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07jul17
Putin niega ante Trump su injerencia en las elecciones y ambos pactan una tregua en Siria
Donald Trump y Vladímir Putin han acordado una tregua en el suroeste de Siria que entrará en vigor a mediodía, hora local, del domingo 9 de julio. Según ha informado el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una comparecencia en Hamburgo, donde se celebra la cumbre del G20, los dos líderes se han comprometido además a asegurar que "todas las partes" implicadas en el conflicto respetan el alto el fuego. Los presidentes de EEUU y Rusia se han entrevistado este viernes por primera vez cara a cara durante unas dos horas y cuarto.
Sobre la reunión planeaba la sombra de la 'trama rusa', la injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales de EEUU que habría volcado el resultado a favor del magnate que les ha costado el cargo a algunos de sus más estrechos colaboradores y que está sometida a investigación. No hace ni veinticuatro horas que el propio Trump admitía en Varsovia que Rusia podría haber interferido en las elecciones de 2016 que le dieron la victoria sobre Hillary Clinton: "Creo que pudo haber sido Rusia, también podrían haber sido otros países. Mucha gente interfiere. Esto lleva ocurriendo mucho tiempo".
En Hamburgo, sin embargo, un periodista le ha preguntado por este asunto y él lo ha ignorado. Más tarde, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, sí ha contado que Trump ha presionado a Putin sobre la injerencia rusa en las elecciones y que este último lo ha negado, tras pedirle "pruebas" de que Moscú intervino para evitar la victoria de la candidata demócrata, Hillary Clinton. Al parecer, Trump ha abierto la reunión con ese tema, expresando las "preocupaciones del pueblo estadounidense" sobre la posibilidad de que Moscú intentara afectar el resultado de las elecciones del año pasado con filtraciones, algo que los servicios de inteligencia de Estados Unidos consideran probado.
Tras la reunión, no obstante, se han divulgado versiones contradictorias sobre el debate en torno a este asunto. El ministro de Exteriores ruso, Sérguei Lavrov, ha dicho que Trump había quitado hierro al asunto y dado por hecho que no hay pruebas sobre la injerencia rusa. En cambio, la cadena CNN, en base a otras fuentes estadounidenses, ha informado de que Trump no había aceptado la negativa de Putin. Este relato no coincide tampoco con el de Tillerson, que ha defendido en todo momento la "buena química" que ha presidido el encuentro pese al diálogo "muy enérgico y extenso" entre los presidentes.
En cualquier caso y con la aparente intención de pasar página a un escándalo que está siendo investigado por el Congreso y un fiscal independiente en Estados Unidos, ambos mandatarios han acordado trabajar en un acuerdo de "no interferencia" en el proceso político de Rusia y Estados Unidos.
Tillerson también ha explicado que gran parte de la reunión ha discurrido sobre el conflicto sirio y ha confirmado el acuerdo para un alto el fuego en el suroeste de Siria, rubricado entre Rusia, Jordania y Estados Unidos, algo que podría entrar en vigor el 9 de julio. De todas formas, la posición de Estados Unidos sigue siendo que el líder sirio, Bachar al Asad, no puede seguir en el poder si se quiere poner fin a la guerra civil y que no hay un rol para la familia del gobernante alauí en el poder en el "largo plazo".
Aunque ni Moscú ni Washington habían difundido una agenda formal del encuentro, estaba claro que Trump y Putin tenían pendiente hablar principalmente de la guerra en Siria, el conflicto en Ucrania y la lucha contra el terrorismo internacional. Temas todos ellos que salieron a relucir también en Varsovia, en términos no precisamente conciliadores hacia Rusia. Trump criticó la actividad "desestabilizadora" de Moscú en Ucrania u otros países y pidió que los rusos dejen de respaldar a "regímenes hostiles" como Siria e Irán. Instó también al Kremlin a apoyar a Occidente frente al "enemigo común": el terrorismo islamista internacional.
El bombardeo con misiles al régimen sirio que Trump ordenó en abril abrió una enorme brecha entre Estados Unidos y Rusia, que apoya decididamente a Bachar el Assad. Ahora, tanto Tillerson como el jefe de la diplomacia rusa han afirmado que expertos de Rusia, EEUU y Jordania han concluido su trabajo en Amman y "han consensuado un memorándum sobre la creación de una zona de distensión en el suroeste de Siria, en el área de Daraa, Al Quneitra y As-Suwayda". "En esa zona regirá el alto el fuego a partir de las 12.00 hora local de Damasco del 9 de junio", ha asegurado Lavrov.
Según sus palabras, que coinciden básicamente con las del secretario de Estado de EEUU, Trump y Putin han sellado un memorando de entendimiento, en el que también está involucrada Jordania, con interés en respetar la "soberanía" de Siria y de hacer avanzar el proceso hacia un "acuerdo político". A juicio de Lavrov, Putin y Trump "se mueven en primer lugar por los intereses nacionales de sus países", aunque entienden, no obstante "como interés la búsqueda de acuerdos en lugar de la confrontación, sin intentar crear problemas donde no los hay".
Mucha cordialidad y un apretón de manos sin doble lectura
Donald Trump y Vladimir Putin se han reunido este viernes en los márgenes de la cumbre del G20 y lo han hecho en un clima más que distendido, que ya se intuía por el lenguaje corporal -que tan revelador ha sido en otros encuentros del presidente de EEUU con líderes internacionales- de los dos interlocutores. Por otro lado, basta acudir a las hemerotecas para ver las imágenes que en su día captaron los gestos serios y crispados de Putin y Barack Obama cuando coincidían en algún cónclave internacional. Eso, por lo que se ha podido ver este viernes, ha cambiado radicalmente.
Trump y Putin se han estrechado la mano por unos segundos ante las cámaras en un apretón neutro, firme pero breve, muy diferente de otros en los que el presidente estadounidense ha demostrado su obsesión por hacer valer su superioridad y que han dado lugar a multitud de comentarios. Tampoco ha exhibido Trump en esta ocasión el gesto entre triste y hastiado con el que suele aparecer al lado de otros mandatarios que no son precisamente de su 'estilo'. Tillerson, que ha asistido a la reunión y que en el pasado ha mantenido buena relación con Putin, ha explicado que ambos líderes habían conectdo "muy rápido" mostrando una "muy clara y positiva química".
"Es un honor estar contigo", ha dicho Trump en la rueda de prensa conjunta que han ofrecido al término del encuentro. "Yo también estoy encantado de conocerte personalmente", porque, aunque hemos hablado por teléfono, nunca es lo mismo, ha contestado Putin. "Putin y yo hemos discutido varias cosas y creo que ha ido muy bien", ha contado Trump. "Hemos tenido una muy buena conversación y obviamente vamos a seguir (hablando). Esperamos que haya cosas muy buenas para Rusia, Estados Unidos y todas las partes implicadas", ha añadido.
Entretanto, la cumbre de Hamburgo entre los líderes de los principales países industrializados y emergentes que forman el G-20 se ha enfrentado con el reto de afianzar la cooperación multilateral, sobre todo en materia climática y comercial. De hecho, el encuentro Trump-Putin ha tenido lugar mientras finalizaba la sesión en la que los líderes de los 20 países más industrializados y los emergentes, además de la UE, debatían sobre el cambio climático y el Acuerdo de París. Un pacto al que Trump ha dado la espalda al considerarlo perjudicial para la economía de EEUU.
Trump que, a la menor oportunidad, saca la pancarta de su campaña para la presidencia: 'America first', América primero, lo ha vuelto a hacer este viernes, antes del comienzo de la cumbre. "Representaré bien a mi país y lucharé por sus intereses. Los medios de desinformación me malinterpretarán, ¡pero a quién le importa!", ha señalado en su prolífica cuenta de Twitter antes del inicio de las formalidades. Por cierto que en el mismo tuit ha aprovechado para arremeter una vez más contra la prensa al asegurar que los medios "falsos" o "mentirosos" nunca cubrirán con exactitud y rigor sus informaciones pero "¡A quién le importa!"
La última frase, "we will #MAGA" se refiere, precisamente, al lema favorito de Trump: "Make America great again", "Vamos a hacer a América grande otra vez". Además, el mandatario ha expresado su deseo de llevar a cabo "todos los encuentros previstos para hoy con los líderes mundiales", entre ellos el presidente de Rusia, Vladimir Putin. "Hay mucho que discutir", ha manifestado el presidente estadounidense.
La agenda marcada por Alemania contemplaba discusiones sobre la necesidad de luchar juntos contra la amenaza del terrorismo internacional y sobre el modo de afrontar otros retos como el crecimiento global y el comercio; el desarrollo sostenible, el cambio climático y la energía; la sanidad; la calidad del empleo; la digitalización y el papel de la mujer. La cumbre se ha celebrado en medio de violentas protestas de los antiglobalización que el jueves dejaron un total de 111 policías heridos y más de cuarenta detenidos.
Las protestas se han seguido produciendo este viernes, según han ido mostrando las redes sociales. Incuso, hay quien se ha llevado un delfín hinchable para aprovechar el agua que lanzan los cañones de los agentes.
[Fuente: República de las ideas, Agencias, Madrid, 07jul17]
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