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18ene13
Cospedal ordena a la tesorera del PP revisar contrarreloj las cuentas del partido
Aunque de puertas afuera el PP trata de transmitir tranquilidad tras el hallazgo de las cuentas de Luis Bárcenas en bancos suizos, la noticia de la fortuna amasada por su ex tesorero ha caído como una bomba en la sede de Génova. La doctrina oficial es que el imputado en el caso Gürtel ya no pertenece al partido, y que éste nada tiene que ver con sus actividades privadas. Pero nadie se atreve a descartar que la investigación del juez Pablo Ruz depare nuevos sobresaltos en el futuro. Para minimizar ese riesgo, María Dolores de Cospedal ha ordenado poner patas arriba las cuentas del PP para rastrear todas las entradas y salidas de dinero durante la etapa en que Bárcenas ocupó el cargo de gerente, primero, y más tarde tesorero.
Fuentes muy cercanas a la dirección del PP reconocieron ayer a El Confidencial que la secretaria general ha dado instrucciones a la actual tesorera, Carmen Navarro, para asegurarse de que Bárcenas "no metió la mano en la caja". Cospedal dio la orden a su subordinada poco antes de la reunión de coordinación entre el partido y el equipo económico del Gobierno celebrada a primera hora de la tarde del pasado miércoles en Génova, a la que asistieron, entre otros, Luis de Guindos y la propia número dos y presidenta de Castilla-La Mancha. Los 22 millones de euros que Bárcenas llegó a acumular en una cuenta del Dresdner Bank de Ginebra casi eclipsaron el ordel del día del encuentro.
"Navarro se pasó toda la noche y la madrugada del miércoles revisando papeles. Y ayer tampoco salió de su despacho", aseguran las fuentes consultadas. "La orden de Cospedal es revisar de arriba abajo las cuentas del partido, especialmente la etapa de Bárcenas como gerente, antes de que fuera nombrado tesorero", añaden las mismas fuentes. Fue precisamente en el periodo comprendido entre 2001 y 2008 cuando el ex senador por Cantabria, entonces gerente en Génova, abrió varias cuentas en las entidades Dresdner Bank y Lombard Odier Darier Hentsch&Cie a nombre de la sociedad panameña Sinequanom, controlada por el propio Bárcenas.
Profunda desconfianza
La profunda desconfianza de Cospedal hacia Bárcenas viene de lejos. Tras su desembarco en junio de 2008 como secretaria general del partido, y antes incluso del estallido del caso Gürtel -febrero de 2009-, Cospedal puso especial empeño en desembarazarse cuanto antes del tesorero. Además de que no se fiaba de él y de que sus relaciones personales eran más que gélidas -la número dos del partido llegó en alguna ocasión a echarlo de su despacho a cajas destempladas-, Cospedal estaba convencida de que cada día que Bárcenas siguiera en Génova aumentaría el descrédito y la presión mediática sobre los populares. Pero ganar esa batalla no le resultó fácil.
Bárcenas pidió su baja definitiva como militante del PP en junio de 2010, pero antes Cospedal tuvo que lidiar con la, para muchos, desesperante pasividad de Mariano Rajoy, que se resistía a echarlo del partido -nunca se ha sabido si porque estaba convencido de su inocencia o por temor a que el tesorero sacara a relucir trapos sucios-, y sobre todo con la firme oposición de Javier Arenas y Ana Mato, los principales valedores de Bárcenas en la cúpula de Génova. Arenas y Mato llegaron a pedir a Rajoy que hiciera una declaración pública de apoyo a Bárcenas, mientras que la secretaria general y el entonces jefe de Gabinete, Jorge Moragas, le reclamaban que marcara claramente distancias con aquél.
[Fuente: Por José A. Lobo, El Confidencial, Madrid, 18ene13]
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