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08dic12
Las comunidades autónomas se resisten a eliminar sus embajadas
Hay que apretarse el cinturón. Aunque con otras palabras, éste fue el mensaje que Cristóbal Montoro transmitió a las Comunidades Autónomas a principios de año. Los recortes tenían un objetivo: reducir el déficit al 1,5% del PIB. Las Comunidades, obedientes, sacaron la escuadra y el cartabón y empezaron los ajustes. Educación, sanidad… y embajadas autonómicas. El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ofreció a principios de año a todas las comunidades integrar sus oficinas en las infraestructuras del Estado.
La invitación, que perseguía ahorrar costes y evitar duplicidades, parece que no convence a los gobiernos regionales y solo cinco han aceptado la oferta del ministro. A excepción de Asturias, La Rioja, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Galicia, el resto mantienen sus propias delegaciones en el exterior.
Las popularmente conocidas como embajadas no son todas iguales. En Bruselas están las encargadas de la representación institucional y allí no hay región que prescinda de la suya. Aragón, por ejemplo, cree que son "fundamentales para el seguimiento de las políticas europeas y para conseguir nuevas líneas de financiación". Y aunque han reducido el personal no cierran la oficina. Aunque matizan: "Hasta 2017 no podemos por una obligación contractual en el alquiler del edificio".
Comunidades como Extremadura señalan que la importancia de contar con estas sedes reside en "la intensa labor de revalorización en el en el Comité de las Regiones del Parlamento europeo, en un momento en el que resulta clave para el futuro de la UE ante el nuevo marco regulatorio de fondos europeos para el periodo 2014-2020 así como la nueva Política Agraria Común que se iniciará a partir de 2013". Un punto en el que también coincide Andalucía.
Oficinas comerciales, una red muy extendida
Además de las embajadas en Bruselas hay Comunidades que también tienen su red de oficinas comerciales. Es el caso, por ejemplo, de Cataluña, Andalucía y Murcia. Estos centros tienen por objetivo favorecer la actividad empresarial de las comunidades más allá de sus límites territoriales.
La Junta señala que su existencia es importante porque "el incremento de las exportaciones aporta cada vez más peso al PIB andaluz y posiciona a Andalucía con un papel aún más relevante en el sector exterior en relación con el conjunto nacional". Para favorecer la internacionalización de la economía andaluza la región cuenta con 29 oficinas en ciudades como Moscú, Dubai, Nueva York y Shangai.
También Murcia recurre a estas embajadas comerciales para impulsar su economía. En su caso, son 22 las oficinas repartidas por el mundo, pero según José Ballesta, consejero de Universidades, Empresas e Investigación, "no suponen ningún coste para la Administración y el contribuyente".
La diferencia entre estas Andalucía y Murcia está en la financiación de sus oficinas. Mientras que en Murcia las encargadas de sufragar los costes de los servicios prestados por estas consultoras privadas, son las propias empresas que contratan sus servicios; Andalucía destina 23.048.723 euros a un servicio que en el ejercicio de 2011 utilizaron más de 2.500 empresas.
En el polo opuesto está Valencia, que ha optado por cerrar 12 de sus oficinas. La Conselleria de Economía, Industria y Comercio ya ha extinguido las sedes en Tokio, Toronto, Los Ángeles, Beijing, Cuba, Buenos Aires, Praga, Bucarest, Guangzhou, Florida y Estambul, a las que se sumará la de Chicago antes de que finalice el año.
Cataluña, la embajadora estrella
Con cinco delegaciones y 34 oficinas comerciales la Generalitat es la embajadora estrella. En Cataluña, lejos de aceptar la oferta de García-Margallo, Artur Mas ha manifestado recientemente su intención de consolidar la "internacionalización" de la comunidad. Una postura que refuerza su posición soberanista.
Así, pese a la crisis y los recortes, el president mantiene las embajadas de Berlín París, Londres, Nueva York y Bruselas y la amplia red de Centros de Promoción de Negocios de Cataluña. A su juicio, "hoy la marca España funciona a medias, y la de Barcelona vende más".
En el caso de Madrid, pese a ser la comunidad que más invierte en el extranjero ha prescindido de sus oficinas. En 2011 se materializó la venta de su participación en CEMESA (Centros Empresariales de Madrid en el Exterior S.A.), que cuenta con oficinas en Brasil, México, China y Estados Unidos.
Esta venta no implica que los empresarios madrileños hayan quedado desasistidos, ya que siguen recibiendo apoyo del organismo, pero sin que éste "suponga un gasto a los ciudadanos". Ahora los únicos accionistas de CEMESA son la Cámara de Comercio, CEIM e IFEMA.
[Fuente: Por Raquel Benito, El Confidencial, Madrid, 08dic12]
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