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02ago14
Los Pujol escondieron 500 millones de euros en sus cuentas de Andorra
Cuando el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol hizo público el comunicado sobre el dinero que su familia ha ocultado en Andorra durante más de 30 años, no estaba diciendo la verdad. O, al menos, toda la verdad, porque si bien era cierto que en el pequeño Principado había ocultado parte de su fortuna, no es menos cierto que los integrantes del clan habían movido el dinero hacia otros paraísos fiscales. Pujol dejó más dudas que certezas tras su etéreo comunicado. Porque en él hablaba de una exigua herencia del abuelo Florenci Pujol a Marta Ferrusola y a los siete hijos de Jordi Pujol Soley.
Un informe policial al que ha tenido acceso El Confidencial, sin embargo, desmonta el mito que quiso crear Pujol con la herencia de su padre. Por las cuentas de Andorra, según este informe, fechado este mismo mes de julio, pasaron no menos de 500 millones de euros. "Y en caso de referirse a fondos indirectos, de unos 1.500 a 1.800 millones de euros, de los que se desconocería el nivel porcentual que tendrían ellos". Se refiere, en este último caso, a inversiones colectivas, que pudieron haber pasado por sus cuentas. Según documentos y datos que maneja la Policía, ni siquiera los bancos andorranos pueden determinar con exactitud, en estos momentos, "cuánto dinero es de titularidad propia, cuánto lo es a nombre de fiduciarios, así como si lo manejan uno o varios hijos de Jordi Pujol, aunque finalmente proceda de fondos externos que tengan asignada su representatividad". Lo que está claro es que los 500 millones de euros que circularon por las cuentas de la familia eran enteramente suyos.
Ya existe constancia de que una parte del capital acabó en Luxemburgo mediante una complicada ingeniería financiera. Además, actuaron como un lobby de inversión a través de una sociedad madrileña con la que tributaban sólo el 1% del capital que movían. El representante del clan en esta sociedad de inversión era Jordi Pujol Ferrusola, el hijo primogénito del exmolt honorable.
Según los documentos que ya han llegado a España, al menos 3,4 millones de euros fueron retirados de manera abrupta de las cuentas andorranas en diciembre del año 2010 para recalar en Luxemburgo, invertidos en un "producto bancario denominado internamente SIL (Sociedad de Inversión Libre), propiedad de dichos impositores". Por las cuentas de Andorra, según un informe policial al que ha tenido acceso El Confidencial, la familia "blanqueó ingentes cantidades de dinero en efectivo, procedente de todo tipo de acciones presumiblemente delictivas. Dinero obtenido gracias a aprovechar su condición de privilegio con que cuentan en la Comunidad de Cataluña".
Baile millonario
La matriarca del clan, Marta Ferrusola, por ejemplo, movió entre los días 3 y 4 de enero de 2011, un buen puñado de dinero: dos partidas de 168.000 y de 2.379,45 euros y otra de 903.557, 50 dólares (unos 670.000 euros), lo que totaliza alrededor de 840.000 euros. Unos días antes, el 12 de diciembre de 2010, la hija menor de los Pujol, Mireia, realizaba dos traspasos, de 285.459,35 euros y 1.015.578,65 dólares. Ello totaliza algo más de un millón de euros. Otro hijo, Oleguer Pujol, movió 828.213,59 dólares el 30 de diciembre, unos 612.000 euros. Marta Pujol Ferrusola, la hija mayor, realizó dos traspasos que totalizan 632.097,02 dólares, unos 467.000 euros. Y Pere Pujol envió al otro paraíso fiscal una partida de 410.000 euros el 15 de diciembre y otra de 96.000 dólares el 26 de diciembre.
Según la Policía, este dinero acabó en el otro paraíso fiscal, Luxemburgo, aunque los extractos que adjuntan pertenecen a la entidad Andbank y hacen referencia al movimiento de capitales entre esta entidad y BPA, según manifestaron a El Confidencial fuentes cercanas a las entidades de Andorra. En este país, los Pujol también trabajaban con la Banca Mora, que es la única que admite imposiciones de dinero en efectivo, por lo que las granes bolsas con dinero que pasaba Jordi Pujol Ferrusola desde España en compañía de su entonces novia, Vicky Álvarez, acababan en ese banco.
El informe referido señala que los Pujol se aprovecharon de la infraestructura de BPA (el banco donde habían trasladado el dinero) para inyectar grandes sumas de capitales y favorecer su expansión en España. Según los agentes, la familia catalana habría sido una pieza clave para esa expansión. "Lo sorprendente es la información pendiente de confirmar en el sentido de que detrás de esta gran expansión en España, estaría una muy importante inyección de capital de la propia familia Pujol", señala el texto.
La estructura española
En la capital española, los Pujol eligieron para canalizar sus inversiones a Nordinvest, creada en el 2008, "la primera sociedad de inversión libre que fue dada de alta en España. Desde un principio, fueron los Pujol los aportadores de los activos más significativos". El presidente de esta compañía era entonces Ramiro Martínez Pardo y en ella participaban Jacobo Vicente Blanquer, Alberto Lucas Romaní y Ramón Cerdeiras en representación de Ibersuizas Participadas. En 2011, Blanquer fue sustituido por Luis Chicharro y en febrero de 2013 la gestión de la sociedad pasó a la órbita de BPA. La rentabilidad que ofrecía se situaba ya desde el inicio entre el 7 y el 10%, "para lo que aplicarían cinco estrategias, como long short, arbitrage o macro. Los Pujol se beneficiaron de todo ello".
El texto detalla que las SIL se diferencian de los hedge funds en que "como sociedades que son, están sujetas al control de los socios que las componen, quienes disponen de voz y voto en los consejos de administración de estas entidades que operan como firmas de inversión". La tributación de las SIL, además, es similar a la de las Sicav: pagan el 1% y los reembolsos soportan una fiscalidad del 18%.
Así pues, Nordinvest es una sociedad "especializada en la gestión de patrimonios, que abarca desde la gestión tradicional de renta fija hasta la gestión más sofisticada de retorno absoluto. La gestora se ha consolidado también en Luxemburgo, donde ofrece a sus clientes vehículos de inversión alternativa, como las SIF".
Una SIF es una institución de inversión colectiva regulada por la Administración luxemburguesa que tiene la posibilidad de crear un ilimitado número de compartimentos con distintos perfiles de inversión. Este tipo de infraestructura permite "invertir sin limitaciones en todo tipo de activos siempre y cuando exista diversificación de los mismos (máximo 30% o un solo activo cuyo subyacente esté a su vez diversificado en cuatro activos), lo que proporciona unos límites más flexibles que los de otras estructuras". Cada inversor debe aportar, como mínimo, 125.000 euros y al año de su creación, cada una debe tener no menos de 1.250.000 euros.
[Fuente: Por Antonio Fernández, Barcelona, El Confidencial, Madrid, 02ago14]
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