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11nov14
Dirigentes de IU ocultan la investigación de las tarjetas VIP para evitar su expulsión
El empecinamiento de los dirigentes de Izquierda Unida en Madrid por ocultar los resultados de la investigación interna sobre el escándalo de las tarjetas VIP de Caja Madrid provocó que el máximo líder de la formación, Cayo Lara, diese un golpe en la mesa federal en forma de ultimátum. Tres días es el plazo máximo otorgado a los responsables de IU en la comunidad madrileña para que se expulse a los cargos con responsabilidades políticas en el caso de las tarjetas black.
Como ya había adelantado este diario en el momento en el que se desarrollaba la investigación interna, hace ahora un mes, los dirigentes implicados son el actual portavoz municipal, Ángel Pérez, el portavoz en la Asamblea de Madrid, Gregorio Gordo, y el número dos de Cayo Lara, Miguel Reneses. Todos ellos fueron coordinadores de IUCM durante los años en los que se fraguó el escándalo y, por ende, los principales interesados en ocultar los resultados de una investigación que, según fuentes del partido en la capital, los implicaría directamente.
Los tres consejeros de Caja Madrid a propuesta de IU fueron José Antonio Moral Santín, Juan Gómez Castañeda Rubén Cruz y José Luis Acero, que ya no militan en la coalición de izquierdas. Por ello, el fin último de este proceso de depuración interna, según señalaban estas mismas fuentes, pasaba por ir más allá que el resto de partidos implicados en el escándalo: "Mientras ellos están echando de sus filas a los titulares de las tarjetas, nosotros pretendemos buscar responsabilidades en quien pudo haber sido cómplice porque a los consejeros ya los apartamos hace mucho tiempo. No es verdad que nadie supiese lo que estaba pasando".
La única persona a la que se ha pedido el cese es el diputado Antero Ruiz, un chivo expiatorio que según apunta el candidato a las primarias de IUCM, Julián Sánchez, "era el delegado de los coordinadores, por lo que las responsabilidades, si las hubiere, tendrían que estar en el nivel superior". El propio afectado se defendió tildando su expulsión como un "sacrificio" con el objeto de cerrar en falso la investigación interna y esconder a los verdaderos responsables políticos, que hoy en día siguen ocupando cargos de la dirección del partido.
El "sacrificio" del diputado regional no fue suficiente para Lara ni para el resto de la ejecutiva federal, que aprobó por mayoría, durante una reunión de urgencia, la petición de expulsión de los coordinadores de IUCM durante los años en los que el partido participó en la gestión de la caja madrileña. Más bien, se interpretó como una tomadura de pelo, sobre todo después del tono de las acusaciones vertidas en un encuentro de la dirección federal de IU del pasado mes de octubre que no dejó lugar a dudas sobre la unanimidad interna respecto a la intención de depurar responsabilidades políticas.
La corriente oficialista, cada vez más deslegitimada
El diputado Alberto Garzón, reclamó en aquel encuentro "que caigan los corruptos y los responsables políticos de aupar a esos corruptos", mientras que el miembro de la ejecutiva y abogado del partido en los casos relacionados con Bárcenas y Bankia, Enrique Santiago, precisó sus palabras, señalando la necesidad de echar de IU a todos los que fueron coordinadores en Madrid durante la época en la que existieron las tarjetas black.
Pérez, Gordo y Reneses hicieron oídos sordos, al tiempo que se negaron a dar a conocer el informe a la Comisión de Transparencia de la dirección federal de IU, como se acordó una reunión de la comisión del 29 de octubre. Una petición que volvieron a trasladarles los candidatos a las primarias Julián Sánchez y Lali Vaquero, aunque con la misma suerte.
El responsable del área interna de IU en la comunidad madrileña, Carlos Gutiérrez, califica la ocultación del informe y la documentación que los acompaña de "equívoco", puesto que, añade, "si lo que se pretendía era no alimentar la polémica, el efecto ha sido el contrario". Desde su punto de vista, "no se ha hecho público porque ciertos sectores (en referencia a la corriente oficialista Somos IU) creían que entregarlo era someterse a escrutinio, lo cual es penoso. Pienso que lo mejor es la transparencia y solventar cuanto antes esta cuestión porque tener que hacerlo por obligación es peor".
Las tensiones en el seno de la organización que está provocando la corriente oficialista Somos IU, a la que pertenece el actual portavoz municipal Ángel Pérez, en el punto de la diana de la investigación, estallaron ya la semana pasada por su boicot al acuerdo de integración en Ganemos Madrid. Pérez incluso llegó a amenazar con emprender acciones legales si se llevaba a cabo una confluencia que no respetase el formato jurídico de coalición: "No podemos disolver nuestras siglas ni nuestra identidad en un partido que aún no tiene estructura y cuya predisposición es ir contra los partidos políticos y la política en general", denunció el máximo responsable de la organización en la capital.
[Fuente: Por Iván Gil, El Confidencial, Madrid, 11nov14]
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