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30oct05
Un escándalo que tuvo su origen en Italia.
No, George, no lo hagas." Sin que se le moviera un músculo de la cara, el primer ministro italiano, el conservador Silvio Berlusconi, afirmó ayer que él aconsejó al presidente George W. Bush que no invadiera Irak.
Pero Berlusconi fue y es, en realidad, uno de los aliados de hierro de Bush en aquella aventura bélica culminada en el actual desastre. En Washington ambos enfrentarán una ofensiva de acusaciones y demandas sobre el falso informe confeccionado en octubre de 2001 por los servicios secretos militares italianos, que fogoneó a los que en la Casa Blanca y el Pentágono querían lanzar la guerra y ocupar Irak, según las denuncias de esta semana del diario romano la Repubblica confirmadas por The New York Times.
El "CIAgate" que está causando una crisis en la administración Bush se origina en el "Nigergate". Ambos escándalos están íntimamente relacionados. Apenas un mes después de los devastadores ataques terroristas a las Torres Gemelas de Nueva York y al Pentágono, hubo un extraño robo en las oficinas de la Embajada de Níger en Roma. El objetivo real eran las hojas membretadas y los sellos de la representación diplomática de uno de los países más pobres del mundo, pero que tiene la importancia estratégica de ser un importante productor de uranio natural.
Según la investigación de la Repubblica, un funcionario del SISMI, el servicio secreto militar italiano, elaboró un falso dossier con el material robado y mucha imaginación, que el 15 de octubre de 2001 fue enviado por la inteligencia italiana a la CIA.
La Repubblica afirmó ayer que el "Nigergate" es un affaire político de primera magnitud y no una aventura chapucera de los servicios. "La inteligencia fue manipulada; en el centro de este affaire está el gobierno italiano, que niega su parte en una comedia", agregó.
En setiembre de 2002, mientras crecía la voluntad de la Casa Blanca de hacer la guerra al dictador Saddam Hussein ocupando Irak, el semanario italiano Panorama, propiedad de Berlusconi, publicó un amplio servicio en el que "revelaba" que Saddam Hussein había procurado 500 toneladas de uranio natural en Níger.
He aquí la prueba de las armas de destrucción masiva. Ante el Parlamento italiano, el jefe del SISMI, Niccoló Pollari, afirmó que los servicios poseían las pruebas documentales de la compra del uranio natural.
Tanto la CIA como el Departamento de Estado olieron que el dossier de los italianos era falso. La CIA envió a Níger al ex embajador Joseph Wilson, quien afirmó que Saddam no había comprado ni un gramo de uranio. En ese momento el "Nigergate" se transformó en el "CIAgate" que tiene contra las cuerdas al presidente Bush.
El gobierno italiano negó indignado haber promovido la falsa historia del uranio natural y dijo que el FBI había archivado el asunto. Pero The New York Times citó fuentes de la CIA que le informaron que "las noticias sobre el uranio de Níger comprado por Saddam le llegaron a través de los servicios secretos militares italianos".
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg., 30oct05]
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