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08oct12
Chacón se fue a la guerra y camufló los pagos
Defensa tramitó irregularmente compras millonarias de combustible en 2009 y 2010, durante la etapa de la socialista Carme Chacón al frente del Ministerio. Se trató de suministros encubiertos como «obras» cuyo abultado importe -seis millones de euros- se fragmentó en 127 pequeños contratos, con lo que se evitaba tener que sacar a concurso la partida de adquisición del combustible.
Las irregularidades han sido detectadas por el Tribunal de Cuentas durante la fiscalización económica de las misiones internacionales de las Fuerzas Armadas españolas. En concreto, en los gastos realizados en 2009 en la misión «Eufor Althea» de Bosnia y en 2010 en la misión ISAF en Afganistán.
Según la documentación en poder del Tribunal de Cuentas, en estas compras gestionadas por el Ejército del Aire «se pone de manifiesto un incumplimiento de la normativa contractual» por varios motivos. Primero, porque se califica como «obras» lo que en realidad es un suministro. Segundo, porque se fragmenta el coste global en contratos menores para poder adjudicarlo sin necesidad de sacarlo a concurso público.
Que se optara por camuflar como «obra» lo que en realidad era un suministro también es relevante, porque para poder adjudicar un contrato sin necesidad de concurso, el importe máximo es mucho menor si se trata de un suministro que si es una obra. El siguiente paso fue «trocear» el gasto para encubrirlo como contratos individuales.
Por ejemplo, la compra de combustible realizada a través del Ejército del Aire para la misión de Afganistán en 2010 ascendió a 2.836.781 euros, pero se tramitó de forma fraccionada mediante un total de 65 «contratos menores de obra» con importes que van de los 25.000 a los 58.900 euros.
Más notoria fue la aplicación de esta misma práctica en 2009 en la compra de combustible para la misión «Eufor Althea» de Bosnia. Se compró combustible por un valor de 3.245.072 euros, cantidad que se fraccionó en 62 «contratos menores de obra» por idéntico importe: 52.339,88 euros cada uno. A ellos se sumaron otros cuatro contratos de compra de combustible, por valor de 536.955 euros, que se tramitaron de forma individualizada por procedimiento negociado sin publicidad, aunque en este caso identificados correctamente como suministros.
En su informe, el Tribunal de Cuentas es rotundo: ha habido un evidente «incumplimiento de la normativa contractual» por haber existido «un uso indebido de la figura de los contratos menores». Un fraccionamiento que está expresamente prohibido por la ley de contratos.
El mismo informe de fiscalización alude a otros contratos que se tramitaron con la denominación de «expedientes de gasto», algo igualmente anómalo porque es «una figura no contemplada» en la legislación que regula los procedimientos de adjudicación de las administraciones públicas. También alude en su informe a otras «incidencias». Entre ellas, cita expresamente dos gastos que «fueron tramitados incorrectamente como menores de obras», pero que «tienen el mismo órgano de contratación, el mismo adjudicatario y el mismo objeto: transporte de combustible».
Imprevisión presupuestaria
El Tribunal de Cuentas censura asimismo la imprevisión presupuestaria con la que se dotó a las misiones internacionales en 2009 y 2010, durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Así, se pone de manifiesto que para las operaciones de mantenimiento de la paz desarrolladas por las Fuerzas Armadas españolas en el exterior, el presupuesto contempló inicialmente en 2010 14,36 millones de euros, cuando en realidad el gasto final rozó los 770 millones de euros. Un año antes, en 2009, ocurrió algo muy similar.
[Fuente: ABC, Madrid, 08oct12]
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