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08jul20
Los casos en Lérida podrían duplicarse mientras las autoridades improvisan cómo controlar el brote
Los nuevos casos de covid-19 en la comarca de Segriá, con más de 200.000 habitantes y donde se encuentra la ciudad de Lérida, podrían superar el millar esta semana. La velocidad de transmisión del virus en la región se sitúa desde hace dos semanas, fecha en la que se detectó el primer brote en una residencia de ancianos en torno a un 2,5, por lo que las autoridades se preparan para que los más de 500 casos detectados la semana pasada se dupliquen esta próxima.
De acuerdo con los últimos datos proporcionados por el departamento de salud de la Generalitat de Cataluña, en las últimas 24 horas se han producido al menos 74 nuevos positivos por coronavirus en la comarca de Segriá. La comarca acumula, desde el inicio de la pandemia, algo más de 2.500 casos positivos por coronavirus y 136 defunciones.
El repunte más elevado ha tenido lugar durante la última semana, ya que se ha pasado de los 266 casos la semana del 22 de junio a los 524 de los últimos siete días, de los que 112 han sido en las últimas horas. Como consecuencia, el pasado sábado las autoridades catalanas optaron por cerrar la comarca perimetralmente, por lo que ninguno de sus residentes pueden salir de la comarca, pero sí de sus viviendas. Patrullas de Mossos d'Esquadra controlas las salidas y las entradas.
Por el momento, las autoridades sanitarias se preparan para un aluvión de casos durante esta semana, en la que se detectarán los positivos que se contagiaron antes del confinamiento. Hasta la semana próxima no se podrá saber si el confinamiento ha funcionado o se necesitan más medidas.
De acuerdo con los últimos datos, los hospitales de Lérida tienen ingresados este martes a un total de 68 pacientes, un 30% más que los registrados este domingo, de los cuales al menos ocho se encuentran graves en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Acusan a la Generalitat de improvisar sus medidas
Para muchos, la decisión de confinar la Segriá llega algo tarde, con algunos de los alcaldes de los municipios de la comarca criticando a la Generalitat de improvisar en sus medidas. Desde el sindicado médico CSIF criticaban a principios de semana el "descontrol monumental" del gobierno catalán al tiempo que ha pedido que la región vuelva a la fase 2.
En declaraciones recogidas por la agencia EFE, el jefe de Epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, reconocía este martes que los brotes de coronavirus del Segrià demuestran que "nos hemos quedado cortos" en el refuerzo en vigilancia epidemiológica en salud pública y que "faltan recursos"-
"Esperamos brotes y que podamos controlarlos", ha explicado el epidemiólogo, que ha señalado que "el aumento de la incidencia preocupa a todo mundo" y que "las cifras son realmente altas", aunque ha restado importancia a que en Barcelona se incrementen los casos porque es "en una proporción relativamente pequeña" y "era esperable" al terminar las medidas de restricción de la movilidad.
Desde la Generalitat rechazaban este martes que se haya actuado tarde ante los brotes, ante lo que ha denunciado la "frivolidad" del Ejecutivo central por cuestionar su gestión. Así lo ha transmitido este martes en rueda de prensa la consellra de Presidencia y portavoz del Gobierno catalán, Meritxell Budó.
En concreto, ha respondido a las declaraciones del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, que este lunes aseguró que si bien aplaudía la decisión del Govern de optar por el confinamiento de Lleida el pasado sábado, "le hubiera gustado que lo notificaran antes". Un ejemplo de que no se ha tratado de una decisión coordinada entre el Ministerio de Sanidad y la Generalitat, si bien a partir de este lunes desde el Paseo del Prado han asegurado que están llevando a cabo reuniones diarias con el Ejecutivo catalán para controlar el brote.
De hecho, el anuncio este sábado se hizo después de que la consellera de Salud, Alba Vergés, rechazase públicamente en varias ocasiones tomar esa medida. De hecho lo negó esa misma mañana, horas antes de que Quim Torra anunciase la decisión y cuando los Mossos d'Esquadra ya preparaban el operativo.
Brote especialmente complejo
La realidad es que el brote de Lérida es especialmente complejo de controlar por su diversidad. Su origen no es único, sino que se tratar de un conjunto de hasta 14 focos distintos, en su mayoría con origen en empresas hortofrutícolas, si bien también hay dos en residencias de ancianos, uno en un albergue y otro en un edificio del centro histórico. La transmisión comunitaria ha vuelto a la región sin que las autoridades sanitarias sepan cuál ha sido el paciente cero.
Por el momento, no se descartan nuevas medidas. Este mismo martes, la consellera de Salud, Alba Vergés. ha anunciado que propondrá al Govern que haga obligatorio el uso de mascarillas incluso cuando se pueda mantener la distancia de seguridad. La única excepción sería el ámbito familiar y la norma sería no sólo para la comarca afectada, sino para toda Cataluña. Así lo ha explicado la consellera en una entrevista con RAC1, en la que ha apuntado que la decisión se confirmará hoy miércoles durante la reunión del Procicat (Plan Territorial de Protección Civil de Cataluña).
Por otro lado, la gerente de la Región Sanitaria de Lleida, Divina Farreny, ya ha pedido más personal sanitario para reforzar la atención en el Segrià, donde también se han protegido las residencias de ancianos prohibiendo las visitas y haciendo cribados, tanto si tienen o no casos positivos. Por otro lado, ya han comenzado a instalar un pequeño hospital de campaña.
Posible confinamiento domiciliario
La otra opción que se está planteando si la situación no mejora es imponer confinamiento domiciliario. Este lunes, durante una rueda de prensa de la comisión de seguimiento del brote, el jefe del área epimdemiológica de Lleida y presidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEI), Pere Godoy, explicó que si en 14 días la incidencia del virus en la región no baja, es posible que tengan que "plantearse" confinar a la gente en sus casas.
De acuerdo con el experto, a principios de junio, la prevalencia de contagio del virus en Lleida era del 3,1%, levemente inferior al resto del país, cuando se situaba en el 5%. Durante su intervención, Godoy también puso el foco en la falta de medidas de protección que se han tenido para los temporeros, origen de gran parte del brote. De acuerdo con la patronal Afrucat, este brote ha afectado a 110 de los 3.500 trabajadores de las empresas frutícolas catalanas, un3 % del total, si bien ha especificado que estos contagios se han producido en el ámbito privado.
Estos días, han llegado a la región más de 30.000 personas para trabajar en la campaña de la fruta, originando lo que el epidemiólogo ha denominado como "cadenas de transmisión" fuera de su espacio de trabajo. En ese sentido, Godoy ha reconocido que los temporeros "es un colectivo más difícil de seguir que los ciudadanos que tienen un domicilio conocido, un médico de cabecera que le hace seguimiento...", lo que, según ha dicho, obliga a "destinar más recursos".
Es por ello que a día de hoy la mayoría de infectados en el Segrià son personas "laboralmente activas" y con un buen estado de salud previo, motivo por el cual los ingresos en UCI son menores que en marzo, cuando la mayoría de afectados eran personas de la tercera edad. No obstante, ha advertido de que los casos van a aumentar en los próximos días, sobretodo teniendo en cuenta que en torno al 97% de los leridanos no han pasado la enfermedad.
[Fuente: Por Diana Fresno, Vozpópuli, Madrid, 08jul20]
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