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23ago14
Miles de extranjeros combaten junto al grupo terrorista ISIS
Podrían ser hasta 50 mil combatientes, incluidos unos 12.000 extranjeros de 50 países. Sólo de Estados Unidos habría 100. Las cifras asombran, pero lo que asusta es su vertiginoso despliegue en Oriente Medio y su despiadada violencia. La banda terrorista ultraislámica "Estado Islámico para Irak y Siria" (ISIS, por sus siglas en inglés), que arrasa en esos países y que decapitó hace pocos días al periodista James Foley, alarma a la Casa Blanca: es considerada hoy la mayor amenaza para Estados Unidos.
Albert Goldson, experto en terrorismo y miembro de la Asociación de ex funcionarios de Inteligencia estadounidense, dijo a Clarín que "la fuerza psicológica del ISIS es su durísima doctrina pro sunnita. Ofrece un gran atractivo para reclutar combatientes (locales y extranjeros) que ven a otros grupos como "demasiado políticos" y propensos a cambiar alianzas según les convenga. El ISIS es terrorismo llevado al extremo, por eso los rebeldes en Siria han frenado su avance".
El ISIS provoca mayor peligro que un grupo terrorista convencional y tiene una visión que puede cambiar radicalmente el rostro de Oriente Medio, coinciden funcionarios de Defensa de los Estados Unidos. Los jihadistas del ISIS pueden ser contenidos y hasta al final derrotados por las fuerzas locales, ayudada por los bombardeos estadounidenses, pero es vital que la población sunnita, tanto en Siria como en Irak, rechace a este grupo, dijeron a la prensa el secretario de Defensa Chuck Hagel y el general Martin Dempsey.
Hagel advirtió que el ISIS está mejor armado, entrenado y financiado que cualquier otro grupo de la actualidad. "Combinan una ideología y una experta táctica y estrategia militar. Además, están tremendamente bien financiados. Es algo que nunca vimos", señaló.
El general Dempsey, jefe del Estado Mayor conjunto, asegura que el grupo adhiere a una ideología "fanática" y una "visión de largo plazo" para apoderarse de Líbano, Israel y Kuwait, además de Siria e Irak, donde ahora se consolidan. "Si ellos consiguen eso, cambiaría fundamentalmente el rostro de Oriente Medio y crearía un escenario de seguridad que ciertamente amenazaría a los Estados Unidos de muchas maneras", señaló.
Ben Rhodes, consejero adjunto de Seguridad de la Casa Blanca, reconoció que el ISIS "ha ganado capacidad" en los últimos meses y señaló que el Gobierno estadounidense se toma "muy en serio" las amenazas que este grupo puede suponer para Estados Unidos.
Según un informe reciente de Soufan Group, una organización que proporciona servicios de inteligencia a Gobiernos e instituciones, más de 12.000 combatientes extranjeros de 81 países han entrado a Siria desde que empezó el conflicto hace tres años, y de ellos unos 3.000 proceden de países occidentales. El informe, que cita datos oficiales gubernamentales, sostiene que entre los combatientes extranjeros en Siria hay más de 70 estadounidenses, 51 españoles, más de 3.000 tunecinos, 2.500 saudíes, 1.500 marroquíes, más de 800 rusos, más de 700 franceses, alrededor de 400 turcos y 400 británicos. Cita además unos 250 belgas y 250 australianos, mientras que Chile y Portugal están incluidos entre otras nacionalidades de las que se tienen informes, pero no figura una cifra oficial. La edad típica de un combatiente extranjero es de entre 18 y 29 años, y la mayoría de ellos no tienen formación militar ni conocimiento del islam, de acuerdo con el reporte.
La vocera del Departamento de Estado, Marie Harf, confirmó esas cifras, pero fuentes de la misma cancillería elevaron la cifra de los combatientes del grupo ISIS de origen estadounidenses a cerca de 100.
Respecto al financiamiento de este grupo ultraislámico, varios países árabes habían apostado dinero a sus manos para frenar la influencia iraní en la pelea contra el régimen sirio de Bashar Al Assad. Goldson señaló a Clarín que, además, "el ISIS tiene planes muy prácticos para el largo plazo y las refinerías de petróleo son una fuente presente y futura de financiamiento para sus acciones en el terreno y también afuera. Las refinerías le proveen dinero directo, en vez de confiar en financiamiento de fuentes externas que podrían condicionar su estrategia". Si bien no podrían vender legalmente, siempre hay intermediarios dispuestos a ofrecer petróleo, dice Goldson. Respecto a posibles atentados en Occidente, Goldson cree que "esta organización es muy peligrosa por su disciplina". "Amenazar a Occidente es una buena táctica para promocionarse, pero su objetivo mayor, en el corto plazo, es consolidar su poder localmente antes de virar hacia un objetivo externo", sostiene.
[Fuente: Por Paula Lugones, Clarín, Bs As, 23ago14]
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