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19ene05
Entre Salamanca y La Palma.
En los últimos días del recién fenecido año, hemos asistido a una "bronca histórica" (por el tema en sí) entre Gobierno y oposición acerca de los fondos documentales que integran la Sección Guerra Civil del Archivo Histórico Nacional sito en Salamanca, con ribetes de, en mi opinión, un mal entendido enfrentamiento entre nacionalismos periféricos y centralismo castellano.
Como bien es sabido, en el Archivo Histórico Nacional (Salamanca), Sección Guerra Civil, se encuentra uno de los más importantes archivos del Estado en lo referente a la represión desencadenada por el franquismo contra muchísimos españoles librepensadores y demócratas, consecuencia de la fobia y saña que los fascismos europeos aplicaron a los liberales, progresistas y filántropos; el 15 de septiembre de 1936 se publicó el primer decreto franquista contra la Masonería, cuyo primer artículo dice: "La Francmasonería y otras asociaciones clandestinas son declaradas contrarias a la ley. Todo activista que permanezca en ellas tras la publicación del presente edicto será considerado como reo del crimen de rebelión".
Consecuentemente, desde los primeros meses de la rebelión militar, en las zonas del territorio español que quedaron bajo el poder de los generales facciosos, se puso en marcha el aparato represor, de manera tal que una imponente y minuciosa documentación referente a muchísimos ciudadanos fue remitida sistemáticamente a la Delegación de Servicios Especiales de la Secretaría Particular del general Franco, establecida primero en Burgos y definitivamente en Salamanca, donde se centralizó la poderosa maquinaria inquisitorial y represiva que, al aplicarse la tristemente famosa Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo de 1 de marzo de 1940, depuró a miles de españoles, muchos de los cuales pagaron con su vida el ser demócratas y tolerantes. Esta documentación continúa depositada, desde entonces, en el Archivo Histórico Nacional en Salamanca.
Con respecto al archipiélago canario, desde el mismo julio de 1936 comenzó a remitirse a Burgos y a Salamanca por las fuerzas represivas toda clase de informes y documentos relacionados con personas e instituciones de todas y cada una de las islas, consideradas "desafectas" a los rebeldes, republicanos de derechas o de izquierdas y, especialmente, contra comunistas y masones, a los cuales el general Franco odiaba de una manera especial. Esta documentación conforma una parte muy importante de nuestra Historia reciente, de nuestro patrimonio cultural y documental, y se encuentra muy lejos de nuestra Comunidad Autónoma, lo que entraña enormes dificultades para su acceso por parte de los investigadores y estudiosos que residen en Canarias.
La Palma tiene mucho que decir al respecto, pues toda, absolutamente toda, la información documental sobre la histórica masonería palmera se encuentra en Salamanca. Allí están las fichas de más de ciento quince palmeros "empurados" como masones, personalidades de la talla de:
Eugenio Abreu y Creach, Agustín Amaro Rodríguez, Domingo y José Acosta Guión, Juan Bethencourt González (de Los Llanos), Diógenes y Pelayo Díaz Cabrera, Walterio Díaz Duque, Juan B. Fierro Hernández, Cristóbal García Cáceres, Blas Hernández Luján, Antonio y Fernando Isidro Durán, Ventura de León Carballo, José Lozano Pérez, Rosendo, Ernesto y Pedro Méndez Martín, Alonso Pérez Díaz, Francisco, Salvador y Antonio Pérez Algarrada, Ezequiel Pérez Martín, Antonino Pestana Rodríguez, Manuel Rodríguez Conde, Domingo Rodríguez Isidro, Manuel Ruiz Regidor, Luis Wandevalle álvarez, Juan Vidal Cabrera, Tomás Yanes Rodríguez y un largo número de personas de toda La Palma o de fuera de ella, que sería prolijo enumerar aquí y cuyo único pecado fue preocuparse por los problemas de sus conciudadanos y de que La Palma avanzara.
Es también muy importante la cantidad de documentos de la Logia palmera "Abora" de toda índole que se conserva en Salamanca: "cuadros lógicos", libros de actas y correspondencia con medio mundo, hasta con la Respetable Logia Simbólica "Unión y Concordia" Nº 2 de Laredo, Estado de Texas, desde 1934, y varios objetos que pertenecieron a todas las logias canarias; destaquemos, entre las más valiosas, el estandarte de la Logia "Añaza" de Santa Cruz de Tenerife.
De las muchas fichas masónicas de palmeros, reproduzco íntegra y como ejemplo, por ser la de un personaje palmero muy recordado y querido por todos, la de Don Domingo Acosta Guión (Legajo 372, Expediente 12) y en la que consta:
En un impreso de la Logia Abora de Santa Cruz de La Palma (Canarias), se consigna lo siguente: "Domingo Acosta Guión, de estado casado, de profesión empleado del Ayuntamiento, natural de Santa Cruz de La Palma.- Actividades masónicas, políticas y sociales: No se ha podido comprobar con toda certeza que este señor pertenezca a la masonería. No obstante ello, se ha encontrado entre los papeles de esta sociedad, una poesía dedicada a la masonería y por título "Himno".- Es grosero y aficionado a poesías pornográficas" [sic].
Este informe fue remitido por el jefe de la Línea de la Guardia Civil de Santa Cruz de La Palma el 14 de septiembre de 1937 y en el mismo se contiene el original a mano, firmado por D. Acosta, del siguiente Himno:
El caduco y viejo mundo / En ruinas ha de caer, / Al par que libre y fecundo / El nuevo ha de aparecer. / Por Dios tendremos la Ciencia / Por rey la Revolución / Por mundo la cara Patria / Por religión al amor. / El error ha muerto / Viva, viva la verdad. / Los derechos del hombre es libre deseo / Que adora la consciente Humanidad / ¡Abajo el despotismo y la tiranía / que reine la santa libertad! / ¡Abajo la odiosa! / ¡Arriba la noble paz! / Míseros ilotas / El gran dios luce ya… / Los Dioses se derrumban / ¡Cuán bello es despertar! / Gloria al redentor Altruismo, / Gloria al amor y al trabajo / ¡Abajo el absolutismo / Abajo por siempre abajo!
(D. Acosta.)
¿Conocía alguien esta obra de Domingo Acosta Guión? Pues está en Salamanca junto a una enorme cantidad de información paralela a las personas encartadas y que pueden dar mucha luz sobre nuestra Isla y sus gentes, como por ejemplo: un interesantísimo y detallado informe que hace la Logia Abora en 1914 por encargo del Gran Oriente Español (como en buena parte de España) sobre el estado económico, social y político de La Palma al iniciarse la Iª Guerra Mundial.
Es ya hora de que toda la documentación antes mencionada se incorpore y entre a formar parte real del Patrimonio Documental Canario. Y hay mecanismos para lograrlo.
La Ley 3/1990, de 22 de febrero, de Patrimonio Documental y Archivos de Canarias, en su artículo 19 estipula que: "El Gobierno de Canarias procurará reintegrar al Patrimonio Documental Canario los documentos contemplados en los artículos 2 y 3 que se encuentren fuera de la Comunidad Autónoma para su traslado a los archivos correspondientes del archipiélago canario o, en último caso, para su reproducción por el sistema adecuado".
Quien esto escribe, siendo diputado autonómico, presentó al pleno del Parlamento de Canarias el 24 de abril de 1997 una proposición no de ley con el siguiente texto:
"El Parlamento de Canarias insta al Gobierno de Canarias a que, en el plazo más breve posible, convenga con el Ministerio de Cultura las fórmulas de reproducción más adecuadas que permitan integrar en el Patrimonio Documental Canario todos los fondos que, en relación con Canarias, se encuentran en la Sección Guerra Civil del Archivo Histórico Nacional, en Salamanca."
Esta proposición fue aprobada, con leves enmiendas que la perfeccionaron, por unanimidad, pero el Gobierno no movió ni un dedo, por lo que el 14 de enero de 1999 volví a la carga en la Comisión de Educación, Cultura y Deportes, preguntando al Sr. consejero, entonces José Mendoza, hoy senador por la Comunidad Autónoma, qué se había hecho al respecto. El Sr. Mendoza me respondió que "el tema estaba en estudio". (?)
Recuerdo muy bien que por esas fechas el Gobierno de Canarias se había gastado 460 millones de pesetas en una serie de dibujos animados que divulgaran la Historia de Canarias ¿Quién se acuerda de ella? ¿Ha servido para algo después de pasarla por Televisión Española en Canarias? Está en todos los colegios e institutos, me consta, pero no se utiliza por poco útil y extremadamente elemental.
Pero lo peor de todo esto es que siete años y nueve meses después vemos que el Gobierno de Canarias, con los mismos responsables políticos de entonces, siguen "estudiando el tema", lo que a todas luces es inadmisible y hartamente censurable. ¿Por qué esta absoluta indiferencia y nula sensibilidad con algo que atañe tan profundamente a nuestra historia reciente y a nuestro más genuino patrimonio? ¿Porque lo planteó un socialista y de La Palma? De seguro que, ahora que esto huele a nacionalismo (¡y por Dios que no lo es!), logrado por los catalanes y al que se han apuntado vascos y valencianos, alguien, en el ámbito de Coalición Canaria, se habrá acordado de aquella proposición parlamentaria de hace más de siete años, y debe estar "estudiando" cómo maquillarla para presentarla como algo novedoso y, especialmente, "bien canaria y de la tierra", ya que los canarios no nacionalistas debemos ser de Helsinki o de Terranova.
Así pues, es absolutamente necesario y justo actuar en consecuencia, de manera inmediata, para que la memoria de instituciones y personas de nuestra Comunidad Autónoma, que lucharon por la libertad de la que hoy disfrutamos, esté al alcance de todos nuestros conciudadanos, de la investigación histórica y de la actividad cultural canaria, respetando siempre la integridad de los fondos del Archivo Histórico Nacional y los intereses de los investigadores de todo el territorio del Estado, ya que desmembrar el Archivo Histórico Nacional es, a todas luces, acientífico y contraproducente. Sobra, por lo que tiene de estupidez y de ignorancia, todo comentario que tienda a confundir un asunto eminentemente documental, bibliográfico, archivístico y científico con la política pedestre de "¡Esto es mío!"; no, esto es de todos,
Lo avanzados que están hoy día de los medios de reproducción (microfilmación, soporte informático digitalizado, etc.) permite conjugar perfectamente los legítimos intereses de todas las partes, los de las Comunidades que sienten expoliado su patrimonio documental, lo que sin duda es cierto, y el interés de los investigadores de todo el Estado español o de fuera de él, ya que no es nada malo y sí muy beneficioso que, en un solo punto de la geografía española, en este caso Salamanca, estén los documentos, originales o copias fidedignas y científicas, de toda España ya que, de no ser así, habría que visitar Comunidad por Comunidad para poder llevar a cabo una investigación general.
Creo que toda Comunidad Autónoma debe tener en casa "sus papeles", porque es de justicia y para que estén a mano de los investigadores locales, pero también que no se debe desmembrar jamás el Archivo de Salamanca. La "cuadratura" de este círculo se puede hacer fácilmente sin que nadie se moleste y todos se beneficien. ¡Estamos en el Siglo XXI!
Veamos qué hará al respecto el Gobierno de Canarias, que ya habrá tenido tiempo más que suficiente (supongo) para "estudiar el tema", y que no sea otra "fajada" más entre "chichas" y "canariones". Esto, repito, es de todos, o sea: copias digitalizadas o acceso informático para todos, que permita desde cualquier isla, vía Cabildos, el acceso a ellos. Y que puede servir como ejemplo y proyecto para todos los archivos y hemerotecas de Canarias.
[Fuente: Por José Melquíades López Mederos, Diario de Avisos, Santa Cruz de Tenerife, Canarias, 19ene05. Por José Melquíades López Mederos fue diputado autonómico y es catedrático de Geografía e Historia.]
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