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30ago14
Zapatero provoca las iras de los emigrantes y del PSU por su apoyo a la dictadura uruguaya
La visita del ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero a Uruguay no ha pasado desapercibida. Y al mismo tiempo no ha recogido mayores elogios a juzgar por las expresiones de los principales portavoces del Partido Socialista Uruguayo (PSU) y de la Marea Granate, un grupo de jóvenes españoles que debido a la crisis económica han debido emigrar.
El ex presidente socialista fue escrachado en la tarde del viernes por un grupo de estos jóvenes a las puertas de la sede el PSU, en el centro de Montevideo. "Que no, que no, que no nos representas", cantaron los indignados a su salida. "Formamos parte de la Marea Granate, un movimiento con presencia en más de 20 países de todo el mundo que se forma de los nuevos inmigrantes, la gente que hemos tenido que salir del país por culpa de la crisis.
Hoy estamos en Montevideo a causa de la visita de Rodríguez Zapatero, el ex presidente del Gobierno. Nosotros hoy queremos exteriorizar nuestra protesta y nuestro desacuerdo más absoluto con la figura de Zapatero y las políticas que ha llevado a cabo, especialmente ahora que se cumplen tres años del cambio de la Constitución y la aprobación del artículo 135, y de la subordinación del interés público a la deuda privada. Nos hemos venido por culpa de esas decisiones, estamos aquí un montón de gente y muchos en situaciones bastante precarias y es por culpa de esas políticas. Es interesante ver cómo han acabado los responsables de esas políticas. El señor Zapatero haciendo tours y vendiendo consejos, sus ministros colocados convenientemente en distintos consejos de administración". Quien así habla es Jorge, sin más "pues no quiero que sepan mi apellido", dice a EL MUNDO en la calle Soriano, en Montevideo. A su lado, jóvenes de ambos sexos que sostienen carteles que rezan 'Tu reforma, nuestra emigración', o 'Zapatero-Rajoy sois lo mismo' o '¿Nieto de fusilado apoyando a hijo de dictador?', por aquello de que el ex presidente llegó a Uruguay invitado por la fundación que orienta Pedro Bordaberry, actual candidato del Partido Colorado e hijo del presidente de facto de los años 70, José María Bordaberry.
Los gritos son al unísono, y despiertan la sonrisa del político cuando sube al coche para partir raudamente, después de brindar sus explicaciones en rueda de prensa. Allí, dejó en claro que efectivamente llegó a Montevideo para dictar dos conferencias sobre seguridad y el sistema penitenciario español, pero que nunca sospechó que fuera a interferir en la campaña electoral uruguaya.
La Marea Granate no solamente ha escrachado a Zapatero en Montevideo, también ha hecho lo propio en Lima (Perú) con la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría. "Todo político del PP y del PSOE que venga a América lo escrachamos y que se le caiga la cara de vergüenza. Nosotros representamos a los españoles, y solamente en este año y medio han llegado a Montevideo -registrados en la Embajada- unos 2.500 jóvenes españoles y habrá otros 5.000 que no han pasado por allí, pues si te apuntas en la Embajada te quitan la tarjeta sanitaria, entonces estamos en esa situación de indefensión", acota Jorge.
Minutos antes, Zapatero respondió a EL MUNDO al respecto de estos movimientos juveniles que le interceptan en sus viajes por el mundo. "La democracia es un proceso abierto, en España vivimos un momento de crisis muy difícil que genera una crítica a quienes han tenido normalmente las tareas de gobierno. Pero como buen demócrata debo aceptar las críticas y tratar de no dar lecciones porque si algo forma parte de la esencia de la democracia es la humildad y la disposición. Creo que la democracia supone afirmar las convicciones con tanta fuerza que no puedas tener ningún temor a debatirla cara a cara con quien no piensa como tú, y supone asumir que pueda haber posiciones de otros partidos o ideologías que no son las tuyas y puedan tener razón", señaló el ex presidente del Gobierno.
Descontento socialista
Rodríguez Zapatero, quien dictó dos conferencias en suelo uruguayo (una en Punta del Este y otra en la ciudad de Salto) no logró conformar con sus explicaciones a los socialistas de Uruguay, sumamente molestos porque llegó sin avisar, y porque habló en el marco de una convocatoria del Partido Colorado -para el PSU la derecha más notoria del país- a escasos 40 días de la elección presidencial. Una de las voces más discordantes con el ex presidente fue el candidato a diputado Gonzalo Civila, quien comentó a EL MUNDO: "Le dijimos Zapatero, a tus zapatos", aludiendo al espacio de intercambio que mantuvieron los dirigentes socialistas uruguayos con la figura política española en la Casa del Pueblo.
"El protocolo no inhibe de decir lo que uno piensa, y voy a decir lo que acabo de decirle a Zapatero en la reunión. Ha venido a Uruguay invitado por una fundación vinculada al Partido Colorado y ha incidido en la campaña electoral uruguaya en relación a un tema que nos importa mucho que es la baja de la imputabilidad penal. Más allá de lo que haya dicho o sus intenciones, su presencia en Uruguay es un hecho político y nosotros políticamente queremos decir lo que pensamos sobre esto.
Si Zapatero tiene poco espacio para hacer política en España no nos parece bien que venga a hacer política en Uruguay, a juntarse con los sectores más reaccionarios de la derecha uruguaya y a abonar una posición que en absoluto compartimos. Hay mucho para hacer en España, nosotros en Uruguay tenemos nuestras discusiones y las vamos a dar entre nosotros, estamos grandes para ello", subrayó el primer candidato a la diputación del PSU.
[Fuente: Por Dino Capelli, El Mundo, Madrid, 30ago14]
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