ARTICULO
Introducción al Juicio
Este juicio empezó en 1983 y no obstante la intervención de numerosos parlamentarios italianos por años la Magistratura no logró incriminar formalmente a los responsables de crímenes documentados y que merecierón la atención internacional.
Los juicios que se desarrollaron en Argentina durante el gobierno de Raúl Alfonsín permitieron la condena de las cúpulas militares responsables de la matanza indiscriminada que caracterizó los años de la dictadura militar (1976-1983), pero no permitieron que fueran juzgados aquellos que directamente actuaban los secuestros, las torturas y los homicidios en los centros clandestinos de detención. De hechos las leyes de Punto Final (1986) y Obediencia Debida (1987) concedieron la impunidad a militares que habían actuado los planes represivos con total discrecionalidad y arbitrio.
Durante la presidencia de Carlos Menem los pocos militares que habían sido condenados o que estaban bajo juicio quedaron definitivamente libres gracias a una serie de Indultos presidenciales (1989 y 1990).
Cerradas la esperanzas de llegar a una condena a nivel nacional a los familiares de las víctimas no quedó que la via de obtener de parte de tribunales extranjeros una sentencia clara e inequivocable que proclame la culpabilidad de los criminales argentinos.
Por esa razón más de un centenar de familiares italianos de desaparecidos han presentado, tramite LIDLIP-Milano, sendas querellas ante el Tribunal de Roma. Esta acción desarrollada en constante contacto con las asociaciones argentinas de familiares de las víctimas fue siempre acompañada por el desinteresado patrocinio letrado de los abogados Giancarlo Maniga y Marcello Gentili.
A partir de 1990 se presentamos ante la Fiscalía de Roma numerosos testigos sobre los casos más ejemplares de homicidio y secuestro. También al Fiscal importantes y voluminosos fasciculos de documentación probatoria.
El tentativo de los jueces italianos de recoger pruebas atraves de una rogatoria internacional en 1994 fue obstaculado por el gobierno argentino, pero de todos modos los familiares pudieron declarar ante los Consulados italianos.
En 1995 la Fiscalía romana pidió que todos los militares fueran provisionalmente sobreseidos ante la dificultades puestas por el gobierno argentino para proseguir con las investigaciones, pero la intevención en 1996 del Juez Claudio D'Angelo y del Ministro de Justicia Giovanni Maria Flick permitieron que el juicio no se cerrara.
El 11 de Julio de 1997 se realizó la primera de una serie de Audiencias Preliminares que se prolungaron por problemas de procedimientos por todo el 1998 y que se concluiran con el próximo 17 y 18 de marzo.
Las perspectivas son de ir a debate público a mediados de 1999 contra dos generales (Suárez Mason y Riveros), un oficial y cuatro suboficiales argentinos por los homicidios de seis ciudadanos italianos y por la desaparición de un niño nacido durante el cautiverio de la madre.
Es de notar que los importantes niveles de las relaciones ecónomicas entre los dos paises nunca han favorecido este juicio, pero el renovado empeño demostrado por el actual gobierno italiano nos permite esperar de que finalmente reciban justicia las víctimas de estas atrocidades y que en futuro crímines de esta naturaleza no queden impunes.
Milán, 10 de Febrero de 1999
Juicio por los Desaparecidos Italianos
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