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29ago18
El nacionalsocialista Torra quiere plantear un desafío al Estado: o referéndum o ruptura
Quim Torra está terminando de perfilar la conferencia que pronunciará el martes 4 de septiembre en Barcelona. Según varias fuentes, este discurso, que tiene que señalar el rumbo del movimiento independentista en los próximos meses, será contundente y desafiante. El tan anunciado “otoño caliente” robará unos días al verano astronómico.
Según ha podido saber La Vanguardia, la intervención que el president prepara –ayer estaba reunido con los presos en Lledoners para conocer su opinión– se estructura en tres ejes: desobediencia a la eventual sentencia del 1 de octubre; ultimátum al Gobierno para que se avenga a negociar un referéndum y preparación del clima político que impulse una ruptura con el Estado que, a pesar de la experiencia del último año, el president todavía cree posible y viable.
Torra confía en que la movilización popular del Onze de Setembre y de las sucesivas celebraciones del aniversario del 1 de octubre y el 27 (cuando se declaró la fallida independencia) ayuden a crear este clima para la ruptura que, no obstante, no sitúa en ninguna fecha del calendario. Por ahora es sólo un objetivo al que Torra no renuncia.
La desobediencia es clave para él. “O libertad o libertad”, se dice textualmente. Torra no aceptará que Oriol Junqueras, Josep Rull, Jordi Turull, Dolors Bassa, Raül Romeva, Joaquim Forn, Carme Forcadell, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart estén encarcelados y sean condenados.
Ya ha anunciado –el martes lo hizo en la reunión del Govern– que él no acatará la sentencia. Qué consecuencia tendría esta decisión es algo que no ha explicado.
Torra ha enseñado el contenido de su discurso a miembros de su círculo más íntimo y el lunes lo llevó a Bélgica, donde el expresidente Carles Puigdemont le dio su visto bueno y ambos perfilaron algunos flecos.
El presidente tiene claro que para alcanzar la independencia tiene que pedalear asumiendo todos los riesgos. Sobre los tres ejes antes mencionados, con la desobediencia y la ruptura espera que se den las condiciones de una tormenta política que lleve a Catalunya hacia la ruptura y la independencia.
Según lo que plantea en su conferencia, las movilizaciones tienen que allanar el camino, pero tendrán que ir acompañadas de la creación de “asambleas republicanas” por todo el territorio catalán con el propósito de deliberar sobre el proceso constituyente de la nueva república. De hecho, este último fue uno de los compromisos que el presidente marcó como eje de su legislatura en el discurso del 14 de mayo, el de investidura, para convencer a la CUP.
Otro elemento clave de la conferencia será poner sobre la mesa de Pedro Sánchez su ultimátum. Aunque Torra ha declarado en varias ocasiones que el referéndum ya se ha hecho, el máximo dirigente catalán se muestra abierto a una consulta pactada con el Ejecutivo español que sea vinculante para las dos partes.
Si la propuesta no llega a corto o medio plazo Torra amenaza con llevar el proceso de independencia hasta el final.
Es todo un desafío. De hecho, el título de la conferencia, “ Nuestro momento”, que adelantó el propio Torra en una entrevista ayer en VilaWeb, es lo bastante elocuente. Torra está convencido de que es obligado “cumplir el mandato del 1-O” para construir la república catalana. Y no se moverá de esta línea si el presidente del Gobierno español no mueve ficha antes y acuerda una consulta.
Igualmente en el documento el presidente carga muy duramente contra Felipe VI y contra el Estado. Del Estado dice que “está en quiebra democrática” y considera que es “violento”. Además, Torra asegura que no está dispuesto a pactar con Sánchez otra cosa que no sea un referéndum. Cualquier otra perspectiva será descartada. Por tanto, Torra hará caso omiso a la oferta –todavía por oficializar– de reforzar el autogobierno de Catalunya que Sánchez afirmó hace un par de días.
Al presidente sólo le queda cerrar los últimos flecos del texto. Con todo el contenido de la conferencia en mente, será a partir del día 5 de septiembre cuando todos los diputados de Junts per Catalunya viajarán del 5 al 7 de septiembre a Waterloo para encontrarse con Puigdemont para abordar el curso político de este “otoño caliente”. Es previsible, sin embargo, que Torra vuelva a Barcelona antes, ya que el día 6 se celebra la Junta de Seguridad de Catalunya, que él mismo preside.
Con toda probabilidad, su grupo parlamentario lo apoyará. Queda por ver qué sucederá con ERC, que gobierna en la mitad de las conselleries. Los republicanos apuestan por la desobediencia y las bases obligaron a explicitar la vía unilateral en su ponencia política, aprobada a finales de junio. Pero ERC ha dejado claro que hay que ampliar antes la mayoría social en favor de la independencia para encarar un nuevo embate al Estado. Y para llegar a este punto hace falta tiempo.
A Esquerra le suena bien la música del discurso, pero se guarda también su derecho de enmendar el texto de Torra.
Además hay que tener presente que su presidente, Oriol Junqueras, permanece encerrado en la prisión y que el enfrentamiento que plantea Torra no hará más fácil su salida, como mínimo, una salida con el plácet de los jueces.
Torra, en su libro Els últims 100 metres, publicado pocas semanas antes del 1-O y donde traza una hoja de ruta para la independencia, se hace eco de tres fases en la desobediencia: la fase de protesta, la fase de no cooperación y la fase de suplantación. El autor cree que Catalunya sólo alcanzaría la independencia si pasa de la primera a la segunda.
¿En qué se traduciría? Una hipótesis que se apunta es la de liberar –si son sentenciados y son trasladados a prisiones catalanas– a los exmiembros del Govern, la presidenta del Parlament, el presidente del grupo parlamentario de JxCat y el líder de Òmnium Cultural, dado que Catalunya, y concretamente el Departament de Justícia que dirige Ester Capella, tiene las competencias transferidas por el Estado en materia de prisiones.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra; el presidente del Parlament de Catalunya, Roger Torrent, y el vicepresidente del Gobierno, Pere Aragonès, visitaron a los líderes independentistas encarcelados en Lledoners. El encuentro, que tuvo lugar en torno a las 17 h, no figuraba en ninguna de sus agendas, ya que, según fuentes del Gobierno, “son visitas de trabajo”. Además, aseguran que en esta reunión Torra entregó el contenido de la conferencia a Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart para que le dieran su conformidad y lo enmendaran, si lo consideran conveniente. A su vez, Torra, Torrent y Aragonés hablaron con los presos sobre el principio de acuerdo a que han llegado Junts por Catalunya y ERC sobre la suspensión de los diputados procesados por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, y que habían provocado una grave crisis entre las dos formaciones. Fuentes del Gobierno aseguraron que se trata de una reunión de carácter ordinario y que estos encuentros, así como las que se hagan en Bélgica, serán más habituales.
[Fuente: Por Álex Tort, La Vanguardia, Barcelona, 30ago18]
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