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21ago12
Una empresa catalana, en la 'lista negra' de EEUU por vender a Siria material para misiles
El Departamento de Estado de EEUU alertó en febrero de 2010 al Gobierno español de que la empresa catalana Coll Vilaró S. A. estaba vendiendo a Siria componentes que podían ser utilizados para la fabricación de misiles balísticos. Una portavoz de la compañía, con sede en Badalona, ha confirmado a El Confidencial que hizo negocios con el régimen de Bachar el Asad, pero aseguró desconocer que el material suministrado a Damasco hubiese sido desviado al programa de armamento sirio.
Un cable clasificado como secreto remitido por el Departamento de Estado a la embajada de EEUU en Madrid el 1 de febrero de 2010 advertía de que la firma catalana Coll Vilaró S. A. estaba suministrando a la compañía siria Business Lab rodamientos de alta precisión fabricados en Suiza. Las autoridades estadounidenses daban por hecho que esos componentes serían luego desviados al Centro de Estudios e Investigaciones Científicas, dependiente del Ministerio de Defensa sirio, "el organismo responsable del programa de armas de destrucción masiva y misiles balísticos" del país árabe.
El cable del Departamento de Estado, incluido en una de las últimas oleadas de documentos diplomáticos estadounidenses filtrada por la web Wikileaks, sostiene que los rodamientos de Coll Vilaró "pueden ser utilizados en la fabricación de giroscopios", un componente esencial del sistema de guiado de misiles, y que su destino era "el programa sirio de misiles balísticos".
Washington daba precisas instrucciones en ese cable secreto a su embajada en Madrid para que trasladase la información al Gobierno español y urgiese a éste a "utilizar todos los medios disponibles para garantizar que Coll Vilaró no está actuando, aunque fuera involuntariamente, como fuente de suministro del Centro de Estudios e Investigaciones Científicas y otras entidades relacionadas con el programa de armamento sirio".
Reunión en Madrid
La embajada estadounidense en Madrid cumplió de inmediato las órdenes de Washington. El 10 de febrero de 2010, tan solo nueve días después de recibir el cable, el encargado de negocios y número dos de la legación diplomática, Arnold A. Chacon, se reunió con Carlos Torres, entonces consejero de desarme y no proliferación nuclear del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Chacon informó a Torres de la preocupación de EEUU por los contactos comerciales de la empresa Coll Vilaró S. A. con el régimen sirio, y el funcionario español se comprometió a trasladar esa información al Ministerio de Industria. El relato de esa reunión figura en un cable, clasificado también como secreto, que la embajada en Madrid remitió el 19 de febrero de 2010 al Departamento de Estado.
El interés estadounidense por frenar el desarrollo del programa de misiles balísticos sirio se justificaba por el temor a que la proliferación de armamento en la región, con Damasco erigido en uno de los principales suministradores de milicias como Hamás y Hezbolá, amenazase los intereses y la seguridad de Washington y su principal aliado en la zona, Israel. De hecho, un cable del Departamento de Estado aseguraba que "aplastantes pruebas indican que Siria provee no solo soporte logístico para el transporte de armas a Hezbolá, sino que es la fuente principal de suministro".
Otro cable secreto, fechado cuatro meses antes del enviado a la embajada de EEUU en Madrid, aseguraba que "Siria es otro de los clientes clave de Corea del Norte, que ha suministrado a Damasco misiles Scud-C con alcance de 500 kilómetros y tecnología para ellos, así como tecnología para una variante del Scud con 700 kilómetros de alcance, definido en Siria como el Scud-D".
[Fuente: Por José A. Lobo, El Confidencial, Madrid, 21ago12]
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