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21oct11
Del hambre de las 'nanas de la cebolla' a un conflicto de intereses multimillonario
El poeta oriolano Miguel Hernández murió consumido por la tuberculosis en el Reformatorio de Adultos de Alicante, una mañana de 1942. Meses antes, desde su celda de la prisión madrileña de Torrijos, había escrito las célebres 'Nanas de la cebolla' (inspiradas por una carta de su esposa, Josefina Manresa, en la que le contaba que eran tan pobres que su hijo solo comía pan y cebolla).
Setenta años después, sus herederos pugnan por un legado compuesto por más de 5.000 documentos, manuscritos y objetos personales, que la Biblioteca Nacional valoró en 1,5 millones de euros y que Josefina Manresa cedió al Archivo Municipal de Elche hace 27 años.
La polémica "hernandiana" estalló cuando Lucía Izquierdo, -esposa del ya fallecido Manuel Miguel Hernández- y sus dos hijos anunciaron la intención de recurrir la rescisión, por parte del Ayuntamiento de Elche, de un contrato negociado con el anterior gobierno socialista que les hubiera reportado tres millones de euros (1,6 para la familia y el resto para una fundación cultural) a cambio de que el municipio conservara el legado durante los próximos 20 años.
En un principio, la renuncia del gobierno ilicitano, en manos del PP desde mayo de 2011, fue justificada exclusivamente por la "incapacidad económica" del consistorio. La alcaldesa 'popular', Mercedes Alonso, aseguraba que, pese a su interés por mantener el legado, "no podemos pagar una suma que asciende a más de dos millones de euros, dinero que sale de los impuestos de los ciudadanos y que debe ir destinado a dar servicios".
Días después de que la familia retirara las cajas custodiadas en el Archivo Municipal de Elche (para meterlas en la caja fuerte de un banco) y declarara abiertamente la guerra al Ayuntamiento, el portavoz del equipo de Gobierno, Pablo Ruz, esgrimía un nuevo argumento: Los derechos de autor de Miguel Hernández prescriben en marzo de 2012, medida que entrará en vigor en enero del año siguiente, en 2013.
Según Ruz, en el convenio, "negro sobre blanco", se especificaba que las cantidades a abonar a la familia durante los próximos años eran en concepto de unos derechos de autor que "ya no existen". "Se podía haber enunciado un concepto distinto, pero nunca abonar esa cantidad de 7.000 euros mensuales por unos derechos de autor que prescriben en 2012", subrayaba.
Por su parte, la familia de Hernández rechaza que el interés crematístico prime en sus decisiones sobre el legado. Su nuera asegura que solo ha pedido "lo que corresponde" a sus hijos, nietos del poeta y herederos legítimos. También en este sentido, defendía a los herederos el ex alcalde socialista, Alejandro Soler, quien destacaba que lo que iban a cobrar los herederos supone "una cuantía similar al sueldo de las personas que trabajan en torno a la Alcaldía".
El futuro incierto del legado
Otra de las quejas de la familia es el estado de "abandono" en el que han encontrado el legado después de más de un cuarto de siglo depositado en Elche. "Hay nueve cajas sin catalogar, un montón de documentos inéditos que han salido a la luz ahora y que dan idea del poco trabajo que se ha llevado a cabo", ha asegurado Lucia Izquierdo.
La familia recuerda que el objetivo de la fundación cultural que iba asociada a la firma del convenio era "divulgar, publicar y difundir la obra hernandiana, un patrimonio de gran valor económico, cultura y literario".
Al mismo tiempo, Izquierdo ha confirmado su intención de resolver este conflicto, "no en años ni en meses, sino en días", porque "lo que no queremos es perjudicar más la memoria de un gran poeta y de un gran hombre", ha añadido.
Sin embargo y a pesar de esta declaración de intenciones, el futuro del legado de Miguel Hernández está pendiente del contenciosos-administrativo que la familia interpuso contra la rescisión del convenio, un proceso judicial que puede prolongarse de forma indeterminada.
Instituciones de Madrid, Cataluña o Salamanca han mostrado su interés por albergarlo, así como los Ayuntamientos de Alicante y Orihuela. El concejal de cultura del municipio natal del poeta, ha asegurado incluso estar en disposición de negociar económicamente con la familia y ha avanzado que tienen ya espacio disponible para albergar los documentos y objetos personales del escritor.
[Fuente: El Mundo, Madrid, 21oct11]
Crímenes franquistas e impunidad
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