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07jul16
Felipe González, el elefante en el Comité Federal
Como elefante en una cacharrería, e imaginamos que con cara de pocos amigos, acaba de entrar Felipe González en la antesala del Comité Federal del PSOE que se va a celebrar este sábado en Madrid para abordar los resultados electorales del 26-J -pésimos para el PSOE y para Pedro Sánchez- y la política de los pactos que va a seguir el Partido Socialista en las próximas semanas, especialmente en su relación con Mariano Rajoy y el PP, partido ganador de los comicios del 26-J.
Y así, sin mas remilgos ni circunloquios, Felipe González le ha leído la cartilla a Pedro Sánchez y le ha venido a decir que tiene que apoyar pronto la investidura de Rajoy, la formación del Gobierno del PP y los Presupuestos de 2017, si o sí. Es decir que se acabo el 'no es no' de Sánchez al PP y a Rajoy. Y si Sánchez no entra por ese aro incandescente que ate los machos porque caerán sobre el las plagas de Egipto incluida la furia de barones felipistas que lidera Susana Díaz y la del diario El País. Los que podrían pedir la cabeza de Sánchez incluso en este Comité Federal y con vistas al próximo congreso otoñal del PSOE, si Sánchez le hace frente a González y recurre a las bases del partido abriendo un cisma de imprevisibles consecuencias en el Partido Socialista.
González, que estará representado en el Comité Federal por Susana Díaz -no en vano en Andalucía la llaman 'la felipona'- no ha querido esperar ni tampoco estar en dicho Comité al que pertenece como miembro nato que es, a igual que todos los ex secretarios generales del PSOE, porque él entiende que está por encima de la melé de su propio partido y en el rol de 'estadista'. Un papel que tanto le gusta representar en ocasiones especiales, como la que nos ocupa de la crisis española de inestabilidad política y en este caso con bastante razón, a la visita de la escasa capacidad política de Sánchez y de sus reiterados fracasos electorales.
De esa manera, González, 'el elefante blanco' del PSOE ha entrado en tromba en la antesala del Comité Federal del sábado y, subido al 'púlpito' del diario El País (el diario pro socialista donde González y Cebrián suelen hacer operaciones de altos vuelos e incluso de bajos con el Fandi en Sudán) y desde allí le han dicho a Pedro Sánchez lo que tiene que hacer, cómo y cuando. Es decir: dejar gobernar a Rajoy con la abstención del PSOE y una vez que el líder del PP, a quien también González le impone tareas , salga de su letargo habitual -'modo reposo'- haga concesiones en: 'materia territorial, laboral, educación, pensiones, regeneración democrática, en políticas europeas, Brexit, 'austericidio' y refugiados'. Ahí queda eso.
Incluso a Albert Rivera también le ha puesto deberes González, al pedir que vote en la investidura a favor de Rajoy -con la animadversión que Rivera le tiene a Rajoy- en compañía de Coalición Canaria, para que el líder del PP llegue a presidente del gobierno con 170 votos a favor y la abstención socialista. Una operación que, por otra parte, lleva incluida la aprobación de los Presupuestos Generales de 2017 en línea con las exigencias impuestas a España desde Bruselas.
No cabe duda que González tiene mucha razón en lo que dice y propone, en línea con lo que han dicho otros dirigentes socialistas como Josep Borrell, pero mucho tememos que sus modales exhibicionistas y autoritarios, como si estuviera aún al frente del PSOE, puede que no sean muy eficaces y que incluso provoquen en el seno del Partido Socialista-e incluso en el PP y C'S- reacciones contrarias a esta soflama-alegato del viejo elefante blanco del PSOE.
Sobre todo en el seno de Partido Socialista donde las tensiones están a flor de piel pero donde González, que conoce ese terreno, sabe que Sánchez está muy tocado por culpa de sus errores y fracasos electorales y está a punto de caer. Aunque todo ello tiene un riesgo si Sánchez decide hacerle frente a González porque la batalla interna en el PSOE estará servida -ante los ojos sonrientes de Pablo Iglesias- y el proceso para la formación del Gobierno de Rajoy se atrasaría 'sine die'. Aunque de momento González, en pleno día de San Fermín, ha lanzado su chupinazo a título de provocación o revulsivo pero con la intención de que el PSOE se movilice sin demora y que Sánchez acate su mandato o se prepare para lo que le pueda ocurrir.
[Fuente: Por Pablo Sebastián, República de las ideas, Madrid, 07jul16]
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