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15dic16
La verdad sobre Siria: Testimonios de un reportero desde el corazón del conflicto
Mientras más se acerca el fin de la campaña de Siria y Rusia en Alepo, más los medios occidentales se empeñan en divulgar información desacreditadora, incluso llegando a caer en falsedades. Al menos así lo afirma en entrevista exclusiva a Sputnik, Pedro García, corresponsal de Prensa Latina en Siria quien se encuentra en estos momentos en Alepo.
Según García (quien es actualmente uno de los pocos periodistas del mundo occidental acreditado permanentemente en Damasco) comparando los informes occidentales con las fuentes que entrevista en el terreno, lo que ha visto con sus propios ojos y lo que ha comprobado en persona, evidentemente existe una manipulación mediática que falsea realidades. Puede llegar, incluso, a niveles como el del ministro de relaciones exteriores francés, quien dijo que el Gobierno sirio iba a masacrar a los insurgentes.
"Esto es totalmente falso. Al contrario, el Gobierno sirio junto con el Centro ruso para la reconciliación, está promoviendo treguas constantes que en muchos casos no están siendo respetadas por los terroristas".
La idea y el objetivo principal de esta campaña mediática es rescatar a los grupos de combatientes más extremistas, que aún mantienen unos dos kilómetros cuadrados del oriente de Alepo, para tratar de preservar incluso a los agentes de inteligencia que tienen infiltrados, pero no hablan de que esos grupos tienen a casi un centenar de soldados sirios secuestrados. "Entonces no quieren dejarse torcer el brazo, porque hay oscuridad en lo que puedan decir", anota. "Ya es un hecho: el mundo occidental está comprometido con los terroristas".
García compartió su experiencia personal en Siria, diciendo que si alguien va a Alepo o Damasco y habla con la gente común de la calle, se dará cuenta de que lo que dicen los medios occidentales es mentira. Más de 100.000 pobladores viven en la parte oeste de Alepo, donde se encuentra el Ejército sirio y se garantiza un mínimo de servicios a pesar de la destrucción y la guerra. Algo que no sucede en la parte este, donde estuvieron los terroristas que han convertido las escuelas y los hospitales en sus cuarteles y almacenes de municiones.
Respecto a las propias municiones, el reportero confirmó que muchas de estas son fabricadas en EEUU y llegan a manos de los terroristas a través de Turquía y Catar. "Está comprobado que hay una empresa Búlgara —miembro de la OTAN— involucrada en eso", aclaró. Hay que darse cuenta que la frontera de Siria con Turquía es de más de 800km y está totalmente abierta.
Hay toda una táctica preparada desde hace muchos años con células dormidas en territorio sirio, con espías y saboteadores que atentan contra cualquier persona, atestigua. O sea, no solo disparan con mortero a unidades militares del Ejército sirio, lo hacen contra barrios civiles donde hay escuelas y niños. Y a esos individuos son a los que defiende occidente, denuncia García.
"Yo radico en Damasco, en un barrio cercano al centro de la ciudad [controlado por las fuerzas gubernamentales]. Es un barrio pacifico, Mezzeh 86, en donde han caído proyectiles de mortero en una escuela, en medio de avenidas donde caminan personas. No son objetivos militares. ¿Qué sentido tiene eso? Lo que quieren es aterrorizar a la población, crear pánico".
Evidentemente, continua García, como Occidente domina un gran porciento de los medios de comunicación y los satélites, bloquean los sistemas de televisión sirios, para evitar que esa información salga de Damasco y llegue a donde tiene que llegar. O sea, que el bloqueo no es solo mediático, es tecnológico. No hay un solo satélite occidental que Siria pueda usar para difundir sus propias ideas. Es la tergiversación de la realidad en beneficio propio.
El periodista recordó además que Rusia respondió a una petición de Bashar Asad, en el marco del convenio de colaboración vigente entre Rusia y Siria aún desde los años de la Unión Soviética. Así que jurídicamente, la ayuda que Rusia presta a Siria es legal y no puede calificarse de intervención. Mientras tanto, la presencia de fuerzas de Turquía, Estados Unidos, Reino Unido y Francia no está respaldada jurídicamente incluso por leyes establecidas por Naciones Unidas. Mientras, el Gobierno sirio con el apoyo de Rusia, ha llevado a cabo negociaciones políticas muy sensatas, con el continuo establecimiento de treguas humanitarias.
García además calificó de provocación las declaraciones del Pentágono, sobre la posibilidad de que los terroristas se hayan apoderado de algunos sistemas antiaéreos al tomar Palmira, advirtiendo que esas afirmaciones podrían ser en realidad una preparación informativa para un eventual suministro de estos sistemas a fuerzas radicales.
Occidente ha hecho todo para destruir una nación que vivía bajo una constitución y en donde las personas se trataban con mucha tolerancia, pero que no quería someterse a las imposiciones externas, considera García.
"Yo conozco chiíes, sunníes, drusos, alauitas que viven como personas normales. Incluso los palestinos, que tienen los mismos derechos que los sirios. ¿Quién alienta que entre ellos haya tiroteos y se corten las cabezas?"
García considera una hipocresía las continuas declaraciones e informes sobre el sufrimiento y las víctimas infantiles, supuestamente provocados por las acciones de la campaña antiterrorista que realizan Rusia y Siria, sobre todo después de las acciones de EEUU y sus aliados en Irak y Libia.
Según consideraciones de García, lejos de la paz y la democracia, lo que han traído es el caos a países como Afganistán, Irak y Libia. Y eso es de total conveniencia para el consorcio militar industrial, que se aprovecha de la situación para vender más armas y municiones. Además, la anfetamina Captagon —una droga prohibida en todo el mundo desde 1986— es distribuida en la región desde Arabia Saudí.
Y nada de esto se menciona en Occidente, ya que lamentablemente, muchos de los 'think tank' —'tanques del pensamiento', como se les dice a los medios o figuras de mayor influencia ideológica— son de origen árabe o paquistaní. El trabajo de inteligencia intenta desvanecer el mundo árabe, que tiene una personalidad propia y nacionalidades muy definidas. Lo hacen porque poseen las mayores reservas de petróleo y este es la garantía del presente y del futuro.
Es por todo eso que Rusia, y últimamente China, tienen la obligación de usar su derecho al veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Porque si dejan pasar alguna resolución que establezca una tregua permanente con los radicales o imponga zonas de exclusión aéreas en Siria, sucederá lo mismo que ya pasó en Libia. Lo que hicieron EEUU, Reino Unido y Francia en Libia, fue acabar con el país más próspero de África.
[Fuente: Sputnik News, Moscú, 15dic16]
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