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19jul16
Diez diputados nacionalistas anóminos ayudan al PP y a C's a conseguir una Mesa a su medida
A Patxi López no le ha gustado que los independentistas (ERC y CDC) hayan permitido que Ana Pastor haya salido elegida presidenta con los votos del PP y de Ciudadanos. A la luz de los resultados de la votación definitiva, han señalado sus allegados a República.com, los 17 votos de los independentistas catalanes hubieran sido decisivos, sumados a los 71 de Unidos Podemos, para inclinar la balanza en su favor. Y si López está molesto más lo está su partido con los 10 votos de nacionalistas anónimos que han ido a parar a dos vicepresidencias de la Mesa.
En la votación, secreta y mediante papeleta en urna como todas las de la sesión constitutiva del Congreso, Ignacio Prendes y Rosa Romero, los candidatos de Ciudadanos y PP a las vicepresidencias primera y tercera de la Mesa, se han encontrado con el 'regalo' de diez votos más de los esperados cuya paternidad nadie ha asumido públicamente. Entre los dos, han sumado 179 papeletas cuando la suma de los escaños del PP y Ciudadanos es de 169. Hay que tener presente que a los cuatro vicepresidentes se les elige en una única votación, en la que cada diputado solo puede optar por un nombre en su papeleta.
Una vez hecho el recuento, se han disparado las especulaciones. Lo primero que se ha dado por hecho es que Convergència había cedido cinco de sus diputados -probablemente a cambio de asegurarse grupo propio en el Congreso-. Se ha comentado también que ERC habría dado cinco votos a cambio de la presidencia de una comisión, pero su portavoz, Joan Tardá, lo ha negado con la vehemencia que le caracteriza. "Si alguien cree que nosotros hemos votado al PP o a Ciudadanos, es que es tonto o no se entera de nada o no nos conoce", ha resumido el diputado catalán. En apoyo de este desmentido ha acudido el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que ha asegurado en Twitter que no había sido ERC si no el PNV quien habría apoyado a Prendes y Romero.
Se da la circunstancia que, en el Senado, el PP ha cedido al Partido Nacionalista Vasco uno de sus cinco puestos en la Mesa de esta duodécima legislatura. Iglesias cree que el hecho de que ni CDC ni el PNV quieran reconocer que han cedido estos votos "revela que están avergonzados". Para el portavoz socialista, Antonio Hernando, lo que tiene que hacer el PP es intentar pactar la investidura de Mariano Rajoy con los dos partidos nacionalistas una vez que "se ha visto la senda de los 179".
Este enfado se ha acumulado al que ya existía por la forma en la que ha sido elegida la nueva presidenta del Congreso. Pastor sacó en la segunda votación 169 diputados, los 137 del PP y los 32 de los de Cs. Por su parte, López alcanzó los 155 escaños gracias a los 85 diputados socialistas (incluido el diputado de Nueva Canarias que se presentó en una lista conjunta con el PSOE) y los 71 diputados de Unidos Podemos y sus confluencias territoriales.
De los 25 votos en blanco del resto de fuerzas parlamentarias -los que dieron indirectamente la presidencia a Pastor- , 17 eran de Esquerra Republicana (ERC) y la ex Convergència (PDC) y el resto del PNV, Bildu y Coalición Canaria (CC). De ahí que los socialistas concluyan que si los independentistas hubieran votado a López como hicieron, sin negociación ni concesiones a cambio, los diputados de Pablo Iglesias, la suma de 155 y 17 (172 escaños) hubiera superado a los 169 de la candidata del PP.
"Al final -señaló a este diario un responsable de la Ejecutiva socialista que prefirió no desvelar su nombre-, los independentistas salvan a la derecha porque ambos se retroalimentan". "Aunque también -añadió- el PP sabrá recompensar los servicios prestados ayudando al partido de Carles Puigdemont a tener grupo parlamentario propio, que ha sido la meta obsesiva de Francesc Homs para pintar algo en Madrid".
La "jugada" del PP
Los socialistas están convencidos de que el Grupo Parlamentario Popular les tiene preparada una jugada muy especial cuando llegue el momento de formar los grupos parlamentarios. Como Convergencia no tiene 15 escaños ni ha obtenido en las circunscripciones en las que se ha presentado el 15% del porcentaje necesario, dice, hace un mes que están pidiendo informes a los letrados de la Cámara Baja sobre los precedentes que se han aplicado con anterioridad para forzar el Reglamento.
La mejor solución que han encontrado para evitar tener que darles 7 diputados a los independentistas catalanes, añaden esas fuentes, es aplicar el precedente que estableció el Congreso, a petición de los socialistas, de ceder menos diputados pero los suficientes para que les suba el porcentaje de 13 a 15 puntos. Es decir, hacer lo que hizo el PSOE con Coalición Canaria cuando cedió durante un mes dos diputados de Toledo a Coalición Canaria para que sumara los cinco necesarios y formara grupo a cambio de apoyar la investidura.
En ese caso, el Grupo Popular sólo tendría que ceder, señalan los socialistas, uno o dos diputados de provincias pequeñas en donde el porcentaje del PP sea lo suficientemente elevado como para, sumado al de CIU, alcance el 15% reglamentario. Los socialistas ignoran cuáles son las provincias que el PP tiene en mente.
El PSOE se coloca al margen
En cualquier caso, el PSOE descarta por completo participar en el juego de concesiones al partido de Artur Mas, como le insinuaron los populares. Sobre todo porque Pedro Sánchez, según señala su entorno, está convencido de que los nacionalistas catalanes acabarán absteniéndose en la investidura de Mariano Rajoy y de que eso va en el paquete negociador que ya se ha puesto de manifiesto en la elección de la Mesa del Congreso.
Eso supone, añaden, que el candidato del PP será investido sin necesitar la abstención del PSOE porque bastará con las de Ciudadanos (en el caso de que no se incline finalmente por el "si"), Convergencia, PNV y CC.
Es algo, siguen diciendo las fuentes consultadas, muy importante para la estrategia opositora del secretario general del PSOE de cara a ser el líder de la oposición porque evitará que los socialistas deban comprometerse. No lo harán, señalan miembros de la Ejecutiva a este diario, ni en la hipótesis de que se abstenga también CS y añaden que "sólo cabe estudiar la abstención si CS entra en el Gobierno del PP o en el caso de que apoye a Rajoy en la investidura".
A pesar del enfado, Antonio Hernando, el portavoz parlamentario del PSOE, ha abundado hoy en la idea repetidamente expresada por Sánchez durante la campaña electoral y después de los comicios de que hay que ayudar a los independentistas "a salir del limbo" y colaborar a que se recupere el diálogo y la negociación entre el Gobierno central y la Generalitat. En declaraciones matinales a distintas radios, ha dicho: "No me parece mal que Rajoy cuente con los nacionalistas, que se haya reunido con ERC y con PDC. Hay que normalizar la relación; el diálogo es necesario.
Previsiblemente, alguno tendrá grupo propio sin que cumpla exactamente los requisitos. Me parece bien, pero cuando lo hizo el PSOE en la pasada legislatura pidieron mi cabeza y dijeron que rompíamos España, mientras que ahora, si lo hace el PP, es un acto de responsabilidad a favor de la estabilidad y de la gobernabilidad de España. Lamento que cuando el PSOE habla con los nacionalistas se diga que rompe España, mientras que cuando lo hace el PP es legítimo".
[Fuente: Por Raimundo Castro, República de las ideas, Madrid, 19jul16]
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