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15ene17
Salman y trescientos jerarcas saudíes reciben al Rey Felipe
El Rey ha reconocido esta mañana el papel clave de Arabia Saudí en Oriente Medio, poco antes de ser recibido con todos los honores por el rey Salman y más de trescientos jerarcas del régimen saudí. Felipe VI también ha mantenido un encuentro en la residencia del embajador con españoles residentes en el país árabe, donde ha recordado que España tiene un pasado valioso muy ligado a la civilización árabe.
Estas han sido las únicas palabras públicas del Rey, ya que, a diferencia de las visitas a otros países, el protocolo saudí no contempla los discursos ni facilita el contenido de las conversaciones oficiales.
Arabia Saudí es el reino de los gestos y el del rey Salman ha sido recibir a Felipe VI con los honores de un Jefe de Estado y la deferencia hacia un amigo, hijo además de un rey a quien siempre se le consideró como hermano. El estado físico de Salman, de 81 años, ha obligado a realizar una pequeña revista de tropas que ha quedado compensada por la masiva afluencia de jerarcas a la ceremonia de bienvenida.
Un séquito vestido con la indumentaria saudí, compuesta por una túnica blanca larga de algodón, denominada "thawb", y una capa de pelo de camello de color negro o marrón, bordeada de pasamanería dorada, llamada "bisht", con la cabeza cubierta por un pañuelo de algodón blanco o tejido con rojo sujeto a la frente con cordones, denominado "ghutra".
En la corte saudí, la importancia del invitado se mide por la cantidad de personas que acuden a recibirlo y, en esta ocasión, el número ha alcanzado la máxima capacidad del gran salón del palacio, de unas dimensiones inabarcables, con paredes cubiertas de paneles blancos con tapicería azul y adornos dorados, y el suelo cubierto con una sola alfombra en tonos crudo, camel y azules.
Todo el perímetro del salón estaba cubierto de dos filas de sillones donde se han sentado los trescientos asistentes rodeando los dos asientos principales en los que han tomado asiento el rey Salman y el rey Felipe, escenificando la que es la imagen del viaje: el reconocimiento de la máxima autoridad saudí al Rey delante de todos los cortesanos.
El rey Salman ha entregado a don Felipe la máxima condecoración saudí, el gran collar de la orden del rey Abdulaziz. Tras la ceremonia, el monarca saudí ofrece un almuerzo al Rey y posteriormente ambos monarcas mantendrán un encuentro.
Antes de acudir al palacio del rey Salman, Felipe VI ha estado en la residencia del embajador de España en Arabia Saudí para mantener un encuentro con un nutrido grupo de españoles residentes en el país, a quienes ha agradecido su esfuerzo por "proyectar la mejor imagen de España".
En los últimos años ha habido un aumento notable del número de residentes españoles -en 2011 había unos 700-, motivado en buena medida por la puesta en marcha de los dos grandes proyectos de infraestructuras en los que están trabajando empresas españolas, como son la construcción del AVE La Meca-Medina y el metro de Riad.
También se ha referido el Rey a todos los españoles que han salido a trabajar al extranjero, que con su esfuerzo han "impulsado empresas ayudando a mantener puestos de trabajo aquí y en España".
En sus palabras, el Rey recordó que España es un país "europeo, mediterráneo, atlántico y con una fuerte identidad iberoamericana", pero también con "una vocación universal indudable que cuenta con un pasado muy valioso ligado a la civilización árabe" y destacó que Arabia Saudí es "un país clave en Oriente Medio y del mundo árabe" y que, como España, cuenta con una economía que les confiere "un peso específico muy relevante".
En el acto estuvieron presentes los ministros de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, y de Fomento, Íñigo de la Serna, que acompañan al Rey en su viaje oficial junto a los secretarios de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, y de Defensa, Agustín Conde, además del embajador Joaquín Perez Villanueva, un veterano diplomático que se jubila inmediatamente después de la visita del Rey.
[Fuente: Por Mariángel Alcázar, La Vanguardia, Barcelona, 15ene17]
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