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23Oct11
Cooperación española: el saco sin fondo para financiar proyectos de amiguetes
Proyectos culturales sin una base real o sin una demanda identificada propuestos por colectivos o personas ajenas al ámbito donde se van a desarrollar y donde los principales beneficiarios son, precisamente, quienes los proponen. El último cuestionamiento que se hacen desde el sector: ¿Qué sentido tiene abrir un espacio cultural en Miami con la que está cayendo en España? ¿Qué pintan Emilio Estefan y Alejandro Sanz en un acto de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)?
Y es que como supuesta parte de una Estrategia de Cultura y Desarrollo de la AECID un tanto confusa, hace dos semanas, la reina Sofía inauguró la nueva sede del Centro Cultural Español en Miami, después de reunirse con la comunidad española residente en el sur de Florida. Fuentes consultadas por El Confidencial insisten en un punto: "Aunque muchos sepamos demasiado, no podemos hablar por ser funcionarios o por tener consultorías contratadas por la AECID". Pero comparten algunos ejemplos que avergonzarían a más de uno. Este diario intentó ponerse en contacto en numerosas ocasiones con representantes de esa institución, sin éxito.
Instrumentos de financiación
La AECID cuenta con una serie de instrumentos para financiar iniciativas de cooperación al desarrollo propuestas "desde fuera". Dichas herramientas están sujetas a una serie de normas y en general se convocan vía Boletín Oficial del Estado (BOE). Las dos que más interesan son, por un lado, la Convocatoria Abierta y Permanente (CAP), y por otro las Subvenciones de Estado.
La CAP es como un "saco" de recursos que se abre tres veces al año, por eso lo de abierta y permanente. Éstas se pueden encontrar en AECID. Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo en "convocatorias". Es un cajón de sastre al que pueden optar Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo (ONGD's), asociaciones, colectivos e incluso particulares que tengan un proyecto que financiar o co-financiar en cualquier campo afín a los objetivos de la Agencia, lo que permite mucha flexibilidad.
En opinión de Carlos Pérez*, que ha trabajado con la AECID durante más de cinco años, "las CAP´s se han encontrado con dos problemas principales. El primero ha sido su discrecionalidad. En el área de cultura y desarrollo, por ejemplo, hasta el año 2010 no se pidió a los responsables de dicho programa (los Centros Culturales) que evaluasen la pertinencia de los proyectos presentados en su país, y aún así hubo muchos problemas para que hubiese coherencia entre las recomendaciones en terreno y la decisión en Madrid".
Y añade que "existía, y existe, un desajuste entre las necesidades y lo que en Servicios Centrales se percibía como adecuado. Pero poco a poco se ha ido introduciendo un sistema más exacto con mejores criterios, hasta el punto de que se corre el peligro de oscilar completamente al extremo contrario: proyectos "inducidos" por las Oficinas Técnicas de Cooperación (OTC's) y Centros Culturales que no pueden ser financiados con los recursos normales y que se crean ex novo. No tiene nada de malo, excepto que se "coloniza" un sistema de subvenciones que, si tiene una virtud, es la de "abrir" el campo para que otros actores no habituales puedan hacer sus proyectillos".
Según esta fuente consultada por El Confidencial, el segundo problema es más grave. "Debido principalmente a la rigidez de los sistemas de contratación y adjudicación administrativos que sufre la AECID, las CAP´s se han mostrado como el vehículo ideal para financiar proyectos más o menos válidos pero que no responden a una lógica estricta de cooperación al desarrollo".
Estos despropósitos de cooperación y desarrollo van desde pequeñas cosas (giras de compañías de teatro o cantantes que responden a compromisos personales de gente importante), pasando por operaciones de imagen (Plataforma de Mujeres Artistas), hasta gestos estrictamente políticos.
María González*, relacionada con el área de cultura y desarrollo de la AECID en América Latina, comparte tres ejemplos. Plataforma de Mujeres Artistas: la actriz Mónica Randall, el grupo Greta y los Garbo y otras artistas de gira por América Central cantando "No woman no cry" en aldeas de Guatemala frente a un grupo de atemorizadas indígenas. Hoteles de cinco estrellas a todo plan. Todo sufragado por la AECID a cambio de una foto.
González dice que algún día escribirá un libro sobre ello. Por ahora, cuenta que "en 2009 vinieron cuarenta señoras que se alojaron durante ocho noches en el Westin Camino Real, el hotel más caro de la región (150-180 dólares la noche). El grupo estaba encabezado por viejas glorias: Cristina del Valle, componentes de Greta y los Garbo y Mónica Randall. Sin tener ni idea de adónde venían, sin saber que en Guatemala matan a diez mujeres al día, dando "lecciones" sobre cómo "alzarse" contra la violencia machista. Sin ninguna preparación previa, sin conocer el contexto y la gente local, literalmente, flipando".
La joven recuerda el momento culmen: "En Santa Cruz del Quiché, cantando "No Woman No Cry" ante un grupo de mujeres indígenas que no hablaban ni español y que las miraban como si fueran lo que realmente eran: extraterrestres. Billetes de ida y vuelta, hotel, dietas, seguro y cantidad a convenir equivalentes al cincuenta por ciento del presupuesto total para cultura y desarrollo en Guatemala ese año". El Confidencial preguntó a la Plataforma de Mujeres Artistas sobre este aspecto, pero no obtuvo respuesta.
Otro caso expuesto por María González es el siguiente: "Juan Pablo Delaiglesia, ex director de la AECID y ex embajador en Guatemala presiona para que en tercera convocatoria de 2007 le den 100.000 euros a GuateÁmala: "Movimiento Ciudadano para la Cultura de la Vida". En realidad es la fundación de Emilio Méndez (una de las personas más poderosas de ese país) cuyo "movimiento positivista" está basado en que aquí no hubo genocidio y si somos infelices no es por el hambre o la inseguridad, sino porque somos "negativos"".
Según González, jamás se hizo nada, más allá de imprimir unas camisetas lamentables con el logo de la Agencia. Y denuncia que en tercera convocatoria de la AECID (2007) la Fundación por la Vida recibió más de 200.000 euros, de los que, literalmente, no se ha sabido nada en Guatemala. "Pero nada de nada".
El cantante de "Mierda y besos" y otros casos
Rash es un "cantautor no convencional" de la cantera del Búho Real (como Bebe o Conchita). Ha colaborado con artistas como Los Delinqüentes, Amparanoia, La Pulquería, etc. Sus dos primeros singles han sido "Mierda y besos" y "Bailando un son". En 2008 intentó ser promocionado por Sony Spain. Luego desapareció en el sueño de los justos, no sin antes marcarse una gira por Latinoamérica financiada por la Agencia de Cooperación, bajo la cobertura de "promoción cultural española". Se le ensambló una banda de profesionales que se encontraba por México y se le mandó por toda Centroamérica. Se hizo vía CAP aunque no fue pedido por ningún centro cultural y tanto el tipo de música como la calidad no respondían para nada a las propias directrices de la Agencia en cuanto a cooperación cultural.
Según comenta María González, el proyecto Muñecos para el Desarrollo pretendía revivir Barrio Sésamo con un componente multicultural. "Se integraría en el diseño y elaboración de personajes a colectivos de titiriteros centroamericanos; los muñecos se harían en Centroamérica, como manera de "dinamizar" las industrias culturales, pero también, según se admitió, para ahorrar gastos. El formato contendría líneas educativas para combatir la violencia de género y el racismo cuando se emitiera en todos los países latinos. La realidad era ligeramente distinta: la AECID, vía CAP, dio mucho dinero a una productora que, básicamente, había encontrado el grifo perfecto en cuanto a financiación. Se convocó una única reunión en Segovia (España) con representantes de los centros culturales de Latinoamérica".
Beatriz Sánchez* estuvo presente en esa reunión y dice lo siguiente: "Hubo referencias a "los indios", desconocimiento palmario de la realidad sobre la que planteaban intervenir y una descarada intención de lucro con dinero público". Ahora se han volcado en África, porque allí es donde está el poco dinero de financiación que queda, pero mientras crearon expectativas entre los artistas locales en Centroamérica que jamás se vieron cumplidas".
Por último, Joaquín Santos*, que trabaja en el sector catalán de Cooperación y Desarrollo, explica que "a raíz de una demanda social se adquirió el compromiso desde los partidos de izquierda de llegar a destinar el 0,7 del PIB a cooperación al desarrollo. El PSOE se comprometió a llegar a este objetivo en el 2010, luego lo postergó al 2012 y ahora ya no quiere oír hablar del tema. Este objetivo generó unos incrementos presupuestarios brutales. Este aumento de dinero no fue en paralelo con el número de empleados que pudieran realizar una gestión eficaz de dichos fondos. Esto pasó en la AECID y, en menor medida (por menor presupuesto) en la Agencia Catalana (ACCD)".
Santos no olvida el lado positivo de la Cooperación. "Por la parte de las ONGD' s me parece especialmente excelente lo que hacen Ingenieros Sin Fronteras en Camerún, creando redes de abastecimiento de agua potable e instalando pequeños generadores de energía eólica. También pequeñas ONGD' s como CEAM (Centro de Estudios Amazónicos ) o XCS ( Xarxa de Consum Solidari), muy conocedoras de los lugares donde trabajan y con resultados muy buenos hasta ahora. Lamentablemente, las bondades del sistema como las arriba mencionadas son las menos.
* Nombres ficticios a petición de los entrevistados.
[Fuente: Por C. M. Rodríguez, El Confidencial, Madrid, 23oct11]
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