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26sep17
El fiscal ordena a los Mossos precintar los colegios electorales del 1-O y tomar el control
La Fiscalía Superior de Cataluña está decidida a evitar que alguien pueda acceder el domingo a los puntos de votación previstos por la Generalitat. Por eso, ordena a los Mossos que precinten los colegios electorales y los desalojen antes del 30 de septiembre y hasta la noche del domingo. Esta es la instrucción que el fiscal superior de Cataluña, José María Romero de Tejada, trasladará este miércoles a los mandos policiales y en ella se prohíben las votaciones a menos de 100 metros de cada centro lo que impediría poner una urna en la calle.
En definitiva, la Fiscalía pretende que la policía autonómica controle estos colegios, además de identificar y advertir a los directores y responsables de las consecuencias que puede tener desobedecer la prohibición de ceder las llaves para la votación. Se adelanta así a acontecimientos como los que intuye que podrían provocar los independentistas. La CUP, por ejemplo, está plenamente entregada a una iniciativa que, por definición, podría dar pie a algún que otro incidente. Se trata de los comités de defensa del referéndum.
Estos comités de defensa del referéndum son transversales ya que incluyen a partidos, asociaciones, entidades y vecinos y su principal objetivo es estudiar la manera de blindar los puntos de votación para que este domingo las fuerzas de seguridad no puedan intervenir. La orden de la Fiscalía habría frustrado sus planes, entre ellos el anunciado en La Sexta por la diputada Anna Gabriel de actuar en los alrededores de los colegios electorales.
Los Mossos d'Esquadra ya han empezado a acudir este martes a las escuelas de Cataluña que está previsto que acojan urnas para el referéndum de independencia del 1 de octubre. Ese primer operativo se ha desplegado tras la orden cursada un día antes por la Fiscalía y que, por lo que se ve, ha sido plenamente acatada por el Mayor de la policía autonómica, Josep Lluìs Trapero.
Trapero dio plantón ese mismo día al coronel de la Guardia Civil que ha sido nombrado para coordinar todo el dispositivo policial de cara al referéndum del próximo domingo pero, sin embargo, ya ha anunciado que asistirá a la nueva reunión que ha convocado la Fiscalía para este miércoles. Y es que el Mayor de los Mossos no piensa enfrentarse a la máquina judicial ni a las posibles consecuencias que ello podría acarrearle, pero sí está dispuesto a demostrar cuantas veces haga falta que no está de acuerdo con la 'tutela' que le han impuesto evitando pisar las sedes del Ejecutivo central. Hay que recordar que la reunión del lunes se celebró en la Delegación del Gobierno.
De momento, Trapero ha enviado a sus agentes en la mañana de este martes a escuelas, institutos y centros cívicos designados como puntos de votación del referéndum, con un "requerimiento de información" en que preguntan a los responsables de los locales si han recibido instrucciones sobre el 1-O e identifican a su "interlocutor".
Los agentes, que en algún caso van uniformados, también comunican a los responsables de los centros que entregar las llaves o cualquier contraseña de seguridad por parte del responsable legal a una persona privada o pública, incluida la administración educativa, puede ser considerarse un acto de colaboración en los delitos de desobediencia, prevaricación y malversación. En el caso de que estas llaves o contraseñas ya hubieran sido entregadas mediante duplicado, o que la administración de la que depende tuviera copia, se les informa de su obligación de impedir la apertura sin su autorización, así como de denunciar la presencia en el centro de personas ajenas del mismo.
Según el formulario de requerimiento de información que llevan los Mossos, los agentes deben identificar al responsable del centro y preguntarle si "ha recibido alguna comunicación" por parte del Departamento de Enseñanza o de aquel al que el local pertenezca, "solicitando su colaboración en la celebración del referéndum".
De haber recibido una "comunicación oral" sobre el asunto, la policía catalana pide al director del centro que especifique "la identidad del interlocutor (nombre y apellidos) y el contenido de la información transmitida" y que detalle las indicaciones recibidas. Si el responsable del centro ha recibido la comunicación por escrito, se le exige que entregue la documentación recibida en relación con los hechos, incluida la petición expresa de entrega de las llaves. En caso de que el centro haya recibido cualquier tipo de material para la celebración del referéndum -"papeletas, urnas, listas de personas votantes, ordenadores, etc…", especifica el requerimiento-, los Mossos emplazan al responsable del local a entregárselo para ser intervenido.
El acta del requerimiento, que debe ser firmada por el responsable del centro, incluye cuatro puntos en los que los Mossos recuerdan que está obligado a impedir la apertura del local y a denunciar "sin demora" a la policía la presencia de personas ajenas al mismo.
Los agentes advierten además a los responsables de los centros que deben poner inmediatamente en conocimiento de la Fiscalía "cualquier tipo de amenaza, coacción o presión para ceder el control del local" por parte de particulares o funcionarios. "Se le comunica que es rotundamente falsa y sin fundamento legal cualquier comunicación administrativa que garantice que la entrega del control del local, del que es legalmente responsable, le exime de responsabilidad en delitos derivados de la organización del referéndum", añade el acta presentada ante los responsables de los centros.
En las reuniones informativas celebradas por la mañana en las comisarías de los Mossos d'Esquadra, se ha comunicado a los agentes que tienen que completar el requerimiento entre martes y miércoles para poderlo remitir a la Fiscalía lo antes posible.
El Govern dice que "está todo controlado"
La inspección de los eventuales puntos de votación para impedir que el domingo estén a pleno rendimiento es solo un paso más en las medidas para desactivar el referéndum. Por mucho que el Govern insista en que el 1-O los catalanes van a votar, lo cierto es que no hay censo, ni junta electoral, ni centros donde donde depositar las papeletas con un mínimo de garantías. A pesar de todo, el portavoz del Ejecutivo autonómico, Jordi Turull, ha insistido este martes en que está todo controlado: "Nos gustaría explicarlo con todo lujo de detalles. Lo único que puedo decir es que el Govern está concentrado en que el 1 de octubre funcione con absoluta normalidad. En todo lo que depende de nosotros, estamos en ello". Y, para justificar la total ausencia de aclaraciones, ha esgrimido que se está sometiendo a Cataluña a un "estado de excepción" por el cual cualquier persona que vaya por la calle con un sobre bajo el brazo es susceptible de ser abordado por la Guardia Civil.
Cuando se le ha preguntado dónde están las urnas, su respuesta ha sido: "En el fondo del mar. Entiendan que no pueda dar más detalles. Tenemos miles de policías a la caza de urnas". Al interpelarle sobre la revelación de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, de que la incautación de 45.000 cartas por la Guardia Civil no ha impedido que se envíen las notificaciones a los miembros de las mesas electorales, ha esquivado la explicación con un sucinto "seguiremos los pasos que marca la ley", en referencia -es de suponer- a la ley del referéndum suspendida por el Tribunal Constitucional.
El único detalle que ha dado sobre las mesas electorales es que estarán formadas por ciudadanos que serán notificados, y no por los voluntarios a los que el Govern ha pedido colaboración para organizar el referéndum de independencia. Esto supondría un salto cualitativo respecto a la consulta del 9 de noviembre de 2014, ya que entonces toda la operativa del día de la votación sí que fue ejecutada por voluntarios. Si los ciudadanos que sean notificados para formar parte de las mesas no se presentan, serán miembros de la mesa los tres primeros ciudadanos que vayan a votar en este punto, que es el mismo mecanismo que es aplica en una elecciones convencionales.
Turull, eso sí, lo ha vuelto a hacer en el sentido de cargar gran parte de la responsabilidad de lo que han de hacer los Mossos el día de la consulta en la espalda del propio cuerpo. "Los Mossos saben lo que tienen que hacer", ha subrayado después de recordar que la policía catalana depende de su órgano director. "Los Mossos tienen una jerarquía muy clara", ha destacado para diferenciar esa estructura de "la intromisión chapucera del Ministerio del Interior".
[Fuente: Por Pilar Gassent, República de las ideas, Madrid, 26sep17]
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