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06nov15
Acusan a Bernardino León de apoyar a los Emiratos Arabes en Libia
El diario británico 'The Guardian' le ha aguado la despedida al que hasta hace escasos días, y a lo largo de un año de intensas negociaciones, ha sido el representante de Naciones Unidas en Libia, el diplomático español Bernardino León.
La publicación de una serie de correos previamente 'hackeados' en su ordenador personal ha puesto en jaque todo un año de esfuerzos, unánimemente reconocidos hasta ahora por la comunidad internacional, por alcanzar un acuerdo en torno a un gobierno de unidad nacional en el antiguo país de Gadafi; convertido desde 2014 en un Estado fallido, dominado por las milicias y dividido en torno a dos parlamentos, el islamista de Trípoli y el democráticamente reconocido de Tobruk.
El que antes fuera secretario general de la Presidencia con el Gobierno de Zapatero y Enviado Especial de la Unión Europea para el Mediterraneo fue sustituido esta semana por el diplomático alemán Martin Kobler, cuando al perseguido acuerdo en Libia aún le faltaba el respaldo de sendas asambleas en pugna. Y al tiempo, el Gobierno de Emiratos Árabes daba a conocer el fichaje de Bernardino León como el nuevo y flamante director de su Escuela Diplomática.
Pues bien, según la información divulgada por 'The Guardian', León había entrado en negociaciones con dicho Gobierno meses antes de abandonar su cargo. Además, la literalidad de algunos de sus correos venía a comprometer su imparcialidad como delegado de la ONU y a posicionarse en favor del bando de Tobruk y de los propios Emiratos.
Así, en un correo remitido el 31 de diciembre de 2014 -sólo cinco meses después de ser nombrado mediador en Libia- al ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, el jeque Abdullah bin Zayed, León rechazaba una conferencia de paz en la zona "porque va a tratar a ambos lados, como iguales, actores". Añadía, entre otras cosas, que él "no está trabajando en un plan político que incluya a todo el mundo".
León, quien ya estaba advertido de que había sido 'hackeado', por un periodista que no compró la información, hubo de comparecer ante la prensa acreditada en Nueva York para admitir, primero, que las "apariencias" no le favorecían; pero sobre todo, para negar su pretendida parcialidad y el conflicto de interés entre su antiguo cargo y su reciente fichaje.
La polémica, en todo caso, teñía la salida de un diplomático que, en declaraciones a este diario, afirmaba ayer desde Londres: "Me están montando una campaña que lo que pretende es hacer daño al proceso en Libia; abortarlo justo en el momento en que 92 miembros del Parlamento de Tobruk y 70 de la Asamblea de Trípoli se han mostrado a favor de la propuesta de gobierno de unidad y todo está listo para cerrar el acuerdo". Según León, "esto no es un wikileaks", ni un "asunto de maletines", sino una maniobra de una minoría muy concreta que busca "excusas para volver a la guerra".
Respecto al contenido de los correos, asegura que están "sacados de contexto". Así, sostiene que por entonces, las dudas de la comunidad internacional acerca del proceso en Libia se centraban en el riesgo de que éste viniera a "legitimar" a las milicias asentadas en Trípoli. Y de ahí su empeño en convencer a los Emiratos, entre otros, de que el proceso no pretendía dar legitimidad "jurídica sino política" a todos los actores, a diferencia de una conferencia en la que todos se sientan a la mesa -como la de Siria en Viena-. En cuanto a la idea de "no incluir a todo el mundo", León asegura que sólo estaba excluyendo a los terroristas de Ansar al-Sharia.
"Pido que me juzguen por mi trabajo", dice, para recordar las acusaciones de parcialidad recibidas, también, del otro lado; y reivindicar su nuevo destino "académico".
[Fuente: Por Carmen Remírez de Ganuza, El Mundo, Madrid, 06nov15]
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