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24sep13
Siria, batalla inconclusa de la diplomacia rusa
El control internacional sobre los arsenales químicos sirios y el ulterior proceso de destrucción de ese tipo de armamento, resultantes de los ingentes esfuerzos de la diplomacia rusa, conjuraron la posibilidad de un ataque militar externo, aunque quizás solo por un tiempo.
Sin duda, la propuesta rusa ha forzado a colocar el debate en torno a Siria bajo jurisdicción del Consejo de Seguridad de la ONU, a pesar de las maniobras de Estados Unidos y aliados occidentales, para imponer el uso de la fuerza contra el país árabe, como único recurso.
Para muchos entendidos, la victoria sobre los llamados halcones de la guerra es parcial, toda vez que no hay un compromiso firme de parte de Washington y sus aliados con un arreglo pacífico del conflicto interno sirio.
Rusia en el tema sirio obtuvo un gran triunfo diplomático, pero por ahora hemos vencido en un solo combate, mientras la guerra continúa, afirmó Veronika Krasheninnikova, directora general del Instituto de Investigaciones e Iniciativas de Política Exterior, en entrevista exclusiva a Prensa Latina.
Advirtió que Estados Unidos no ha renunciado a un cambio de régimen en Siria, de lo cual dan fe los sucesivos discursos de los últimos tiempos. Se trata tan solo de un rejuego de instrumentos, y en virtud de ello, el presidente Barack Obama anunció un aplazamiento de los bombardeos.
Hizo énfasis Krasheninnikova en que dentro de la nueva receta -del control internacional de las armas químicas- Estados Unidos de cualquier manera se arrogó la facultad de asestar un golpe, en caso de que el "régimen de Assad" no cumpla con sus promesas, según su juicio.
Está claro que, cumpla o no cumpla Assad, Washington será el que juzgue, indicó la analista en temas políticos.
Sin embargo, agregó, que con todo su arsenal propagandístico puesto a prueba en múltiples ocasiones, en el caso sirio la demoledora maquinaria informativa norteamericana no ha funcionado.
En opinión de la también miembro de la Cámara Social de Rusia, la Casa Blanca no ha logrado convencer a la opinión pública estadounidense (más de la mitad de los norteamericanos rechaza eventuales bombardeos contra Siria, según encuestas), ni a buena parte de los congresistas, pese a contar con un fuerte lobby entre los legisladores.
Consideró al respecto que ha sido un caso único en los últimos 20 años, que "la sociedad estadounidense y congresistas se nieguen a sancionar la política militarista del Poder Ejecutivo".
Krasheninnikova asoció el estado de opinión a una influencia, quizás, del
artículo del presidente Vladimir Putin, insertado en la portada del rotativo The New York Times, a través del cual se dirigió a Obama, con la petición de renunciar al lenguaje de la fuerza, y a no atacar a Siria.
"No obstante, es temprano para festejar la victoria. Es necesario seguir desarrollando los éxitos, continuar los esfuerzos en pos de un arreglo pacífico y mantenernos con los principios en este asunto", sugirió la politóloga rusa.
Solo así, acentuó, podremos triunfar en la batalla por Siria, y también por Rusia, en última instancia.
La invasion terrorista contra Siria
Para la experta rusa, en el panorama interno sirio están presentes rasgos característicos de una guerra civil y de un conflicto interconfesional. Hay otros autores partidarios de un choque de civilizaciones.
Actores externos, como Estados Unidos, se han propuesto con la crisis siria, el derrocamiento por la fuerza del gobierno del presidente Bashar Al Assad, afirmó Krasheninnikova en su amplia entrevista a Prensa Latina.
Con el fracaso de la revolución de colores en ese país, observó, Washington, y la oposición siria más recalcitrante, han apelado a todos los instrumentos posibles, incluidos el extremismo radical y el terrorismo.
Recordó que decenas de veces Estados Unidos empleó métodos violentos, como el uso de mercenarios, contra otros países. Siria no es la excepción. En la nación árabe combaten contra el Gobierno armados ilegales de unos 28 Estados.
Estamos en presencia de una invasión terrorista internacional en Siria, para lo cual Estados Unidos emplea los recursos de sus aliados en la región del Medio Oriente, y occidentales, como Francia y Reino Unido, sentenció la politóloga rusa.
Como trasfondo de esta agresión encubierta, a su juicio, descansa la doctrina estadounidense de no permitir el surgimiento de un Estado - como el sirio- o de bloques de países que puedan desafiar las aspiraciones norteamericanas al dominio mundial, y no se subordinen a sus dictámenes.
Así, en la estrategia de hegemonía coinciden los intereses del poder político y del capital, que "son inseparables" y trabajan a dos manos.
Se sabe que la conquista de nuevos territorios deviene usurpación de nuevos mercados de consumo, fuerza de trabajo barata y control sobre recursos naturales, un algoritmo que funciona en tiempos de crisis económicas.
Evocó en ese sentido la cruzada militar de Estados Unidos en Libia, vista como la puerta hacia los recursos africanos, en franca concurrencia con la presencia de China en el continente.
En el Medio Oriente, Siria representa una pieza clave en la brújula de Washington para llegar hasta Irán, y luego a Rusia, en el contexto de un escenario de desestabilización, como el que reina en la nación árabe, sustentó su tesis la experta rusa.
Para contrarrestar esas amenazas, Rusia está llamada a ayudar a Siria.
[Fuente: Por Odalys Buscarón, Prensa Latina, Moscú, 24sep13]
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