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08ago09
Disminuye consenso en cuanto a expulsión de Zelaya
Un candidato importante a la presidencia de Honduras se distanció el miércoles del derrocamiento de Manuel Zelaya y calificó como un error el haberlo expulsado del país.
Los comentarios de Elvin Santos exponen fisuras en el frente monolítico que la estructura de poder había mostrado respecto al derrocamiento de Zelaya el 28 de junio, aunque las autoridades hasta el momento han rechazado las demandas internacionales para que se le permita regresar.
"Iré a todos los rincones de Honduras para explicar que yo no fui parte en absoluto de los eventos del 28 de junio" dijo Santos al canal 5.
"El error garrafal fue haberlo sacado del país, haberlo puesto en un estado de indefensión", agregó Santos, cuyo Partido Liberal incluye a Zelaya y también a su sucesor, Roberto Micheletti.
Incluso los generales que expulsaron a Zelaya del país ahora tienen dificultades para defender sus acciones, con un mensaje televisivo que sugiere que ellos temen convertirse en chivos expiatorios en caso que Zelaya regrese debido a la presión internacional.
El comandante del ejército, general Miguel Angel García, insistió en el canal 5 el martes que los militares detuvieron un plan para imponer un "socialismo disfrazado de democracia", una referencia a los crecientes vínculos de Zelaya con el presidente venezolano Hugo Chávez.
"Lo que las Fuerzas Armadas hicieron el 28 de junio fue hacer prevalecer la defensa y la supervivencia del Estado, que estaba amenazado", dijo el vicealmirante Juan Pablo Rodríguez.
El comandante de las fuerzas armadas, general Romeo Vásquez, incluso sugirió que los militares no se opondrían si Zelaya regresa al poder según un plan propuesto por el presidente costarricense Oscar Arias.
"Los militares respetamos cualquier solución que se obtenga bajo la mediación del presidente Arias", indicó.
Micheletti, los tribunales y los generales insisten en que no ocurrió un golpe de estado porque Zelaya fue arrestado según órdenes de la Corte Suprema y reemplazado por un mandato del Congreso.
Algunos sostienen, sin embargo, que los soldados se extralimitaron al expulsarlo del país en lugar de arrestarlo.
"A mí no me pareció (correcto) que hayan sacado el presidente a Costa Rica", dijo Adolfo Facusse, presidente de la Asociación Nacional de Industrias de Honduras, en una entrevista con The Associated Press.
Facusse dijo que ha pedido que las fuerzas armadas sean juzgadas, "porque la orden era detenerlo" a Zelaya.
La Corte Suprema hondureña había ordenado el arresto de Zelaya por cargos, que incluyen traición a la patria y abuso de poder, por hacer caso omiso reiteradamente de mandatos judiciales para que abandonara su plan de realizar un referendo relacionado a un cambio constitucional.
Los opositores de Zelaya dicen que él trató de modificar la constitución para abolir los límites a la reelección y extender su mandato, tal como lo hizo Chávez. Zelaya niega haber tenido esa intención.
Pese a la suspensión de millones de dólares en ayuda estadounidense y la amenaza de más sanciones, los líderes interinos han dejado claro que planean esperar hasta las elecciones presidenciales de noviembre, donde Santos se medirá a Porfirio Lobo Sosa, de Partido Nacional.
La Organización de Estados Americanos tendrá una sesión el miércoles para organizar una misión diplomática de alto nivel que viaje a Honduras en un nuevo esfuerzo de mediación.
[Fuente: El Nuevo Herald, AP, Tegucigalpa, 08ago09]
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