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12feb15
El banco paraliza el desahucio del enfermo de cáncer de Llanes que ya había pagado
Una llamada a primera hora de la mañana del jueves, traía las buenas noticias. El Banco Popular va a paralizar de forma definitiva el desahucio del vecino de Llanes enfermo de cáncer que ya había pagado su deuda pero que no había utilizado el cauce legal adecuado. Los abogados de la entidad se pusieron primero en contacto con la plataforma de afectados por la hipoteca de Oviedo y, posteriormente, con los abogados de la familia para comunicarles su decisión. Han revisado el caso y han cambiado de idea. De momento, eso solo un compromiso verbal. Pero tanto el colectivo como los letrados confían en que se haga efectivo. Si el lunes 16 de febrero, dos días antes de la fecha prevista para el alzamiento, el banco no ha formalizado la paralización del desahucio en el juzgado de Llanes, retomarán la movilización. Volverán las llamadas masivas a las oficinas, las denuncias a los medios de comunicación y las campañas en redes sociales. Saben que su punto débil es la imagen pública.
Miles de tuits y post en Facebook, miles de llamadas a sucursales. El caso de la familia de Llanes despertó una corriente de simpatía que cruzó toda España. Por eso, los miembros la plataforma antidesahucios admiten que sienten "un regusto agridulce, porque la justicia nunca llega a tiempo para el cliente y se hubiera cometido un atropello en silencio si no nos hubiéramos movido". Su portavoz, Pilar Galán siente "tristeza al pensar que la justicia siempre va más lenta que la movilización ciudadana". Ahora los hastag #BancoPopularDesahuciaEnfermoDeCancer y #JoseLuisSeQueda recorren las redes con palabras de júbilo y felicitación.
La historia de este desahucio comenzó, en realidad, hace cuatro años. Un matrimonio con un pequeño negocio pide un crédito de 28.000 euros a una entidad para financiar la compra de material. Poco después al marido le diagnostican un cáncer y la pareja deja de trabajar. Él para ponerse a tratamiento y ella para cuidarle. Durante más de tres años no registran ningún tipo de ingreso y se ven obligados a desatender las cuotas del crédito. Cuando comienzan los problemas legales y ven que se enfrentan al embargo, recurren a familias y amigos y reúnen los 3.800 euros que necesitaban. Acuden a la sucursal del Banco Popular de Llanes y lo ingresan por ventanilla. No saben que ese no es el proceso legal previsto. Tenían que haber ido al juzgado donde hay un proceso de enervación en marcha, que es como se denomina técnicamente. El dinero nunca llegó al destino y el proceso ha seguido en marcha. La pareja conserva las pruebas documentales del ingreso y afirma que el personal de la oficina les garantizó que darían trámite a la cuantía.
Desde entonces la batalla legal se entremezcla con la batalla por la salud que José Luis, que así se llama el marido, mantiene. El único ingreso del que disponen es la pequeña pensión de 780 euros que su mujer comenzó a cobrar en diciembre, tras cumplir los 65 años. Con ese dinero tienen que hacer frente a todos los gastos que tienen y cofinanciar parte del tratamiento contra el cáncer que está recibiendo.
[Fuente: Por Susana D. Machargo, Asturias24, Llanes, 12feb15]
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