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11sep16
¿Quién es quién en el conflicto de Siria?
La guerra en Siria se ha hecho casi incomprensible incluso para la propia población del país. Por el momento, no existe un frente unido —los grupos terroristas luchan entre sí y contra las fuerzas gubernamentales y antigubernamentales—.
En el marco de un nuevo acuerdo sobre el arreglo sirio, Sputnik le ofrece un retrato de lo que pasa.
El conflicto armado que comenzó en Siria en marzo de 2011 se llevó la vida de más de 220 mil personas.
Varias potencias mundiales —sobre todo, Rusia y EEUU— están involucradas en el arreglo de la crisis siria. No obstante, hasta el momento los dos 'pacificadores' más activos no habían logrado una coordinación acerca del conflicto.
El 9 de septiembre el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, se reunieron en Ginebra para intentar ponerse de acuerdo sobre la coordinación de las acciones en Siria y las posibilidades de un arreglo pacífico.
El compromiso, que debe marcar un antes y un después del conflicto afectará a los siguientes participantes del proceso.
El 'medio reino' de Asad
Una de las partes del conflicto son las autoridades sirias encabezadas por el presidente del país, Bashar Asad. Hace un par de años el poder de Asad estuvo a punto de colapsar: las mayores ciudades, los principales yacimientos de petróleo y la infraestructura clave del país habían sido tomados por las fuerzas opositores y los grupos terroristas.
Además, el Ejército gubernamental sufrió un enorme daño —de las 325.000 personas que habían integrado las fuerzas armadas del país no quedaron más de 100.000—.
No obstante, después de que Moscú interviniera en el conflicto, Damasco logró revertir la situación y tomar la ofensiva en áreas clave. Por el momento, el Ejército sirio controla entre el 40% y 45% del territorio del país, incluidas ciudades tales como Damasco, Latakia, Tartús y Homs.
El Gobierno de Asad cuenta con el apoyo militar de Rusia, Irán, el grupo libanés 'Hezbollah' y los chiíes iraquíes. Al mismo tiempo, Rusia en reiteradas ocasiones subrayó que su objetivo no es apoyar al líder sirio personalmente, sino ayudar al país árabe a combatir contra los terroristas y salvarlo de la desintegración.
La segunda vida del Ejército Libre
La llamada oposición moderada de Siria es otro jugador importante de la crisis. A principios de la guerra, su núcleo fue el Ejército Sirio Libre que logró unir a casi todas las fracciones antigubernamentales por un breve periodo de tiempo.
La oposición moderada del conflicto sirio está respaldada por el Reino Unido, Catar, EEUU, Francia, Turquía y Arabia Saudí, que suministran a los rebeldes armas, equipamiento y vehículos.
Sin embargo, esta ayuda no contribuyó a preservar la integridad de la oposición siria que se fragmentó en numerosos grupos separados, que suelen actuar de manera independiente sin coordinación entre sí.
De este modo, tras la aparición de Daesh y Frente Fatah al Sham (antiguamente llamado Frente Al-Nusra) —grupos terroristas proscritos en Rusia y otros países— tanto la oposición moderada, como el Ejército Sirio Libre dejaron de existir en calidad de grupos armados independientes con mando centralizado. Por el momento, la mayoría de unas 60 unidades que luchan bajo la bandera del Ejército Libre están controladas por Fatah al Sham.
Recientemente, el Ejército Sirio Libre se ha convertido en el objeto de atención de los medios internacionales debido al inicio de la operación militar terrestre llevada a cabo por Turquía en el norte de Siria.
Así, la ofensiva de las tropas turcas se realiza en conjunto con las unidades del Ejército Libre, las cuales, según informó la agencia de noticias turca Anadolu, lograron librar el territorio fronterizo entre los dos países de los militantes de Daesh.
Grupos terroristas proscritos en Rusia
El antagonista más serio de las fuerzas gubernamentales del país son los grupos terroristas, proscritos en Rusia y muchos otros países, —Daesh y Fatah al Sham, el antiguo Frente al Nusra—.
A propósito, esta frase —lo de "proscrito"— repetida en los materiales de Sputnik, se debe al cumplimiento de la ley federal rusa que insta a los medios de comunicación a precisar el estatus jurídico de estos grupos una vez mencionados.
Daesh fue creado sobre la base de la unidad iraquí de Al Qaeda hace diez años, en 2006, y desde entonces, al controlar vastas zonas de Irak y Siria, ha logrado convertirse en una de las principales amenazas para la seguridad internacional.
Además, Daesh es uno de los grupos terroristas más ricos, con un presupuesto de 2.3 mil millones de dólares, una fortuna que se repone constantemente a través de las especulaciones en el mercado negro de petróleo.
El número exacto de los militantes de Daesh se desconoce. Sin embargo, según estimaciones, oscila entre 250.000 y 400.000 personas, las cuales controlan cerca del 40% del territorio de Siria —el norte de la provincia de Homs, una parte de Al Raqa y Deir ez-Zor—.
Por supuesto, ninguna nación abiertamente proporciona apoyo a Daesh. No obstante, según indican algunas fuentes, varios países de la región mantienen cooperación con los militantes en el ámbito del comercio de petróleo.
Fatah al Sham nació a principios de 2012 y también sobre la base de la agrupación local de Al Qaeda. Se conoce como uno de los grupos más agresivos entre los opositores del régimen de Asad. Los militantes de Fatah al Sham llevan a cabo atentados suicidas, represiones salvajes contra la población civil y los soldados capturados, entre otros crímenes de guerra.
El número de militantes de este grupo terrorista es comparable al de Daesh. Por el momento, un 25% del territorio de Siria está controlado por Fatah al Sham —toda la provincia de Idlib, unos suburbios de Damasco, la mitad de las provincias de Deraa y Quneitra—.
No obstante, hay un rasgo común entre la oposición moderada y los grupos radicales —la falta de coherencia y coordinación—. Asimismo, según informa el Ministerio de Defensa de Rusia, entre los terroristas existen serias discrepancias —que provocan incluso atentados— acerca del control sobre los flujos de efectivo y los territorios.
Los tres frentes de los kurdos
Los kurdos son una de las partes más fogueadas del conflicto sirio. Empezaron a luchar entre las filas del Ejército Sirio Libre, pero poco después decidieron actuar de forma independiente.
Los kurdos sirios representan alrededor de 10% de la población total del país y residen principalmente en el norte de Siria. En marzo de 2016 anunciaron la creación de una región autónoma con su propio gobierno, parlamento y fuerzas de orden.
El Partido de la Unión Democrática y el Consejo Nacional Kurdo son las principales estructuras militares y políticas de los kurdos, mientras que las numerosas unidades de autodefensa popular constituyen el principal brazo armado.
En agosto de 2016 los kurdos liberaron la ciudad de Manbij de los militantes de Daesh con la ayuda de la coalición internacional encabezada por EEUU. Por el momento, las unidades de autodefensa popular kurdas sostienen la ofensiva en el norte de la provincia de Alepo y avanzan hacia la ciudad de El-Bab.
No obstante, la situación de los kurdos está agravada por el hecho de que se ven obligados a luchar en tres frentes simultáneamente —contra los yihadistas, el Ejército Sirio Libre y las unidades turcas que los califican de terroristas—.
Las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia
A pesar de que la mayor parte de las fuerzas rusas se retiraron del territorio de Siria, su presencia sigue siendo uno de los factores decisivos del conflicto.
Rusia no ha abandonado su compromiso y obligaciones de suministrar apoyo al Gobierno sirio y llevar a cabo la formación de especialistas militares. Además, siguen funcionando la base aérea de Hmeymim, el punto de apoyo logístico en Tartus y el Centro de Reconciliación ruso.
Durante la operación militar de Rusia en Siria, que tuvo lugar entre septiembre de 2015 y marzo de 2016, la aviación del país eslavo realizó más de 9.000 vuelos. Los ataques contribuyeron a interrumpir —en algunos casos, a detener por completo— los flujos de abastecimiento de los recursos a los terroristas. Además, fueron liquidados miles de extremistas y más de 200 objetos de la infraestructura petrolera.
Al mismo tiempo, Moscú ha enfatizado en más de una ocasión su disposición de cooperar con cualquiera que esté realmente interesado en el arreglo de la crisis siria, sobre todo con Washington, el cual, hasta las recientes negociaciones en Ginebra el 9 de septiembre, había eludido la cuestión.
EEUU: La crisis de la coalición
Hasta el momento, EEUU ha preferido actuar en el marco de la coalición internacional antiterrorista, la cual creó el propio Washington en septiembre de 2014 sin haber recibido la autorización de las autoridades de Siria, ni del Consejo de Seguridad de la ONU.
Por lo tanto, las actividades llevadas a cabo por la coalición no se consideran legítimas desde el punto de vista del derecho internacional.
Es probable que pronto la situación pueda cambiar de rumbo debido al acuerdo sobre el arreglo de la crisis siria, conseguido por Rusia y EEUU en Ginebra el 9 de septiembre. Sin embargo, por el momento no se conoce un detallado plan de la futura cooperación en este asunto ni cómo quedará el estatus oficial de la presencia militar estadounidense.
Anteriormente más de 60 países de la región declararon su disposición a participar en la coalición y algunos de ellos realizan misiones de combate aéreas en Siria.
Además, se asignan amplios recursos financieros para las actividades de la coalición: según los datos del agosto de 2015, la campaña contra Daesh ya había costado 3.87 mil millones de dólares. No obstante, los rendimientos reales no son claros.
Así, se desconoce el número exacto de los terroristas liquidados. En junio de 2015 el Departamento de Estado de EEUU difundió la cifra de 10.000 islamistas aniquilados, pero los analistas la consideran demasiado optimista.
Tampoco se conoce el número de las bajas civiles. Según el grupo de periodistas independientes Airwars, publicados en el mismo verano de 2015, 450 civiles —incluidos 100 niños— murieron en los ataques aéreos de la coalición.
La realización efectiva de la función pacificadora de la coalición se ve menoscabada por las discrepancias persistentes entre sus miembros —sobre todo, entre Turquía y Arabia Saudí—. De esta manera, los expertos no excluyen la posibilidad de que uno de estos países pueda salir de la alianza.
"Arabia Saudí está a punto de marcharse de la coalición debido al hecho de que la operación de Turquía en Siria amenaza la influencia de los sauditas", afirma el experto de los conflictos militares ruso, Dmitri Evstáfiev, además de añadir que la crisis de la coalición ya ha alcanzado su límite.
Y Turquía también
A finales del verano de 2016, otro jugador activo e independiente salió al escenario del conflicto sirio. El 24 de agosto el Ejército de Turquía inició la operación bautizada 'Escudo de Éufrates' contra Daesh y otros grupos terroristas.
Según las autoridades turcas, durante los primeros 15 días de la operación lus tropas lograron eliminar a 110 terroristas en el territorio de Siria. Además, Ankara declaró su disposición de llevar a cabo acciones conjuntas con EEUU en la región de la ciudad de Raqqa y de imponer la zona de exclusión aérea en todo el país.
No obstante, Damasco calificó la operación turca de una violación de la soberanía. Además, el Ministerio de Exteriores ruso indicó la posibilidad de que las acciones de Ankara pudieran agravar aún más la situación política y militar en Siria y tener un impacto negativo para los esfuerzos de la comunidad internacional para desarrollar un esquema del arreglo en el país.
[Fuente: Sputnik News, Moscú, 11sep16]
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