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26ago14
Un magnate minero australiano se disculpa por haber llamado "bastardos" a los chinos
El magnate y parlamentario Clive Palmer se ha disculpado mediante una carta por haber calificado a los chinos de "bastardos" que "matan a su propia gente" y "pretenden quedarse con Australia".
Sus declaraciones, proferidas la semana pasada en una tertulia televisiva, habían provocado una tormenta de protestas en China y amenazaban con perjudicar las relaciones bilaterales con Canberra.
"Con la cabeza ya más fría, llego ahora a la conclusión de que lo que dije fue un insulto a los chinos de todo el mundo y deseo pedirles que reciban mis más sinceras disculpas", ha expresado Palmer en una carta dirigida a la embajada china en Australia. "Lamento cualquier daño o angustia que esos comentarios puedan haber causado y deseo que haya una mayor paz y entendimiento entre las partes en el futuro", añade.
Palmer ha coleccionado críticas desde su intervención televisiva. Los políticos de su país calificaron sus palabras de desafortunadas, alejadas del sentir australiano y peligrosas.
China es el principal socio comercial de Australia, con unos intercambios conjuntos que el pasado año alcanzaron los 77 mil millones de dólares, lo que supone un aumento del 27,6 % respecto al ejercicio pasado.
Incluso el primer ministro, Colin Barnett, hubo de explicar a la agencia de noticias china Xinhua que rechazaba las opiniones de Palmer. Este sólo recibió el apoyo de Jacqui Lambie, compañero de partido, quien pidió a Australia que comprase misiles para impedir que los niños australianos se conviertan en "esclavos" del Partido Comunista de China (PCCh).
La prensa china pidió a Pekín que "diera una lección" a Australia y mostrara a "esos provocadores que se pavonean cuál es el precio que tienen que pagar cuando deliberadamente nos irritan". La polémica ha sido una de las más seguidas en las redes sociales chinas, en las que hoy se interpretaban las disculpas de Palmer como una victoria de la presión social ejercida.
El magnate minero, elegido miembro del Parlamento australiano el pasado año como líder del Palmer United Party, ha arrastrado en los últimos años una fuerte disputa con la compañía estatal china Citic Pacific, su socia. Ambas partes discuten el reparto de los beneficios de la explotación. Según Palmer, el PCCh no quiere pagarle los 500 millones de dólares que debe a sus empresas. Citic, por su parte, le acusa de haber desviado 12 millones de dólares para pagar su carrera política.
[Fuente: Ria Novosti, Pekín, 26ago14]
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