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21abr14
El jefe de Parques de Sevilla 'no tenía límites' a la hora de exigir sobornos
José Antonio González Baro, el administrador de Fitonovo que confesó a la juez Mercedes Alaya que pagó sobornos a empleados públicos y partidos políticos, grabó a un funcionario del Ayuntamiento de Sevilla que le pedía mordidas por favorecer a su empresa en la adjudicación de contratos.
En la declaración que prestó en el Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla el pasado 18 de diciembre tras ser detenido en la segunda fase de la operación Madeja, González Baro relató las «presiones incesantes» que recibió del que fue jefe de servicio de la Delegación de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla, Francisco Amores, para que su empresa pagara comisiones.
En la operación Madeja se investigan delitos de cohecho a cambio de adjudicaciones de ese departamento, tanto en la etapa del Gobierno del PSOE como en la actual del PP. El caso se inició el pasado mes de julio y se ha cobrado la detención -entre otros- de Domingo Enrique Castaño, asesor de Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE) en su etapa como alcalde de Sevilla.
Según contó González Baro ante la magistrada, el jefe de Parques y Jardines le decía que «cargos políticos del partido le estaban requiriendo que colaborara económicamente con el partido [PP]» y que, si no lo hacía, corría el riesgo de que «no le contratasen en Sevilla» nunca más.
El imputado aseguró que recibió «tantas presiones» de Amores que «llegó a dudar» que fuese cierto que tras la petición de mordidas estuviera «el Ayuntamiento o el partido [PP]», como le indicaba el alto funcionario.
González Baro corroboró su impresión cuando realizó un «acercamiento» al delegado municipal de Economía, Empleo, Turismo y Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, y «no obtuvo la menor pista» de ese supuesto interés del Consistorio o del PP por que la empresa realizara una contribución económica. Desde entonces empezó a tener claro que la comisión la pedía Amores «para él».
El administrador de Fitonovo reconoció que siguió manteniendo «reuniones» algo «más distanciadas» con el funcionario y que, en uno de los encuentros celebrados a mediados de 2013, «grabó» la conversación.
José Antonio González Baro reconoció en su declaración que a Amores se le pagó entre «2003 y 2011 o 2012» una cantidad que oscilaba «entre los 300 y los 600 euros mensuales», aunque -añadió- a veces se le entregaron «cantidades más importantes». Era una especie de impuesto por lograr contratos, descartando que el funcionario realizara colaboraciones o labores de asesoramiento para la empresa.
Tras adjudicarle la Delegación de Parques y Jardines del Consistorio hispalense un «macrocontrato» de siete millones de euros a principios de 2012, González Baro explicó a Alaya que Amores pretendía que se le pagara otra comisión de «300.000 euros», de los que llegó a cobrar 40.000. Fitonovo también se comprometió a «ponerle gratis las ventanas de su casa», trabajo realizado el pasado año y que tuvo un coste para la empresa de «unos 16.000 euros».
Según el imputado, «durante los cinco primeros meses» Amores sólo le decía que «a ver si se veían» y «sin pedirle nada a cambio». Pero al cabo de ese tiempo empezaron las «presiones incesantes».
González Baro aseguró a la juez Alaya que el funcionario «no tiene límites» a la hora de «pedir constantemente» dinero, que -según intuye- Amores destinaba a «irse de vacaciones» o a «ir a ver a su hijo, que está estudiando fuera».
El directivo de Fitonovo dijo que su padre y verdadero dueño de la empresa, Rafael González Palomo, también imputado en el caso, mantuvo estas mordidas al funcionario «por no tener un problema», pero que él «cortó cuando comenzó a tomar las riendas del negocio» en 2011.
Tras ser detenidos en diciembre durante la segunda fase de la operación Madeja, la juez Alaya envió a prisión tanto al administrador de Fitonovo como a Francisco Amores. Ambos salieron de prisión a mediados del pasado mes de marzo tras depositar fianzas por importe de 250.000 y 150.000 euros, respectivamente.
[Fuente: Por Antonio Salvador y Sebastián Torres, Sevilla, El Mundo, Madrid, 21abr14]
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