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30may13
Al 'circo' de Rajoy en Valencia le crecen los enanos: con Camps y Barberá, 11 imputados
Mariano Rajoy tiene un grave problema en la Comunidad Valenciana. La región representa uno de los mayores graneros de votos del PP, pero es también un permanente dolor de cabeza para el líder del partido por la imparable eclosión de altos cargos imputados en sus filas. El dilema es: ¿Cómo compaginar los mimos a un activo electoral tan importante con la mano dura contra la corrupción?
Los últimos en engrosar esa lista negra, ayer mismo, han sido el ex presidente de la Generalitat Francisco Camps y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a quienes el juez instructor del caso Nóos, José Castro, puso en el disparadero por un presunto delito de malversación de caudales públicos. Con ellos serían ya 11 los dirigentes regionales del PP imputados.
Castro remitió ayer al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) la parte del sumario del caso Nóos relacionada con Camps y Barberá, pero advierte que si este tribunal rechazara la competencia para proseguir la investigación, recuperaría automáticamente el caso. El juez se inhibe así en favor del TSJCV dada la condición de aforados de Camps y Barberá, que ocupan un escaño en las Cortes valencianas, el Parlamento autonómico.
El juez quiere que el Tribunal Superior valenciano dilucide las posibles responsabilidades penales del ex president y la alcaldesa, que adjudicaron a Urdangarin y su ex socio, Diego Torres, contratos millonarios sin mediar concurso público. La Generalitat y el Ayuntamiento regaron el Instituto Nóos con casi cuatro millones de euros de fondos públicos por la organización de las tres ediciones del Valencia Summit -un foro sobre turismo y deporte- y de unos Juegos Europeos nunca celebrados.
¿Repetirá Barberá como candidata?
Rajoy ya da por amortizado a Camps, pese a que el ex presidente de la Generalitat pidió recientemente al líder del PP, como reveló El Confidencial, su vuelta a la política tras su absolución en el caso de los trajes. Pero no ocurre lo mismo con Barberá, que, además de ser una de las figuras con mayor tirón popular y más respetada por los votantes del partido, ya se ha apresurado a anunciar que quiere repetir como candidata en las elecciones municipales de 2015.
El pasado sábado, durante un acto para conmemorar el primer aniversario de Alberto Fabra, el sucesor de Camps, al frente de la Generalitat, Barberá lanzó un claro mensaje dirigido a Rajoy y la cúpula de Génova: "Valencia y la Comunidad Valenciana son un activo electoral del partido que hay que cuidar". El presidente del Gobierno, que no ha puesto un pie en la región desde hace un año y medio, ya ha tomado nota. Y el próximo 8 de junio acudirá a la convención autonómica del partido.
Pero la decisión adoptada ayer por el juez Castro, aunque previsible, sin duda va a enrarecer esa convención. Es seguro que Rajoy elogiará los récords alcanzados en las urnas por el PP en aquella comunidad, con porcentajes superiores al 50% del voto. Sin embargo, nadie entendería que el líder de los populares pasara por alto los graves casos de corrupción que atenazan al partido y no aproveche la ocasión para exhibir mano dura contra esa lacra, por muy incómodo que le resulte hacerlo en presencia de la propia Barberá o de otros imputados.
A falta de que el TSJCV decida el futuro penal de Camps y Barberá, otros nueve parlamentarios autonómicos del PP están imputados en diversas tramas de corrupción, la mayoría de ellas relacionadas con el caso Gürtel. Son Vicente Rambla, ex vicepresidente de la Generalitat; la ex presidenta de las Cortes, Milagrosa Martínez; el ex portavoz parlamentario Rafael Blasco; Sonia Castedo, alcaldesa de Alicante; su antecesor en ese cargo, Luis Díaz Alperi; el ex secretario general del partido en la Comunidad Valenciana Ricardo Costa, y los diputados David Serra, Yolanda García y Angélica Such.
[Fuente: Por José Luis Lobo, El Confidencial, Madrid, 30may13]
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