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30jul10
Nueva 'ofensiva inútil' de Pedraz contra los militares responsables de la muerte de Couso
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha ordenado por segunda vez la detención de los tres militares estadounidenses que atacaron el Hotel Palestina en Bagdad en abril de 2003, donde se alojaba toda la prensa internacional que cubría la guerra de Irak, ataque en el que murió el periodista de Telecinco José Couso.
El magistrado ha instado en un auto a la busca, captura e ingreso en prisión del sargento Thomas Gibson, el capitán Philip Wolford y el teniente coronel Philip de Cam. Sin embargo, en la práctica, esta orden no sirve de nada mientras que los marines no vengan por decisión propia a nuestro país y sean localizados por la Policía.
España y Estados Unidos no tienen convenios de extradición, al contrario de lo que ocurre con otros países como Francia, con el que hay intercambio de detenidos y presos. El país estadounidense no va a entregar a tres de sus militares a la Justicia española para enfrentarse a un delito contra la comunidad internacional por atacar "a sabiendas" contra un centro clave para la prensa de todo el mundo.
Pedraz ha pedido colaboración a la Administración de Barack Obama en vista de las trabas puestas por su antecesor, George Bush. Solicita, en base al Tratado de Asistencia Mutua en materia penal, que el Departamento de Defensa y Justicia de este país obtenga un testimonio íntegro de la documentación obrante tanto en este departamento como en el de Estado sobre los hechos investigados.Con esta petición, Pedraz es consciente que está haciendo un brindis al sol porque es del todo improbable que el Gobierno norteamericano consienta que se ponga en duda la forma de actuar de su Ejército en Irak.
El magistrado ha actuado de esta forma después de que el Tribunal Supremo haya ordenado a la Audiencia Nacional reabrir el caso y practicar las diligencias que sean oportunas. La Sala de lo Penal de este órgano judicial ha estimado en dos ocasiones que esta causa no tiene relevancia penal al producirse como un acto más dentro de un conflicto bélico. El propio Supremo ya apuntaba en su sentencia que el recorrido final de este caso es el archivo aunque primero hay que quemar todos los cartuchos legales disponibles.
Viaje a Bagdad
Ahora, la causa vuelve a Pedraz, defensor desde el principio de investigar los hechos. Quiere ir a Bagdad para realizar una inspección ocular tanto al hotel como a las sedes de dos cadenas de televisión árabes que fueron bombardeadas ese mismo día -Al Jazeera y Abu Dhabi-, que podría corroborar la teoría del juez de que el ataque fue premeditado para amedrentar a la prensa internacional.
A su viaje a la capital iraquí ha solicitado al Consejo General del Poder Judicial que le acompañen tres periodistas españoles que estaban en el recinto en el momento de los hechos. Se trata del compañero de Couso, Jon Sistiaga, Olga Rodríguez y Jesús Manuel Hernández Quiñonero. En un comunicado, estos reporteros ya han anunciado su voluntad de acompañar al magistrado y ayudarle en todo lo posible.
Una vez se practiquen estas pruebas y si Pedraz no consigue traer a los ocupantes del carro de combate que disparó contra el cámara de televisión la causa quedará archivada de forma definitiva.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, 30jul10]
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