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14ene06
Abrupta salida del Grupo Suez, de Aguas de Santa Fe.
El grupo francés Suez decidió ponerle punto final a su participación en Aguas Provinciales de Santa Fe y en forma abrupta y sorpresiva resolvió disolver la empresa que estaba a cargo del servicio, el cual volverá ahora a ser operado por el gobierno provincial.
La decisión extrema adoptada por el grupo Suez es la primera que se registra en la conflictiva historia de las privatizaciones de las empresas de servicios.
La disolución de Aguas de Santa Fe—la compañía que presta servicio a 1.800.000 habitantes de 15 ciudades de la provincia— fue decidida ayer en la asamblea de accionistas que Suez y sus socios mayoritarios realizaron en la capital santafesina.
Convocada originariamente para aprobar la venta del paquete mayoritario de las acciones que Suez había cerrado con el grupo local Alberdi, la asamblea desembocó en la disolución de la empresa al no aceptar los socios extranjeros las condiciones que impuso la provincia para las demandas ante el CIADI.
Según explicó la empresa en un comunicado, "se llegó a esta instancia no deseada, después de cuatro años de esfuerzos permanentes en haras de mantener la concesión de los servicios, tras ocho meses de gestiones en procura de darle continuidad a la gestión privada y habiendo pasado diez meses del momento en que se solicitó al gobierno de la provincia una salida ordenada".
La empresa señaló que "cumplió con todo lo pactado con el gobierno para lograr una transferencia de acciones, pero por razones que le son ajenas, a último momento esta instancia no se pudo concretar".
La administración que encabeza Jorge Obeid quería que el grupo francés manifieste por escrito que no iba a ampliar los reclamos iniciados contra la provincia en el CIADI. A cambio de eso, el gobierno tenía todo listo para aprobar el retiro de Suez y el traspaso de la mayoría accionaria a la firma local Cerámicas Alberdi.
Tras haber tomado en noviembre la decisión de retirarse, Suez salió a buscar un comprador para su participación mayoritaria. Luego de varias negociaciones, acordó una "salida no traumática" con la provincia y la venta de al grupo Alberdi.
El comprador le iba a pagar a Suez el precio simbólico de un dólar, pero se hacía cargo de una deuda de $ 160 millones y un desembolso de $ 176 millones para capitalizar a la empresa. Ya se había acordado un aumento tarifario del 35% a partir de febrero.
Uno de los requisitos que debían cumplir los accionistas salientes era el levantamiento de las demandas que promovieron ante el CIADI y que superan los US$ 310 millones. Esa cláusula se cumplió a medias. Desistió del juicio la sociedad controlante de Aguas Provinciales, pero no Suez y Agbar.
Inicialmente la provincia había exigido que Suez y Agbar también levantaran sus demandas. Pero después flexibilizó el planteo a un compromiso de que no iban a ampliar las demandas que tienen en curso, algo que tampoco fue aceptado por los accionistas mayoritarios.
Más allá de las demandas judiciales que entablarán la provincia y la empresa francesa para dirimir quién es responsable de la interrupción del servicio, la fuerte jugada del grupo Suez constituye una señal de alerta para el Gobierno nacional que está negociando para Aguas Argentinas una salida similar a la que terminó fracasando en Santa Fe.
La negociación con la Rosada sigue estancada
Las negociaciones para la salida "no traumática" de Suez y su controlada Agbar de Aguas Argentinas se encuentran estancadas y en medio de un escenario que se perfila cada vez más incierto. Tras no haber llegado a un acuerdo con el Gobierno para la renegociación del contrato, unas semanas antes de las elecciones de octubre Suez resolvió retirarse de Aguas Argentinas.
El grupo que detenta el control mayoritario de Aguas acordó con las autoridades una "salida ordenada" mediante la venta de las acciones a otro consorcio privado. Con el visto bueno del Gobierno, los franceses se sentaron a negociar con el grupo que integran los fondos de inversión Latinamerican Assets Management y Fintech.
Inicialmente la negociación entre Suez y los fondos avanzó hasta el punto de que la empresa francesa y Agbar habían aceptado seguir como operadores con una porción minoritaria de las acciones.
Pero cuando los compradores fueron a hablar con el Gobierno sobre las nuevas condiciones que iba a tener la prestación del servicio, la negociación quedó trabada por la indefinición del tema tarifario.
Los fondos inversores quieren un ajuste para este año y hasta ahora la postura del Gobierno es mantener las tarifas inalterables para que no se desboque la inflación.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 14ene06]
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