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06abr11
El petróleo, la llave para financiar el "sueño libio"
Fuertemente armados, cientos de rebeldes libios protegen la terminal petrolera de Al-Sweitina, junto a la costa mediterránea. Con sus fusiles de asalto y algunos dispositivos de artillería antiaérea vigilan el recinto de oro negro ubicado entre dos dunas. Ese tesoro, aseguró uno de los insurgentes, financiará el "sueño libio".
La población del Este, bajo control de los rebeldes, espera una rápida recuperación económica una vez que caiga el régimen de Muammar Khadafy. Las abundantes reservas petroleras serán la base económica del nuevo Estado. De hecho, los pozos petroleros hasta ahora no resultaron dañados por el conflicto armado.
Ayer, un petrolero llegó al puerto de Tobruk (a 130 kilómetros de la frontera con Egipto) para exportar el primer cargamento de crudo por cuenta de los rebeldes desde el cese total de las exportaciones, indicó Michelle Bockmann, experta del Lloyd's List Intelligence, con sede en Londres. El buque puede transportar un millón de barriles de petróleo, a un precio de unos 120 millones de dólares.
Además, la Unión Europea dio otra buena noticia a los rebeldes libios: señaló ayer que no tenía problemas en comprarles petróleo a condición de que los ingresos no fueran en beneficio del régimen de Khadafy.
Los rebeldes asocian las instalaciones petroleras, como las situadas entre Benghazi y Ajdabiya, a esperanzas de bienestar y de paz social una vez derrocado Khadafy, que resiste en Trípoli la ofensiva de la coalición internacional. Sin embargo, hay quienes temen una sangrienta lucha por el reparto de la torta.
Las tuberías y los tanques de crudo en Al-Sweitina quedaron intactos luego de que las tropas de Khadafy lograran hacerse con el control de la planta durante unos días, el mes pasado. En aquel momento, los soldados leales al coronel esperaban la reconquista del Este. "Esperamos poder volver a exportar en los próximos días", dijo Abdul Latif al-Abeidi, gestor de las instalaciones, que pueden producir unos 50.000 barriles diarios.
La protesta habitual en Benghazi es que al pueblo libio no le llegó casi nada de los ingresos del crudo. Debido a la mala gestión económica y la corrupción, gran parte del dinero se esfumó. A pesar de las riquezas, los salarios permanecieron bajos. En promedio, los trabajadores libios ganan unos 355 dólares mensuales.
La cúpula de los rebeldes promete poner fin a esa corrupción. "Khadafy nombró a su gente, y ellos se han llenado los bolsillos", acusó Mustafa Gheriani, vocero del Consejo Nacional de Transición, en Benghazi. Libia vende crudo, pero compra más del 50% de sus hidrocarburos.
"El sistema era corrupto hasta la médula -afirma Gheriani-. Pero el país es rico. Queremos hablar del sueño libio. Que la gente pueda tener un techo, gozar de buena salud, acceder a la educación y buena comida."
La dirección política de los insurgentes selló un acuerdo con Qatar para comercializar su petróleo, dijo Gheriani. Expertos libios esperan que en los próximos días se puedan reanudar las exportaciones. Las cuentas bancarias para realizar las transacciones ya están creadas.
Los campos petrolíferos en las regiones bajo control rebelde producen entre 100.000 y 130.000 barriles diarios, y podrían elevarlos a 300.000. "Eso sería suficiente para atender todas las necesidades en Libia y en los territorios liberados", confió Gheriani.
Los insurgentes creen que las empresas extranjeras harán cola después de la caída de Khadafy. "Somos un país de oportunidades económicas. Los países que nos hayan ayudado tendrán prioridad. Es lo justo."
[Fuente: Reuters, DPA y AFP, Bengazi, La Nación, Bs As, 06abr11]
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