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14abr13
Rusia rechaza eventual resolución en ONU contra Siria
La cancillería rusa criticó otro nuevo proyecto de resolución contra Siria en la ONU, como elemento adicional a la escalada de tensiones y confrontación que vive ese país en lugar de favorecer una solución política y pacífica.
Una serie de estados prepararon un proyecto de resolución ante la Asamblea General de la ONU y prevén someterla a votación en fecha cercana, pero Rusia no lo apoyará, anticipó el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Alexander Lukashevich, citado este domingo por medios informativos.
Rusia no apoya ese documento y votará en contra, aseguró Lukashevich, en referencia a nuevas maniobras dentro de la organización mundial acerca de la situación de los derechos humanos en ese país.
Lukashevich dijo que Moscú ve con preocupación la proyección hacia más tensiones y confrontación en torno a la cuestión siria en Naciones Unidas.
Afirmó el diplomático que el documento como las dos anteriores resoluciones tiene un claro enfoque unilateral, en tanto responsabiliza únicamente al gobierno de Damasco por los acontecimientos registrados en esa nación árabe desde marzo de 2011.
De acuerdo con la Cancillería, no se han tomado en cuenta los hechos constatados incluso por organizaciones internacionales de autoridad, que involucran directamente a los grupos armados ilegales, y de actos terroristas perpetrados por éstos, que han causado cientos de víctimas entre la población civil.
Se ignora igualmente, agregó la diplomacia rusa en un comunicado, el apoyo externo militar, logístico y financiero a las acciones de la oposición.
Las contradicciones inherentes al documento, como el no reconocimiento al gobierno legítimo del presidente Bashar al Assad, y exigir al mismo tiempo un conjunto de demandas a Damasco socavan el mandato del enviado especial de la ONU y de la Liga Arabe, Lajdar Brahimi, alertó Rusia.
En Moscú consideran que Brahimi debe establecer contactos con todas las partes del conflicto a fin de hacer viables los acuerdos de Ginebra del 30 de junio de 2012, con prioridad en una solución política de la crisis siria y un cese inmediato de los enfrentamientos.
Las autoridades rusas insistieron en que un cambio de régimen -por medio del derrocamiento de al Assad- promovido desde el exterior tendrá consecuencias políticas regionales de peligrosa envergadura, tras las lecciones de Irak y Libia como trasfondo de la situación.
[Fuente: Prensa Latina, Moscú, 14abr13]
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