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26sep09


Relevan diplomáticos en embajada de Brasil que confirman la utilización de gases


El gobierno de Brasil efectuó repentinamente un relevo temporal de funcionarios en su embajada, donde se encuentra como huésped el mandatario derrocado Manuel Zelaya Rosales y un grupo de sus seguidores.

Desde Washington, donde estaba asignado como ministro consejero, arribó Lineu Pupo de Paula para hacerse cargo de la embajada por un par de días en sustitución de Francisco Catunda, encargado de negocios de la sede diplomática que estaba desde el lunes anterior sin salir del inmueble.

Catunda salió con su asistente el también brasileño José Wilson, reafirmando que su país sólo sigue reconociendo como presidente constitucional de Honduras a Zelaya Rosales y no a Roberto Micheletti.

El diplomático denunció que han enfrentado una serie de impedimentos y trabas impuestas por quienes ostentan el poder y en particular por los militares y policías que resguardan la sede diplomática.

Sobre la permanencia de Zelaya Rosales en su embajada, Catunda manifestó que "nosotros no nos involucramos en acciones que tienen los señores dentro de la embajada, el señor Zelaya es nuestro huésped oficial, pero no estoy al tanto de lo que hace y sus contactos, no nos interesa".

Añadió que "nuestra actuación es darle la asistencia y la logística, tratarlo con educación y cortesía".

Recordó que su presidente Luiz Inacio Lula da Silva dijo que Zelaya Rosales se podía quedar en la embajada el tiempo que quiera.

El diplomático reveló que tuvo problemas para salir de la embajada. "Ustedes ya vieron cuánto papeleo, chequeo y cuánta cosa para que yo como encargado de negocios de Brasil pudiera salir a mi casa. Esto les prueba que la situación no es nada fácil", manifestó Catunda a los periodistas que lo entrevistaron.

Si lanzaron gases

El diplomático brasileño confirmó que su asistente sintió los efectos de gases tóxicos el viernes anterior cuando Zelaya Rosales denunció y responsabilizó del acto a policías y militares.

Dijo que lleva cinco días bajo tensión. La gente adentro está bien, ya pasó lo del problema del gas que causó ardor en la garganta, un funcionario nuestro sintió eso".

Por su parte, Wilson relató que "al salir de una sala sentí un fuerte olor a gas, me picaba la nariz y la garganta se me resecó.

Los diplomáticos brasileños, que no saldrán del país, abandonaron el lugar fuertemente resguardados por militares y policías.

Catunda dijo que regresa en dos días a la sede y Wilson hoy domingo para retomar sus funciones.

La cifra

72 personas, en promedio, están alojadas en la embajada brasileña.

[Fuente: Tiempo, Tegucigalpa, 26sep09]

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