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15may20
El Tesoro emite 44.500 millones en 4 meses para capear el desplome de la recaudación
Algo más de 44.530 millones de euros. O, lo que es lo mismo, unos 11.100 millones de euros al mes. Esta es la cantidad en que se ha visto obligado a endeudarse el Estado en el primer cuatrimestre del año para capear el doble efecto que tiene el covid-19 sobre la economía española, tanto en términos de caída de ingresos como por un fuerte incremento de los gastos.
Los datos los ha publicado el Tesoro, y reflejan con claridad el impacto de la pandemia sobre las cuentas públicas, que ha obligado al Estado a acelerar su política de emisiones para captar liquidez y poder hacer frente a los pagos y al desplome de ingresos. Principalmente, en sus dos impuestos con mayor potencia recaudatoria, el IRPF, por la destrucción de empleo, y el IVA, por el desplome del consumo.
Para hacerse una idea de lo que significan esos 44.530 millones largos, hay que tener en cuenta, y aunque los periodos nunca son homogéneos porque dependen de las condiciones del mercado, que entre enero y abril del año pasado el endeudamiento apenas creció en 5.926 millones de euros. Es decir, que las emisiones del Tesoro (1,06 billones en total) se han multiplicado por siete veces y media, lo que revela el tsunami que ha arrasado las economías de todo el planeta, y, en este caso, la española.
La parte positiva es que el Tesoro continúa alargando los plazos de vencimiento de sus emisiones, hasta los 7,74 años, mientras que, en paralelo, la rentabilidad media ha caído hasta un 2,04%, nuevo mínimo histórico. Es decir, el Tesoro se financia más barato, lo que compensa, en parte, el incremento del volumen de deuda en circulación del Estado.
Esto significa que la estrategia de financiación del Tesoro para 2020 ha saltado por los aires, ya que, a principios de año, estimó un endeudamiento neto equivalente a 32.500 millones de euros. El Estado, sin embargo, no va a tener problemas para colocar sus emisiones debido a la acción decidida del BCE, que, al comienzo de la pandemia, anunció un programa de compras extraordinario de hasta 750.000 millones de euros.
Según las estimaciones de Analistas Financieros Internacionales (AFI), el Tesoro tendrá este año unas necesidades netas de financiación equivalentes a unos 118.000 millones de euros. Es decir, casi cuatro veces más que lo previsto inicialmente. De esa cantidad, de acuerdo con sus estimaciones, alrededor de 75.000 millones los comprará el BCE.
Compras de emergencia
Cabe recordar que hasta el pasado 8 de mayo, y en el marco del 'Programa de compras de emergencia frente a la pandemia' (PEPP, por sus siglas en inglés), el BCE ha adquirido títulos por valor de 152.900 millones de euros, con un volumen creciente, lo que refleja las enormes emisiones que se han visto obligados a lanzar los tesoros nacionales. Tan solo en la última semana, el BCE compró valores por 34.200 millones.
Aunque el Banco Central Europeo no da datos por países, según sus reglas internas, a España le corresponde su peso en el BCE, que es del 11,9%.
El banco central, hasta el momento, ha integrado en su balance compras de todo tipo de títulos por valor de 2,87 billones de euros, lo que refleja hasta qué punto las emisiones de los tesoros nacionales dependen de los banqueros de Fráncfort. En particular, los Estados más endeudados, como el español.
En el último Programa de Estabilidad enviado por la vicepresidenta Calviño a Bruselas, se estima que la deuda pública se dispare hasta el 115,5% del PIB este año, lo que supone un incremento de nada menos que 20 puntos respecto de 2019. En este caso, por un doble efecto, la caída del PIB nominal (en torno a 10 puntos) y otros 10 por el incremento de las emisiones destinadas a financiar el déficit público. En total, 7,7 puntos debido al déficit y 2,6 puntos de PIB por el pago de intereses.
Las enormes necesidades de financiación del Tesoro explican la preocupación del Gobierno, y del propio BCE, por la evolución del diferencial con Alemania. La prima de riesgo se situó ayer en 136 puntos básicos (1,36%), lo que significa que España debe pagar más por el mismo activo. Algo que obliga al Ministerio de Economía a calcular muy bien el momento más adecuado para articular su política de emisiones. La presión sobre la deuda española, de hecho, llevó a que algunos días de abril la rentabilidad de las letras a un año volviera a tipos positivos.
Esto explica que el Gobierno suspire por que la Unión Europea ponga en circulación el llamado fondo de reconstrucción, lo que permitiría a España reducir sus necesidades de financiación, ya que sería la UE la que tendría que apalancarse con recursos de su presupuesto, y no cada Estado. España, igualmente, confía en el mecanismo de estabilidad (MEDE) para evitar salir al mercado y aligerar la presión sobre la prima de riesgo.
[Fuente: Por Carlos Sánchez, El Confidencial, Madrid, 15may20]
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