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26sep04
La Beneficència de Valencia exhibe en una exposición el drama de los menores exiliados a causa de la Guerra Civil.
La Guerra Civil (1936-1939) marcó ferozmente la historia de Espa˜a. Devastó el país, costó la vida a cientos de miles de personas, y dio lugar a una dictadura que se alargó cerca de 40 a˜os. La contienda tuvo dramas menos conocidos, como los que recoge la exposición El exilio de los ni˜os, que ma˜ana se inaugura en el Centre Cultural la Beneficència, en Valencia.
La muestra respasa -a través de fotografías, testimonios y objetos personales- la suerte de los más de 30.000 hijos de republicanos espa˜oles que abandonaron de forma organizada el país durante la guerra. Una diáspora que los esparció desde México hasta la Unión Soviética. A ellos habría que sumar a otros 70.000 menores que los responsables de la exposición, las fundaciones Pablo Iglesias y Largo Caballero, calculan que salieron de Espa˜a con sus familias a principios del a˜o 1939.
La fotografía de Robert Capa Ni˜a sobre maletas sirve de apertura a una exposición que cuenta con fondos gráficos de numerosos archivos públicos y particulares; un documento audiovisual inédito de la Filmoteca Espa˜ola; fragmentos de las bombas que la Legión Condor lanzó sobre Gernika; los zapatos con los que un crío cruzó los Pirineos, o una aguja de ganchillo, fabricada con un pedazo de alambrada de uno de los campos de concentración franceses en los que estuvieron recluidas familias espa˜olas. Francia acogió a 20.000 ni˜os durante la guerra.
El Gobierno de la República, el Gobierno Vasco y los padres plantearon la salida de los ni˜os como un asunto temporal, una forma de que no sufrieran el horror del hambre y los bombardeos. Pero muchos de ellos se vieron expuestos en los países de acogida no sólo a las consecuencias de la derrota republicana sino a otro conflicto atroz: la Segunda Guerra Mundial.
El régimen del General Franco se esforzó en repatriar a los ni˜os, a los que consideraba necesario reeducar. Salvo México y la Unión Soviética, que no reconocieron la legitimidad del Gobierno fascista, el resto de países procedieron lentamente a una devolución que en 1949 alcanzaba a cerca de 22.000 jóvenes. La exposición aborda también la traumática vuelta de los exiliados, y la vida de los hijos de los presos políticos y los fusilados, internados en los orfanatos del Auxilio Social.
Inaugurada en diciembre de 2003 en Bilbao, de donde salieron buena parte de los menores, Los ni˜os del exilio se ha presentado hasta ahora en otras cuatro ciudades espa˜olas. La de Valencia es una parada significativa, porque en esta ciudad, y en otras de la costa mediterránea, el Ministerio de Instrucción Pública de la República estableció durante la guerra las llamadas colonias escolares. Unos centros que acogían a ni˜os y adolescentes de regiones especialmente castigadas por el conflicto, y que para muchos se convirtió en la primera parada hacia el exilio.
[Fuente: Ignacio Zafra, El País, Valencia, 26sep09]
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