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16may14
Qatar decide reemplazar a Al Yazira para tratar de desligarse de su relación con Al Qaeda en las "primaveras árabes"
A Al Yazira le ha salido un rival en los confines de su propia patria. El poderoso emirato de Qatar ultima el lanzamiento de un nuevo canal de televisión en árabe que servirá de alternativa a una cadena denostada en la región por su entusiasta cobertura de las revueltas árabes. "Es un intento de crear una televisión con una posición más comedida en ciertos asuntos políticos, en particular en el apartado de los Hermanos Musulmanes y su situación en Siria y Egipto", explica a EL MUNDO Michael Stephens, subdirector del Royal United Services Institute de Londres y experto en Qatar.
La emisora, registrada en Reino Unido con el nombre de Al Araby, tendrá su cuartel general en la capital británica y enviará su señal a un mercado con más de 400 millones de telespectadores. Contará con 11 oficinas en todo el mundo y sus responsables se hallan en pleno proceso de contratación de personal. Buscan corresponsales, redactores, productores, cámaras y técnicos, según los anuncios de empleo publicados en las últimas semanas. "Al Araby sigue los estrictos estándares editoriales internacionales de equilibrio, objetividad, precisión y rendición de cuentas", promete el canal en su embrionaria página web. Aunque inicialmente tenía previsto arrancar a principios de este año, la presentación en sociedad de la cadena se ha retrasado y no hay fecha definitiva.
"Se trata de crear una nueva marca para corregir la imagen de Qatar y servir a una nueva política internacional", subraya el politólogo. El país más rico del mundo, con el mayor PIB por habitante del planeta, vive tiempos de zozobra. El pasado junio -tras la abdicación de su padre- el jeque Tamim bin Hamad al Thani, de 33 años, tomó las riendas del emirato. Una semana después, el golpe de Estado que desalojó del poder en Egipto a los Hermanos Musulmanes inauguró su creciente aislamiento regional. La petromonarquía se convirtió en refugio de líderes islamistas y no dudó en usar el poder blando de Al Yazira para dar oxígeno al movimiento islamista más influyente del mundo y denunciar la feroz campaña de represión lanzada por ejército y policía.
La crisis alcanzó su cenit en marzo cuando Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein retiraron a sus embajadores de Doha y Riad declaró organización terrorista a la Hermandad. "En el emirato reconocen que tienen que repensar algunas de las políticas responsables de los problemas actuales", apunta Stephens. Y uno de sus principales quebraderos de cabeza es Al Yazira, la televisión fundada en 1996 por el padre del nuevo emir que despuntó durante la cobertura de la guerra de Afganistán en 2001 y la invasión estadounidense de Irak en 2003 y se consolidó como referencia una década después al socaire de la Primavera Árabe.
Lavado de cara
"La nueva cadena no va a reemplazar a Al Yazira, un canal que ha cosechado un gran éxito y que es demasiado grande como para hacerlo desaparecer", pronostica el analista. Ni siquiera busca el mismo público. El verdadero competidor de Al Araby es la saudí Al Arabiya. En el último año, sin embargo, Al Yazira -consciente de su descrédito en ciertos sectores- ha rebautizado alguno de sus canales. A principios de 2014 todas las emisoras de Al Yazira Sports mudaron su nombre y pasaron a llamarse beIN Sports, una marca global propiedad de la empresa qatarí y una filial de Tuner Warner con un amplio catálogo de derechos de emisión deportivos, incluidas la Liga y la Copa del Rey.
Acusada de parcialidad en Egipto, Al Yazira sufre una brutal campaña de hostigamiento en la tierra de los faraones. Sus instalaciones han sido confiscadas y cuatro de sus periodistas han sido encarcelados. Uno de ellos, Abdalá el Shami, lleva entra rejas desde agosto sin que se hayan presentado cargos en su contra. Otros tres reporteros fueron arrestados a finales de diciembre y han sido acusados de colaboración con organización terrorista a pesar de que -como señala Stephens- pertenecen al canal en inglés cuya cobertura informativa es "mucho más equilibrada" que la de su hermana en árabe.
A diferencia de Al Yazira -financiada directamente por el emir-, la propiedad del nuevo medio de comunicación -al que se suma un portal de noticias también con sede en Londres- es más opaca. El cerebro de la operación es el palestino Azmi Bishara, director del Centro Árabe de Investigación y Estudios Políticos de Doha y estrecho colaborador del joven emir. "No creo que necesariamente sea una iniciativa en la que el emir esté al mando pero sí que Bishara, conocido por su repudio a la Hermandad, es quien la recomendó", concluye el politólogo. De momento y mientras estrena parrilla, el contrapeso de Al Yazira vive de las buenas intenciones de su web: "Nuestro canal será la plataforma para los jóvenes árabes, sus voces, su talento y su energía".
[Fuente: Por Francisco Carrión, El Cairo, El Mundo, Madrid, 16may14]
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