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19ene13
La policía esclarece el robo de un bebé en 1964 en Valencia
Cincuenta años después de ser separadas tras el parto, un bebé robado y su madre se han reencontrado en Valencia. La Policía Nacional de la ciudad del Turia ha esclarecido el robo del bebé en 1964, después de que a su madre le dijeran que había muerto. La investigación se inició después de que la hija denunciara la posibilidad de haber sido sustraída tras ver las noticias sobre los bebés robados en los medios de comunicación.
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía en un comunicado, las primeras investigaciones comenzaron en octubre de 2011, al tener conocimiento los agentes de la denuncia interpuesta por una mujer ante la Fiscalía, después de conocer la historia de una mujer en la prensa que sostenía que le habían robado a su bebé tras dar a luz. La investigación fue ardua y compleja, según el comunicado, principalmente por el tiempo transcurrido desde la presunta sustracción en el año 1964, y por la dificultad de poder localizar y relacionar toda la información que se pudiese conservar de la época.
No obstante, los agentes lograron localizar unos archivos con documentación en la que constaban fechas de entrada y salida de mujeres que en la época habían dado a luz en el centro médico en cuestión. En estos momentos, la Policía continúa con las investigaciones para localizar a los responsables de la sustracción, cuyas diligencias corresponden a la Fiscalía de Menores de Valencia.
Más de 200 «aspirantes»
Una vez analizada toda la información, los investigadores obtuvieron un listado con más de 200 candidatas a ser la madre del bebé robado, y comenzaron una intensa búsqueda para localizar a todas y cada una de las mujeres que habían dado a luz en esa fecha. Finalmente, las pesquisas permitieron localizar a la madre biológica de la mujer, la cual mostró una «gran sorpresa y alegría» al conocer lo noticia, según la Policía.
Posteriormente se practicaron los correspondientes cotejos de ADN, que dieron como resultado la inequívoca correlación entre ambas mujeres como madre e hija, con lo que ambas pudieron reencontrarse. Durante todos estos años la madre biológica había vivido convencida de que el bebé, del que ni siquiera le confirmaron el sexo, había muerto en el parto.
El personal sanitario en ningún momento le enseñó el cuerpo del bebé fallecido ni precisaron su lugar de inhumación.
[Fuente: ABC, Madrid, 19ene13]
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