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25nov18
Cemex echa el cierre en Almería y Baleares: "Será la ruina para la comarca"
La industria española ha sufrido un revés en las últimas semanas. La empresa mexicana dedicada a la producción de cemento, Cemex, ha anunciado el cierre de dos de las siete plantas de producción que tiene en nuestro país: la de Gádor, en Almería, y la de Lloseta, en Baleares.
La compañía llevará a acabo una “importante” reducción de su estructura a través de un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a más de 200 trabajadores de los 1.000 que tiene la empresa en España.
¿Por qué cierra Cemex? La mexicana ha explicado que el despido de parte de la plantilla responden a la situación del sector y a las perspectivas de la industria frente a la nueva regulación europea sobre los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) a partir de 2020.
Los trabajos en el mundo cementero son estables y duraderos, por lo que la mayoría de los trabajadores que se irán a la calle lo harán acumulando más de 15 años en el sector. ¿Qué hacer con esas 200 personas que se quedan sin empleo? El secretario general de la sección sindical de Comisiones Obreras en la empresa, José Lafuente, explica a Vozpópuli que uno de los logros que han alcanzado es la de implicar a las distintas administraciones en la creación de planes de empleo enfocados en los despedidos.
“La empresa se mantiene en que es necesario cerrar, aunque nosotros vemos razones para que se puedan mantener abiertas. La última reunión la tendremos el 26 de diciembre y a partir de enero se negociarán la salidas de los trabajadores”, dice Lafuente explicando el calendario que les queda por delante.
Gádor
"Hemos conseguido aplazar el ERE hasta enero gracias a las manifestaciones", explica Antonio Orta, responsable del sindicato en la planta de Cémex en Gádor, Almería. Los despidos estaban establecidos para noviembre, pero este tiempo ganado es un balón de oxígeno para que los trabajadores encuentren un nuevo empleo en una zona deprimida industrialmente.
En la región sólo queda otra cementera en Carboneras y una planta de Endesa. Ahora se convierten en posibles destinos laborales cerca de casa. "Nosotros defendemos que la planta es rentable, y lo vamos a hacer hasta el último día del año. Los ánimos están por los suelos", añade.
En las mesas de negociaciones se han establecido la posibilidad de crear empleos en la zona con "alternativas de industrialización", pero Orta apunta que serían a "medio y largo plazo", lo que no solucionaría el aumento de paro a partir del primer mes de 2019.
El sindicato calcula que se perderán unos 100 puestos de trabajo directos y 200 indirector. "El tejido industrial es prácticamente nulo", apunta Orta. En la planta, asegura, se cumple con la cuota de mujeres trabajando. La media de edad no baja de los 45 años, y la experiencia acumulada supera ampliamente la década. Avisa que van a pelear hasta el último momento. “Si cierra la empresa será la ruina para la comarca”.
Lloseta
Lloseta es un pequeño pueblo a 30 minutos en coche de Palma de Mallorca. A penas viven 5.000 personas. Más de 80 perderán su puesto de trabajo cuando Cemex haga las maletas a partir de 2019. "La gente está abatida. Sabíamos que iba a pasar algo, pero no de manera tan repentina", afirma Vicenç Villalonga, el delgado de Comisiones Obreras en la fábrica.
La reducción de plantilla afectará a todas las secciones menos a la parte comercial. "Los trabajadores afirman que nunca más volverán a trabajar para Cemex, ni si quiera si los reubican", afirma tajante.
En la zona sólo queda una planta incineradora y otra de Enel (empresa matriz de Endesa). "Hace 10 años se hacía mucho calzado, pero ahora sólo quedan dos fábricas". En la isla hay cuatro plantas de hormigón, pero Villalonga duda de que puedan absorber todos los despidos.
Además del desempleo, se podrían sumar problemas de desabastecimiento. "La construcción genera 44.000 empleos en la isla y subiendo. No entendemos el cierre. Va a ser complicado traer cemento cuando haya temporal o los puertos estén cerrados", subraya Villalonga.
Tendremos que estar trabajando hasta el último día. Hay que catalogar e indicar bien cada uno de los productos que tenemos aquí porque son muy contaminantes y peligrosos". Villalonga se refiere a los aditivos que se le echan al cemento para que sea más fluido o al sufato ferroso que elimina el SO3, el elemento que agrieta las manos de los obreros cuando tocan el producto con las manos.
[Fuente: Por Carlos Frías, Vozpópuli, Madrid, 25nov18]
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