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18sep09
La Audiencia Nacional pide la captura de tres nazis por matar a 4.400 españoles
La Justicia española procesó ayer por primera vez en su historia a tres responsables del holocausto nazi. El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ordenó la búsqueda y captura internacional de Johann Leprich, Anton Tittjung y Josias Kumpf, miembros de los batallones de la Calavera (Totemkopf-Sturmbann) de las temidas SS, que trabajaron en los campos de concentración de Mauthausen (Austria) y Sachsenhausen y Flossenbürg (Alemania) entre 1940 y 1945, y en los que murieron no menos de 4.460 españoles.
Quince meses después de que un superviviente republicano de Mauthausen, David Moyano, y tres familiares directos de otras personas torturadas por los nazis presentaran en la Audiencia Nacional una querella por la matanza de ciudadanos españoles, el magistrado ha decidido que existen pruebas suficientes para acusar a los tres ex nazis -que en la actualidad tienen entre 84 y 85 años- de «complicidad en genocidio y delito de lesa humanidad».
Leprich y Anton Tittjung residen en Estados Unidos, aunque han perdido la nacionalidad norteamericana por haber ocultado su pasado nazi, y Josias Kumpf se encuentra en Austria.
El juez, que decretó ayer el ingreso incondicional en prisión de los tres procesado, ordenó a Interpol y a las autoridades policiales europeas que procedan de inmediato a su localización y proceder a su entrega.
Cuarto guardia
La querella de los supervivientes españoles también se dirigía contra un cuarto guardia nazi del campo de Flossenbürg, John Demjanjuk, quien el pasado mayo fue extraditado desde los Estado Unidos a Alemania para ser juzgado allí como criminal de guerra por el asesinato de alrededor de 30.000 personas en el centro de exterminio de Sobibor, situado en Polonia. El instructor, por el momento, no procesará a Demjanjuk ya que está a la espera de conocer los pormenores del proceso abierto en Alemania ya que aunque se trate de diferentes asesinatos, los delitos de lesa humanidad.
El magistrado, apoyado en la documentación aportada por las víctimas españolas, hace un pormenorizado relato de las atrocidades que se cometieron en los campos en los que estuvieron destinados los ahora procesados.
Cada día fallecían entre 200 y 400 internos. Las condiciones eran extremas. «Los prisioneros eran sometidos a inanición, palizas, torturas y asesinatos por diversos métodos, incluyendo el gaseamiento, la horca, el estrangulamiento, la administración de inyecciones en el corazón, la electrocución, los golpes, los ahogamientos, las cremaciones, la muerte por hambre y la ejecución», relata el instructor.
[Fuente: Norte de Castilla, Colpisa, Madrid, 18sep09]
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