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20nov05
Las empresas de mercenarios operan en 50 países.
Peter Singer se interesó por las empresas militares privadas hace una década, cuando examinaba el cese del fuego en Bosnia para una organización internacional. Ahí descubrió que el equilibrio de poder era alterado por una empresa privada de ex oficiales estadounidenses que entrenaba a una de las partes en conflicto. El resultado fue su libro "Guerreros corporativos". "¡Despierten!", exclamó este analista de la Institución Brookings en la entrevista con Clarín. "Esto es a escala global y hay que actuar porque es algo peligroso".
"Son cerca de 100 mil millones de dólares en negocios globales", continuó. "Operan en unos 50 países. Los gobiernos tienen la responsabilidad de lidiar con esta industria pero están lejos de hacerlo.
—¿Hay algún tipo de regulación internacional?
—No, ninguna. La mayoría de los Estados no tiene leyes regulatorias. La mayoría de estas compañías están globalizadas y registradas en paraísos fiscales, como las islas Caimán. También hay que definir su estatus legal: no encajan con la definición legal de mercenarios, pero tampoco son civiles comunes. Y se desconoce cuánta gente trabaja para estas empresas.
—¿Los mayores clientes son los gobiernos?
—Sí. El mayor es EE.UU. Pero no somos los únicos. Por ejemplo, la Unión Europea las ha contratado para transportar sus fuerzas de paz a Afganistán.
—Si los Estados tienen el monopolio del uso legítimo de la fuerza, ¿por qué necesitan recurrir a estas empresas?
—Primero, desde el fin de la Guerra Fría la mayoría de los gobiernos tienen ejércitos más pequeños, pero mayores demandas. Segundo, hay cambios en la relación entre el guerrero y el civil. En las guerras de hoy hay mujeres, niños, terroristas, carteles de drogas... Tercero, hay un cambio de ideología: se privatizaron áreas donde pensábamos antes que el Estado tenía el monopolio. Además ahorra costos políticos. Si no hubiéramos tenido esos 20.000 contratistas privados en Irak, tendríamos que haber enviado más tropas o reservistas, lo que habría sido muy impopular. Y si muere uno de ellos, el impacto es menor que si muere un soldado.
—¿Qué hacen en Irak?
—Cumplen tres misiones. Una es logística: están a cargo de la cadena de abastecimiento. Halliburton es el actor dominante aquí y ha hecho más de 13 mil millones de dólares. Otra es entrenamiento y asesoramiento militar, no sólo para las fuerzas de EE.UU. sino para el nuevo ejército iraquí. La tercera misión es la más controvertida: los servicios tácticos, como escoltar convoyes o proteger instalaciones e individuos.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 20nov05]
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