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23oct10
La investigación de una tragedia humana
En febrero, reporteros y fotógrafos de El Nuevo Herald y The Miami Herald empezaron a investigar alegaciones de que regularmente se estaban sacando niños de contrabando desde Haití a República Dominicana, un viejo problema que se convirtió en una verdadera epidemia tras el terremoto que mató en enero a unas 300,000 personas.
Los reporteros persuadieron a los traficantes para que hablaran, a cambio de preservar sus identidades, y acordamos hacerlo como último recurso porque consideramos que era importante dar a conocer esta historia. Verificamos sus testimonios, muchas veces a través de grupos de ayuda que tratan de convencer a los traficantes para que desistan de sus actividades y saquen a los niños de las calles. Los reporteros se esforzaron también por verificar las historias que nos contaban los niños, hablando con sus parientes, las personas a cargo de ellos y los grupos de las iglesias.
Un segundo obstáculo fue tratar de calcular las cifras del contrabando. Nuestros reporteros usaron como referencia un informe del Fondo para la Infancia de la Organización de Naciones Unidas (UNICEF) del 2002, que se centró en la magnitud del problema. También entrevistaron a organizaciones no gubernamentales que investigan alegaciones de tráfico, así como a organizaciones religiosas, los gobiernos de ambos países, un especialista de protección infantil de UNICEF e informes del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Una organización no gubernamental, la Red Fronteriza de Solidaridad Jeannot Succès (RFJS), que supervisa 10 puntos de contrabando humano en la frontera, mantiene un conteo mensual, que alcanzó unos 7,320 niños "pasados como tráfico ilegal'' hasta septiembre. En el 2009, RFJS contó 900 niños. Los observadores cuentan a niños sin identificación que ingresan a República Dominicana por río, tierra y puentes. Asombrosamente, un activista de RFJS dijo que a menudo los traficantes le permiten contar a los menores.
RFJS reportó 1,575 casos en enero, justo después del terremoto, y los números siguieron creciendo hasta julio, cuando sólo se reportaron 32 casos. Pero las cifras están volviendo a subir, con 195 casos reportados en septiembre.
Otra organización no gubernamental, Heartland Alliance Haiti, se mantiene alerta para detectar niños que podrían ser potenciales víctimas de contrabando en cuatro cruces de la frontera. Entre abril y septiembre, Heartland detectó más de 12,500 niños; 21 por ciento de éstos viajaban solos o con otros menores.
Los gobiernos de ambos países no llevan la cuenta de los niños y admitieron que existe poca voluntad política para vigilar mejor sus fronteras. Christina Torsein, especialista en protección de niños de UNICEF, declaró que, antes de este año, se traficaba un promedio de 2,000 niños haitianos anualmente, no sólo a República Dominicana.
[Fuente: Manny Garcia, El Nuevo Herald, Miami, 23oct10]
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