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14ago17
Turquía y EEUU pugnan por frenar el avance de Al Qaeda en Siria
Mientras continúa la carrera por liberar de Daesh las ciudades de Al Raqa y Deir Ezzor, en el noreste de Siria, ha quedado en el olvido otro gran bastión de las fuerzas radicales: la gobernación de Idlib, al noroeste del país. Sputnik conversó con un experto en la materia en un intento por aclarar cuál podría ser el destino de esta región.
Después de la liberación de Alepo, la región de Idlib había quedado relativamente en paz bajo el control mayoritario de Ahrar al Sham, una fuerza rebelde auspiciada en gran parte por Turquía. Sin embargo, en los últimos días, el grupo terrorista Frente Fatah al Sham –anteriormente denominado Frente al Nusra, afiliado a Al Qaeda–, ha realizado una serie de operaciones que han reforzado sus posiciones en la propia ciudad de Idlib, así como en otras localidades de la provincia.
Esta situación ha provocado una creciente preocupación en Ankara y Washington a tal nivel que, desde esas localidades, se han escuchado declaraciones sobre la necesidad de intervenir de forma más explícita en el asunto.
Y es que, según los acuerdos de Astaná, Turquía es quien asumió la responsabilidad de dividir en Idlib a los grupos insurgentes 'moderados' de los 'radicales' que, hasta ahora, han estado muy conectados. En parte, la realización de ese plan es precisamente lo que empujó a las facciones más radicales a tomar cartas en el asunto, indica el analista del Centro turco de Estudios de Oriente Medio, Oytun Orhan.
"Idlib se ha convertido de facto en un emirato de Al Qaeda. Dada las condiciones, en EEUU han empezado a discutir las posibilidades de una intervención militar en Idlib. Tales declaraciones suponen un gran riesgo para Turquía, que podría tomar la iniciativa en sus manos", precisa el analista.
Y es que, según explica Orhan, la operación podría requerir no solo de bombardeos aéreos –eficientes a nivel táctico, pero no estratégico- sino de la intervención de fuerzas terrestres para expulsar a los radicales de la región. En este caso Washington apostaría por las milicias kurdas ubicadas en la localidad de Afrin, al norte de Idlib, algo que sería totalmente inadmisible para Ankara.
"Turquía hará todo lo necesario para evitar que Occidente utilice el pretexto de combatir a Al Qaeda para poner en práctica sus proyectos geopolíticos en la región", advierte el experto.
Dada la contradicción, Rusia podría desempeñar un papel clave en la solución del asunto. Y es que Moscú y Ankara colaboran en el marco del proceso de paz, delimitando las zonas de control en las que compartirán la responsabilidad por mantener el alto el fuego en Idlib. Si la iniciativa de Astaná muestra progreso, ambos países podrían colaborar también en la expulsión de Al Qaeda de la zona. De lo contrario, EEUU podría intervenir, lo que obligaría a Rusia y las Fuerzas Armadas sirias a involucrarse en la carrera por liberar Idlib. "Por supuesto, Turquía estaría muy preocupada con la puesta en práctica de este último escenario".
[Fuente: Sputnik News, Moscú, 14ago17]
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