helicópteros no podían levantarse de sus asientos, recordando a su vez haber escuchado descender de noche helicópteros y que los detenidos que subían a estas aeronaves eran llevados desde la Casa de Oficiales.

A lo expuesto en el párrafo precedente, se aduna el testimonio plasmado en el Legajo CONADEP nē 688 en el cual Estela María Cornalea de Falicoff refirió ante las autoridades ante la Comisión Americana de Derechos Humanos: "Que a principios de diciembre, varias de las personas que estaban detenidas en el lugar fueron trasladadas. Aparentemente las que hacía más tiempo que estaban allí. El abogado que estaba junto a la testigo integraba ese grupo. Unas cuarenta personas en total se fueron ese día. Los hicieron formar una fila, ajustaron sus esposas, revisaron sus capuchas y grilletes y los hicieron formar una línea. Los hicieron marchar cuando el sonido de los aviones se escuchó como si hubiera aterrizado cerca. Aclaró que el el sonido de los aviones era frecuente como así también el de trenes y helicópteros dos o tres veces por día. Eschuchó que uno de los guardias preguntó a dónde los llevaban y otro le respondió que serían comida para los peces. Afortunadamente su esposo y ella aún permanecían en el lugar. Con números de la serie de 100 había tres o cuantro personas, y otras tenían números con 400, 700 y 900 etcétera. Al día siguiente trajeron a nuevas personas y lo mismo ocurrió los días siguientes. Alberto Samuel Falicoff permanece desaparecido y según los dichos de su esposa, sobrevivientes le manifestaron que fue arrojado al mar en los llamados "vuelos de la muerte".-

Otros elementos a considerar son las constancias colectadas en relacion a algunas de las personas que permanecieron detenidas ilegalmente en la Escuela de Mecánica de la Armada y que posteriormente habrían sido eliminadas mediante ese sistema, siendo que con posterioridad sus cuerpos sin vida fueron hallados e identificados.

En tal sentido, el cuerpo de quien en vida fuera María Rosa Mora (Hecho 646), quien fue privada ilegítimamente de su libertad el día 19 de abril de 1976 y mantenida clandestinamente detenida en la Escuela de Mecánica de la Armada, bajo condiciones inhumanas de vida, conforme surge del expediente 5493 del Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina; fue hallado el día 9 de mayo de 1976 en las aguas del Balneario La Floresta del Departamento de Canelones de la República Oriental del Uruguay, el cual llevaba entre 48 y 72 horas en el agua, determinándose su identidad a través de un cotejo dactiloscópico.

En el legajo indicado en el párrafo precedente, también se dio cuenta del hallazgo de otros cuerpos sin vida en las costas uruguayas, evidencia que se suma a los anteriores para dar por probada la existencia de éste sistema de eliminación de victima. Algunos de esos cuerpos se hallaban con los ojos vendados, las manos atadas y signos de castigos corporales; lo que coincide con las condiciones a las que eran sometidos los detenidos en la Escuela de Mecánica de la Armada u en otros centros clandestinos de detención.

A ello se suma que, como se indica en el legajo, el deceso de esas personas habría ocurrido en virtud de los múltiples traumatismos recibidos antes de la inmersión, lo que permite sostener que los mismos fueron arrojados con vida desde aeronaves, lo que ocasionaba en muchos de los casos que el fallecimiento de la persona se produjera por las heridas sufridas a raíz del impacto contra la superficie del agua.

Asimismo cabe enunciar los hechos identificados en autos bajo los nros. 408) Ballestrino de Careaga María Esther; 409) Ponce de Bianco, María Eugenia.; 418) Villaflor de De Vincenti, Azucena; 419) Duquet, Reneé Leonnie, en relación a los cuales, según surge del acta labrada en la causa nē 18.967/03 a fs. 8319 y a fs. 436/441 del Legajo Nro. 111 caratulado: "Cementerio Municipal de Gral. Lavalle (Bs. As.)" del Registro de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Cap. Fed., el Superior resolvió: I) DECLARAR que la persona de sexo femenino cuyo fallecimiento fuera inscripto el día 22 de diciembre de 1977, mediante acta nro. 174 del año 1977, del Registro Provincial de las Personas, Delegación General Lavalle, Provincia de Bs. As., e inhumada en la sepultura 18 del Sector B, Cuadro 3 - ex 2 - del Cementerio Municipal de la localidad citada, es AZUCENA VILLAFLOR de DE VINCENTI…II) DECLARAR que la persona de sexo femenino cuyo fallecimiento fuera inscripto el día 22 de diciembre de 1977, mediante acta nro. 175 del año 1977, del Registro Provincial de las Personas, Delegación General Lavalle, Provincia de Bs. As., e inhumada en la sepultura 19 del Sector B, Cuadro 3 - ex 2 - del Cementerio Municipal de la localidad citada, es MARIA EUGENIA PONCE de BIANCO…III) DECLARAR que la persona de sexo femenino cuyo fallecimiento fuera inscripto el día 29 de diciembre de 1977, mediante acta nro. 179 del año 1977, del Registro Provincial de las Personas, Delegación General Lavalle, Provincia de Bs. As., e inhumanda en la sepultura 23 del Sector B, Cuadro 3 - ex 2 - del Cementerio Municipal de la localidad citada, es ESTHER BALESTRINO DE CAREAGA…".

De fs. 8337 de la causa 18967/03 se desprende que en el "Incidente de Búsqueda e identificación Alice Domon y otros" del Registro de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Cap. Fed., el Superior a fs. 1120/1122 resolvió: I) DECLARAR que la persona de sexo femenino cuyo fallecimiento fuera inscripto el día 22 de diciembre de 1977, mediante acta de defunción nro. 171 del año 1977, del Registro Provincial de las Personas, Delegación General Lavalle, Provincia de Bs. As., e inhumada como N.N. masculino en la sepultura 17 del Sector B del Cementerio Municipal de la localidad citada, es LEONNIE DUQUET y respecto de las cuales se ordenó corran por cuerda de la causa nro. 18.967/03 de este Tribunal y de fs. 8434 de la causa 18967/03 que en Legajo Nro. 111 caratulado: "Cementerio Municipal de Gral. Lavalle (Bs. As.)" del Registro de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Cap. Fed. a fs. 560/562 el Superior resolvió: I) DECLARAR que la persona de sexo femenino cuyo fallecimiento fuera inscripto mediante acta nro. 173 del año 1977, del Registro Provincial de las Personas, Delegación General Lavalle, Provincia de Bs. As., e inhumada en la sepultura 20 del Sector B, Cuadro 3 - ex 2 - del Cementerio Municipal de la localidad citada, es ANGELA AUAD…".

Los cuerpos de las víctimas enunciadas, que habían sido privadas ilegítimamente de su libertad por el Grupo de Tareas 3.3.2 y luego mantenidas en la Escuela de Mecánica de la Armada, según surge de los informes producidos respecto de los restos oseos analizados, fueron hallados en las playas de la localidad en los que fueron enterrados y presentan lesiones que resultan compatibles con las que se producen por choques o golpes contra superficies duras; por lo que habrían sido arrojadas con vida desde aeronaves en vuelos de acuerdo al sistema de eliminación que se viene analizando.

En relación a este último eslabon del sistema implementado para llevar adelante la denominada "guerra antisubversiva" al que se denominó "vuelos de la muerte", habrá de destacarse que por la propia estructura de dicha metodología, no resulta posible contar con los dichos de testigos directos de la realización de esos vuelos, ya que su razón de ser era la eliminación final de las víctimas; a diferencia de otras etapas del sistema respecto de las cuales, sí se cuenta con testigos presenciales, como por ejemplo las manifestaciones de aquellas personas que permanecieron ilegalmente detenidas en la Escuela de Mecánica de la Armada, pero que no fueron "trasladadas" sino que fueron dejados en libertad.

Sin perjuicio de lo indicado en el último punto, se cuenta en autos con las manifestaciones vertidas por Adolfo Francisco Scilingo -que en la época de los hechos investigados se desempeñó como oficial de la Armada Argentina y formó parte de las actividades del Grupo de Tareas con asiento en la E.S.M.A., como así también participó en la eliminación de víctimas en los "vuelos de la muerte"- quien en el marco del proceso penal seguido en su contra en el Reino de España, en el cual sus dichos fueron tenidos por ciertos, arribándose a su respecto a una sentencia condenatoria (Sumario 19/97, Rollo de Sala 139/1997, Juzgado Central de Instrucción Nē 5 de Madrid).-

Su relato es conteste con lo expuesto por quienes estuvieron detenidos en la E.S.M.A. e hicieran mención a los denominados "vuelos de la muerte". Así, declaró entre otras cuestiones que su traslado a la E.S.M.A. se efectivizó el 15 o 16 de diciembre de 1976, llegando al centro de operaciones mas importante que tenía la Armada en la lucha antisubversiva.

Señaló Scilingo que de los vuelos de la muerte participaban aviones navales. Que en el año que estuvo en la E.S.M.A., lo insólito era la vida representada por los nacimientos, mientras que la rutina era la muerte, por eso a nadie le llamaba la atención los vuelos de los miércoles.

Relató que los vuelos se hacían todos los días miércoles y que en muchas circunstancias eran los sábados, como así también mencionó que el primer "vuelo" fue realizado en un avión DC3 y que los cuerpos de las personas arrojadas aparecieron en las costras uruguayas, informando a su vez que creía que hubo entre ciento ochenta y doscientos "vuelos", arrojando al mar en cada uno de ellos entre 15 y 30 personas.

Asimismo, declaró que el Capitán Arduino lo llamó un día y le comunicó que estaba asignado a un vuelo, el cual posteriormente se desdobló en dos, "trasladándose" un total de entre 25 y 27 personas en ambos, habiendo él participado personalmente en el primero de estos dos "vuelos de la muerte".

Que ese día -siguió relatando- las personas que iban a ser "trasladadas" se hallaban en el sótano, que el Capitán Acosta le comunicó a los detenidos que iban a ser trasladados al Sur y por lo tanto tenían que ser vacunados, por lo que les aplicaron una inyección, tras lo cual "se atontaron", comenzando a dormirse allí mismo.

Después de ello, -según sus dichos- se subió a los detenidos a camiones verdes con lonas, llevándoselos hasta Aeroparque y se los separó en dos grupos. Subieron al primero de los grupos a un avión Skyban de la Prefectura Nacional, ya que hubo problemas con el avión que iba a utilizarse, viajando Scilingo en ese primer vuelo.

Contó que, al despegar la aeronave, el médico que participó del viaje les aplicó una nueva inyección a las víctimas, se las desvistió, poniendo su ropa en bolsas y se los arrojó por la popa del avión.

Indicó que los vuelos duraron aproximadamente una hora, como así también, que no participó del segundo vuelo que realizó esa aeronave en el cual se eliminó al otro grupo de detenidos.

Dijo el nombrado, que el primer vuelo de la muerte en el que participó se realizó en el mes de junio y el otro en el mes de agosto de 1977; mientras que el segundo lo efectuó en el avión Electra, siendo el operativo del traslado hasta Aeroparque similar al anterior y que en ambos casos intervino pesonalmente en el acto físico de tirar las personas desde el avión en vuelo.

Scilingo finalmente manifestó que los días martes se realizaba un pseudo juicio en la Escuela de Mecánica en la cual los Jefes de Operaciones, Inteligencia y de Grupo, tomaban la decisión de quienes iban a ser trasladados.

Habiendo quedado probado con los testimonios antes descriptos el funcionamiento del Grupo de Tareas 3.3./2 que se ha desarrollado esta cuestión preliminar, como así también todo lo relacionado con su estructura jerárquica sus componentes, sus integrantes, su vinculación con la cadena de mandos y sus divisiones internas, como así también el sistema de eliminación física de las víctimas denominado "vuelos de la muerte" que constituía el último eslabón del sistema ilegal instituido por la Armada Argentina para llevar adelante la llamada "guerra antisubversiva", habrá de abrirse paso al tratamiento de la situación procesal del imputado en forma particular.-


I. CUESTIONES PRELIMINARES.

II. HECHOS.

450) CARDOZO, Hilda Yolanda.
III.- ELEMENTOS DE PRUEBA.

IV. SITUACIĶN PROCESAL DE J. ALBERTO POCH

B- VALORACIÓN PROBATORIA RESPECTO DE JULIO ALBERTO POCH.

B.2.3: De los escritos presentados por el defensor particular del imputado Julio Alberto Poch

C-CALIFICACIÓN LEGAL


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