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14ene05
Scilingo: "Este proceso judicial es ilegal".
Horas antes de que empiece, hoy, el juicio en su contra por delitos contra la humanidad en la Audiencia Nacional española, el ex marino Adolfo Scilingo aseguró que "no alegará" en su favor para "no reconocer un proceso judicial que es ilegal".
El ex oficial dijo también que existen archivos sobre desaparecidos en los llamados "vuelos de la muerte" y que la Armada "guarda registro de todo lo que hace". Pero que -como comandante de las fuerzas armadas- ningún presidente se ocupó de que éstos se entregaran o de que se reconstruyera lo que ocurrió e hizo cada fuerza" durante el gobierno militar.
Opinó que "después de lo ocurrido conmigo" difícilmente algún otro oficial de la Armada "aporte información" sobre lo sucedido en esos años "cuando es mucho lo que falta por saber". Y reprochó al juez Baltasar Garzón que no haya investigado "como debería".
Forenses del Servicio Penitenciario aseguraron que, pese al efecto de esa huelga, Scilingo "está en condiciones físicas" de asistir hoy a la Audiencia para afrontar el proceso. Se convertirá así en el primer ex oficial argentino juzgado en tribunales españoles por delitos de lesa humanidad.
Preso desde hace casi cuatro años, fueron vanos los intentos por entrevistarlo en la cárcel. Sí contestó un cuestionario mediante texto manuscrito que su mujer, Marcela Vallés, entregó ayer a LA NACION, del que se reproducen algunos párrafos.
En él, una vez más se retracta de su declaración inicial ante Garzón y asegura que no participó en los "vuelos de la muerte". Afirma que la documentación que "así lo prueba" le fue negada por la Dirección de Personal de la Armada, fuerza a la que atribuye -además- la intención de "silenciarlo".
Intenta explicar en la incompetencia de Garzón, en su falta de "investigación a fondo" y en la reclamada "inexistencia de jurisdicción" española, los giros de posición en los últimos ocho años, en que pasó de testigo voluntario a detenido, procesado y -finalmente- denunciante del juez en el que antes había confiado.
-No alegaré nada ante un tribunal ilegal.-¿Qué ha pensado en estos años en la cárcel? ¿De qué se arrepiente?
-Estoy asombrado del negocio que hay tras los desaparecidos argentinos y la cantidad de gente que vive de ello.-Usted denunció los "vuelos de la muerte" y ante Garzón admitió haber participado en, al menos, dos. ¿Se desdice ahora? ¿Por qué?
-Denuncié públicamente lo que supe en 15 años dentro de la Armada y que nadie reconocería ni pública ni judicialmente. No hay pruebas de nada. La única forma para impulsar una investigación era autoimputarme. Cuando declaré ante el juez dije lo que los abogados de Izquierda Unida (partido político español) y Garzón me pidieron. No quería autoimputarme por algo que no había hecho. Pero el juez me llamó aparte, al despacho de su secretaria, y me pidió que lo hiciera pues luego él investigaría cómo habían sido los hechos, cosa que nunca hizo. Me desdije ante Garzón en marzo de 2001 y se puso muy nervioso. Si hubiera investigado como prometió y era su deber, ahora estaría en libertad y muchas cosas se habrían descubierto.-¿Participó o no en los vuelos?
-Es imposible que haya participado en los vuelos que dice Garzón. En esas fechas estaba internado en el hospital naval o de vacaciones en Bahía Blanca.
-Hay testimonios de archivos en el ordenador de (el ex almirante Eduardo) Massera. Además, la Armada tiene registro de todo lo que hace.-¿Por qué se entregó voluntariamente a Garzón años atrás?
-Se me había pedido colaboración y eso hice. Jamás pacté nada. Ahora parece que la izquierda, tanto argentina como española, repetirá los tribunales populares que usaron para asesinar a miles de personas en la Argentina. No huyo de la Justicia pues no tengo nada que temer ni ocultar, siempre que ésta actúe legalmente y con imparcialidad, lo que no ocurre con esto. Años atrás, funcionarios argentinos planearon mi huida de España. Yo me negué.-¿Cómo fue su llegada a España como testigo?
-Algunos de la acusación popular resistían mi venida para que no hablase de la colaboración de los Montoneros detenidos en la ESMA y luego liberados. Quienes según lo que se sabe, participaron en tareas, interrogatorios. Esto algún día la justicia argentina lo deberá investigar, pues algunos montoneros torturaban a sus propios compañeros y nadie hizo nada al respecto.-Usted habló de pactos de silencio en lo sucedido. ¿Qué pactos son?
-Pactos entre lo que fue la cúpula de Montoneros respecto de sus 1501 asesinados, 1748 secuestros, 5215 atentados con explosivos, 1052 atentados incendiarios y 2402 robos de armas que figuran en la sentencia de la Cámara Federal, cuyos crímenes siguen impunes y ellos en libertad. La justicia argentina guarda silencio y la española los protege. Uno es (Mario) Firmenich. Pero (Horacio) Verbitsky reconoció su participación criminal al declarar bajo promesa de decir la verdad en 1999 y el juez nada hizo. Tampoco la prensa toca el tema. ¿Será por miedo?[Fuente: La Nación, Bs As, Arg, 14ene05]
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