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09oct17
Colau entra en escena para 'salvar' la situación y mediar entre Puigdemont y Rajoy
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, leyó esta tarde una declaración institucional en la que pide a Carles Puigdemont que no declare mañana la independencia en el Parlamento autonómico porque "los resultados del 1 de octubre no son un aval para ello" y pide, por otra parte, al presidente español, Mariano Rajoy, que asuma responsabilidades de Estado, que descarte aplicar el artículo 155 de la Constitución, que revierta "la intervención actual de las institución es catalanas" y que retire los dispositivos policiales enviados a Cataluña las últimas semanas. Una medida jugada política que se produce a menos de 24 horas de la comparecencia del 'president' en el Parlamento para, supuestamente, proclamar la independencia.
La irrupción en escena de la alcaldesa no es casual. Desde antes del 1 de octubre, había decidido mantenerse alejada de cualquier polémica. Su última incursión pública fue para anunciar que había firmado unos supuestos pactos secretos con Puigdemont. En esos pactos, se incluía, entre otras cosas, la garantía de que la Guardia Urbana de Barcelona no retiraría urnas el 1 de octubre, de que el Ayuntamiento facilitaría que la gente votase, que se facilitase desde el consistorio la huelga general y que los comunes y las instituciones municipales fuesen parte activa en una pinza contra el PP y el Gobierno central.
Fiel a su compromiso, Colau señaló esta tarde que el 1 de octubre, día del referéndum ilegal, representa "un antes y un después en la política catalana, al haberse realizado en un contexto de represión policial". Para la alcaldesa, la jornada "fue un acto de soberanía popular, que marca un agotamiento del modelo autonómico de Cataluña", por lo que es necesario buscar nuevos escenarios. Subrayó, eso sí, que ella está "al lado de la movilización ciudadana, denunciando la brutalidad policial".
De todos modos, aunque el 1-O no sea la excusa para declarar la independencia, sí que ha sido, enfatizó, un hito que abre "una ventana al diálogo". Prometió, en este sentido, que "me implicaré en el escenario para hablar, porque ahora se necesitan gestos de distensión por las dos partes".
La alcaldesa se dirigió también al PSOE, a quien recriminó que comience a hablar de dialogo, porque "la ciudadanía no nos pide replicar sus lemas, sino que abramos vías de diálogo. Cuenten conmigo para hacerlo posible". Abogó, asimismo, por que "abandonemos las trincheras y el lenguaje belicista, démonos tiempo para respirar, para el diálogo y la moderación, porque no es el momento del choque de trenes".
En resumidas cuentas, zanjó su declaración haciendo un llamamiento a Puigdemont y a Rajoy con el fin de que "no tomen ninguna decisión que pueda dinamitar el espacio de diálogo y moderación".
La declaración provocó las iras de la oposición. Xavier Trias, líder del Grupo Demòcrata (la antigua CiU), le recriminó a la alcaldesa una declaración institucional "que va claramente en contra del acuerdo aprobado por mayoría en el pleno municipal del pasado viernes". En ese pleno, el Ayuntamiento aprobó por mayoría situarse "al lado de las instituciones catalanas para dar respuesta a la voluntad expresada por la ciudadanía en el referéndum de autodeterminación". El acuerdo fue suscrito por PDecAT, ERC y la CUP, y contó con la abstención de Barcelona en Comú, la plataforma de Colau.
Trias considera que el manifiesto de la alcaldesa es un "menosprecio en las formas, ya que hace una declaración institucional sin hablar con el resto de los grupos políticos, y eso que el viernes le pedí que nos viésemos; y menosprecio en el contenido, ya que no respeta el contenido del acuerdo que, por mayoría, aprobó el pleno del viernes sobre esta cuestión".
El líder del PDeCAT en el consistorio critica especialmente que "no respetar los acuerdos que se aprueban por mayoría no puede ser la actitud de un político responsable ni es lo que se espera de la alcaldesa de la capital de Cataluña".
La presidenta del grupo municipal de Ciudadanos, Carina Mejías, por su parte, calificó de "inaceptable" que Colau "ponga al mismo nivel a quienes incumplen la ley y a quienes la respetan". Mejías subrayó que los resultados del 1-O "carecen de legitimidad" y recordó que Colau "ha participado en todas las movilizaciones organizadas por los independentistas".
[Fuente: Por A. Fernández, El Confidencial, Madrid, 09oct17]
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