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25sep14
"Petróleo de la Jihad", U$6 millones diarios
Once pozos petroleros ubicados en Siria e Irak, que garantizan un piso de tres a seis millones de dólares diarios, son controlados por el Estado Islámico (EI, ex ISIS).
La noche del miércoles esta riqueza petrolera, estimada por la inteligencia israelí, fue atacada por los bombardeos estadounidenses en la provincia siria de Deyr az Zor.
Con la venta al mercado negro, el Califato proclamado por Abu Bakr al Baghdadi hasta ahora financió las armas y sus milicianos, además de comprar el apoyo de las tribus sunnitas locales.
Una potencia económica que ninguna organización terrorista tuvo jamás.
En la provincia de Deyr az Zor, la más rica en recursos energéticos de Siria, el EI Controla cuatro de los cinco yacimientos principales.
Mientras en meses pasados buscó adueñarse, sin suerte, también del yacimiento de gas de Shaer, sobre el camino entre Palmyra y la ciudad de Deyr az Zor, capital de la provincia homónima.
Justamente la venta del petróleo a precios fuertemente rebajado, destacan varias fuentes en Siria, permitió al Estado Islámico asegurarse el apoyo de los clanes tribales armados de las provincias de Deyr az Zor y Raqqa, la única del país totalmente en sus manos.
En Irak, sólo con la producción de la región de Himrin, en la provincia iraquí de Diyala, cerca de la frontera con Irán, el EI gana 600.000 dólares al día, según afirmó días pasados el alcalde de una ciudad de la región, Oday al Khadran.
Según esta fuente, los jihadistas completan cerca de 100 camiones cisternas de crudo para entregarlos a comerciantes sin escrúpulos en Mosul o Siria.
Posteriormente el crudo es vendido a mediadores extranjeros a cerca de 4.000 dólares cada camión cisterna, cerca del 80% menos respecto a los precios en el mercado europeo.
Los contrabandistas lo envían a distintos puntos, a través de Turquía, el mismo Irak o Siria. El destino final es incierto.
Los yacimientos iraquíes bajo control de los jihadistas, en las zonas de Tikrit y de la provincia de Al Anbar, son menores respecto de los más importantes del sur del país, en regiones chiitas que no parecen amenazadas por el avance, y a los de Kirkuk, al oeste de la región autónoma del Kurdistán.
En el Kurdistán las milicias de los Peshmerga tienen un puesto de seguridad desde junio pasado, en reemplazo del ejército de Bagdad, que huyó del lugar.
El EI no deja de ser una amenaza para las estructuras petroleras más importantes del país, en particular el complejo de refinerías de Baiji, 40 kilómetros al norte de Tikrit.
Los expertos consideran que, aunque conquistaran Baiji, el Estados Islámico no tiene capacidad para hacer funcionar las plantas.
Los jihadistas se limitan a contrabandear hacia el exterior el crudo no refinado, a cambio de moneda o de productos derivados.
La presencia de ellos cerca de uno de los más importantes sitios del país es un factor de incertidumbre que pone en peligro los proyectos de la industria petrolera iraquí.
[Fuente: Ansa, Beirut, 25sep14]
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