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10mar09
Las horas más difíciles del magistrado Urquía
La estela brillante de Francisco Javier Urquía, otrora también juez estrella de Marbella, toca a su fin. El magistrado, condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a dos años de prisión por cohecho, espera impaciente que su causa sea revisada mañana miércoles por el Tribunal Supremo. El alto tribunal celebrará una vista para conocer los recursos que tanto el juez como Juan Antonio Roca han presentado contra la sentencia que los condenó a ambos en septiembre a dos y un año de prisión por cohecho.
Precisamente, el mismo juez que dictó esta condena, Miguel Pasquau, estudia fecha para el juicio del Caso Puente Romano, otro proceso contra el magistrado que, esta vez sí, podría ponerle entre rejas. El juez Urquía estuvo presente durante mucho tiempo en los medios de comunicación por instruir uno de los casos más destacados de blanqueo de capitales en España: el Caso Hidalgo.
Según ha podido saber El Confidencial de fuentes jurídicas cercanas al nuevo proceso judicial, “el juicio del Caso Puente Romano podría celebrarse antes del verano, y por el delito de extorsión cometido presuntamente por el juez Urquía al propietario de los hoteles Marbella Club y Puente Romano a cambio de favores judiciales, el magistrado instructor de la causa, Miguel Pasquau, podría pedirle más de cuatro años de prisión. Esta vez no habría eximentes de antecedentes penales ya que para esa fecha se habría resuelto la firmeza de la sentencia del caso anterior y Urquía tendría que ingresar en un centro penitenciario para cumplir su condena”.
Una coima de 5 millones de dólares
En el Caso Puente Romano, la prueba definitiva para el magistrado instructor de la causa, Miguel Pasquau, fue la que aportó el ex marido de la princesa Carolina de Mónaco, Philippe Junot, “una prueba manuscrita” que fue la que reabrió la causa contra el juez después de que fuera sobreseída provisionalmente en noviembre del 2007.
Supuestamente, Arnaud Valere, amigo de Urquía y también imputado en la causa, se ofreció al dueño del hotel David Shamoon para conseguirle el levantamiento del embargo de sus propiedades a cambio de cinco millones de dólares. Según Junot, testigo en el procedimiento, el hijo de Olivia Valere entregó una ‘nota’ al dueño del hotel para demostrar su ‘capacidad de influencia’. Dicha nota "era una prueba del acceso" al sumario del caso Hidalgo que instruía en aquel momento su amigo Francisco Urquía.
El ex de carolina de Mónaco encontró la comanda
El magistrado del TSJA conocía la existencia del “determinante” papel a través de las declaraciones de testigos como Philippe Junot y Andrés Parejo, gestor de los negocios de Shamoon, pero dicho papel no se había aportado porque Parejo aseguró que había destruido el original "por orden expresa" de Shamoon. Ahora bien, sin saber cómo ni por qué, el papel apareció de la nada.
La Navidad pasada, Junot, al que se le vio acompañado por directivos de Marbella Club en una gran mariscada en el chiringuito del Trocadero, encontró la copia de la comanda con los datos del Registro de la Propiedad de la finca de Shamoon que se había perdido y se la hizo llegar a los investigadores del TSJA. La nota incluía, además, la identidad de una persona con la que David Shamoon había acordado la venta de la parcela.
El Caso Puente Romano lo comenzó a investigar el Juzgado de Instrucción número 11 de Málaga en 2007, por la supuesta participación del juez en un plan orientado a obtener dinero a cambio de levantar las medidas cautelares o embargos que pesaban sobre varias empresas intervenidas judicialmente dentro del Caso Hidalgo.
Según un auto de dicho juzgado, Igor Miere habría realizado supuestamente una propuesta presuntamente ilegal a un testigo protegido, que consistiría “en garantizarle el levantamiento de intervenciones judiciales” acordadas contra empresas, así como el desbloqueo de cuentas, puesto que tenía pendiente llevar a cabo una operación de venta de un hotel intervenido en el Caso Hidalgo.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, 10mar09]
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