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24feb18
Consejo de Seguridad de la ONU aprueba tregua humanitaria de 30 días en Siria
El Consejo de seguridad de la ONU aprobó por unanimidad la resolución que implanta una tregua de 30 días en todo el territorio de Siria, imprescindible para realizar las operaciones humanitarias que necesita el país árabe.
El documento exige que todas las partes cesen de inmediato los enfrentamientos por lo menos por 30 días en todo el territorio sirio, para lograr una pausa humanitaria estable que permita suministrar enseguida la ayuda humanitaria y realizar la evacuación médica de los enfermos y heridos.
El texto destaca que la tregua no abarca los grupos terroristas Daesh, Al Qaeda y Frente al Nursa (proscritos en Rusia), así como tampoco otros grupos armados asociados con esas organizaciones yihadistas.
Rusia no permitirá una interpretación arbitraria de la resolución, declaró el representante permanente ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, tras la aprobación del documento.
"Quisiera expresar mi profunda alarma en relación a las declaraciones públicas de algunos funcionarios de EEUU con amenazas de agresión contra la soberanía de Siria, advertimos inmediatamente que no admitiremos una interpretación arbitraria de la resolución recién aprobada", expresó.
El diplomático señaló que Moscú insiste en "un pronto cese de los amagos de ocupación de la llamada coalición, lo cual tendría, entre otras cosas un claro efecto humanitario".
"Esto permitiría al Gobierno de Siria dedicarse a la reconstrucción de la vida normal en todos los territorios liberados de los terroristas", indicó.
La embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, expresó sus dudas de que Damasco cumpla la resolución.
"Tenemos con mucho escepticismo respecto a cómo respetará el régimen (el cese al fuego), pero apoyamos esta resolución pero no podemos pedir menos", declaró tras la votación.
Anteriormente, EEUU lanzó duras críticas a Rusia en relación con las informaciones de que las Fuerzas Armadas sirias supuestamente intensificaron sus ataques contra la oposición en el arrabal damasceno de Guta Oriental.
Según el Departamento de Estado norteamericano, unos 400 civiles murieron resultado de la ofensiva, de lo que Washington responsabilizó a Damasco, Moscú y Teherán.
Más tarde, la portavoz del ente diplomático estadounidense, Heather Nauert, afirmó que el proceso de Astaná sobre Siria acabó en un fracaso y tildó de una "farsa" las zonas de seguridad creadas por Irán y Rusia en Siria, sin mencionar a Turquía, otro cogarante del alto el fuego en el país árabe.
En respuesta, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que la mayoría de los testimonios de las violaciones del derecho humanitario en Guta Oriental provienen de la organización Cascos Blancos, de dudosa credibilidad por haber presentado en numerosas ocasiones unas evidencias falsas que "más tarde fueron infladas para exacerbar la situación en el contexto de los esfuerzos para derrocar al Gobierno en Damasco".
Lavrov denunció que los terroristas en Guta Oriental "hacen sufrir a la población civil, impiden su salida y la usan como escudo humano".
También el Centro ruso para la reconciliación en Siria alertó de que en Guta Oriental se observa una situación humanitaria crítica y que los grupos armados no permiten que la población civil abandone las zonas bajo su control.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que las acusaciones de EEUU y la ONU contra Rusia con respecto a las muertes de la población civil en Guta Oriental carecen de fundamento y no están confirmadas por ninguna prueba concreta.
[Fuente: Sputnik News, ONU, 24feb18]
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