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06mar18
Guta Oriental, ¿una trampa para Moscú?
El Ejército sirio ha lanzado una ofensiva de gran escala en Guta Oriental, un enclave de Damasco controlado por grupos rebeldes. La maniobra militar sucede en contradicción a lo establecido en la resolución 2401 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada tanto por sus miembros occidentales como por Rusia.
Damasco argumenta que la operación está dirigida contra grupos terroristas que quedan fuera del amparo de la resolución, como el Estado Islámico, Al Qaeda y sus afiliados, proscritos en Rusia y otros países. No obstante, simultáneamente de Guta Oriental se están expulsando a los grupos rebeldes. Según informan las fuentes de los insurgentes, las tropas gubernamentales han tomado del 10% al 20% de los territorios, que hasta ahora estaban en manos de los grupos armados.
Este es el caso de la organización Yeish al Islam, uno de los grupos más influyentes de la oposición siria. Con base en la localidad de Duma --una de las más grandes de Guta Oriental-- este grupo no ha sido incluido en la lista de las organizaciones terroristas por el Consejo de Seguridad de la ONU y sus representantes han participado en los procesos de paz de Ginebra y Astaná.
Las obligaciones de cesar los combates durante las pausas humanitarias de cinco horas, establecidas en la resolución 2401, no se han cumplido hasta ahora en el contexto del éxito militar cada vez más notable de Damasco. Según ha informado el Centro Ruso para la Reconciliación, durante la existencia del corredor humanitario, de Guta Oriental han conseguido escapar solo dos menores de edad.
"La situación alrededor del puesto de control en Guta Oriental continúa deteriorándose. Las inmediaciones son controladas por francotiradores. Para sus incursiones, los combatientes usan una red de túneles subterráneos", informó a la prensa el representante del Centro, el general Vladímir Zolotujin.
En palabras de los militares rusos, para no permitir el éxodo de la población civil, a la que usan como escudo humano, la oposición armada siria ha declarado un toque de queda. No obstante, los propios insurgentes tienen una visión distinta de la situación. De acuerdo con su versión, los civiles no logran escapar de Guta Oriental mediante los corredores humanitarios debido a los constantes bombardeos de las tropas gubernamentales sirias.
"Nuestros combatientes no obligan a la población civil a nada, tienen todo el derecho a moverse por Guta Oriental y abandonarla, si lo logran", cita Kommersant a Vail Alvan, representante de Failak Ar Rajman, uno de los grupos armados que mantiene el control sobre Guta, residenciado en Turquía.
La escalada en Guta Oriental ha sido el golpe más serio al proceso de paz en el país en los últimos meses. El otoño pasado, después del retiro de Siria de la mayor parte de la Fuerza Aérea rusa, parecía que se habían alcanzado los requisitos previos para la finalización de la fase militar del conflicto. La reunión de los líderes de Rusia, Turquía e Irán que tuvo lugar en noviembre en Sochi, debía haber marcado el inicio de la transición a un proceso de solución política.
Ahora, a vista de políticos occidentales y árabes, con el pretexto de la expulsión de los grupos terroristas, la avanzada del Ejército sirio le da a Damasco una oportunidad de expulsar también a la oposición. Por este hecho, las críticas vienen a caer sobre Moscú, que voto por la aprobación de la resolución 2401 y que propuso establecer en Guta las pausas humanitarias, escribe Kommersant.
En consecuencia, cuanto más feroz sea la confrontación en Guta Oriental y cuanto más visibles sean las victorias del Ejército sirio, mayores serán también los costos políticos para Rusia y más difícil será volver a la mesa de negociaciones que involucren a todas las partes del conflicto.
"En Damasco, han apostado por seguir la guerra hasta un final victorioso, eliminando de la agenda el tema de un Gobierno de coalición. La ofensiva de las tropas gubernamentales muestran que el presidente Asad no quiere ningún tipo de negociación política", explicó a Kommersant el director del 'think tank' Consejo de Relaciones Internacionales de Rusia, Andréi Kortunov.
En palabras del experto, para Rusia esta situación crea riesgos cualquiera que sea su decisión de apoyar o no la avanzada del Ejército sirio. "En estas circunstancias, Rusia pierde posiciones en dos frentes, no solo en Siria, sino también en sus relaciones con Occidente, que culpa a Moscú de apoyar a Damasco. Las oportunidades para un nuevo acuerdo con Occidente sobre Siria se pierden, y Moscú obtiene un nuevo problema geopolítico", concluyó Kortunov.
[Fuente: Sputnik News, Moscú, 06mar18]
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